Pasó el tiempo y la puerta del túnel terminó de desaparecer. Provocando que el joven sentado en el sillón mirara a las paredes de la habitación con cierta expectativa.
Fue entonces cuando en las paredes de la habitación comenzaron a formarse cuatro puertas de madera de tamaño regular. Todas las puertas permanecieron cerradas y el joven no se levantó para abrirlas, sino que las miro con calma.
—Solo 4 puertas...—Murmuró, el joven con cierta pena; al parecer esperaba un mayor número de puertas.
Antes de que el joven pudiera seguir hablando solo, una de las puertas de la habitación se abrió de golpe con violencia y una mujer entró asustada a la habitación. La mujer no malgasto tiempo en ver que había en la habitación y en su lugar cerró la puerta con violencia como buscando evitar que algo de afuera pudiera entrar a la habitación.
Cuando la puerta sé cerró, la puerta se hundió y el tapizado apareció en su sitio, dejando a la joven atrapada en la habitación.
El joven miró a la mujer atrapada en la habitación desde el sillón. La mujer tendría entre unos 30-40 años, tenía el pelo negro y los ojos negros, tenía el traje de color azul similar al que usan los doctores y en el traje había un carnet que decía: 'Cirujana Sofía Fischer - Piso 4'
Ahora que la puerta había desaparecido, la mujer, algo más tranquila, miro la habitación donde se había metido y de inmediato divisó al joven que la miraba desde un sillón:
—¿Es segura esta habitación?—preguntó Sofía de inmediato sin perder tiempo en presentaciones.
—Espero que no, si no sería muy aburrido...—Comentó el joven con una sonrisa—Antes de presentarnos deberíamos esperar a los demás, luego veremos cómo funciona esta habitación.
El joven sabía que la mujer no podía ver las otras 3 puertas en las paredes y únicamente vería la puerta de metal que se parece a la puerta de una bóveda. El muchacho también sabía que Sofía no le haría caso, pero tenía pensado ignorarla hasta que lleguen todas las personas que estaban siendo atraídas por esta habitación.
—¿Sabes como salir de este sitio?—preguntó la mujer con desesperación; Sofía había estado siendo perseguida por una bestia por mucho tiempo hasta que terminó en esta habitación con este joven extraño.
—No...—Comentó el joven con calma—Supongo que hay que investigar la sala.
La mujer trató de abrir la puerta de metal, pero por más que tratara Sofía no podía lograr que la rueda gigante en el medio de la puerta girara, por lo tanto, la puerta parecía estar bloqueada y no podía abrirse. Sofía miró al joven sentado en busca de respuestas, pero la calma del joven parecía indicarle que no se tomara el hecho de que estaba atrapada tan en serio.
—¿No descubriste ninguna pista de cómo escapar?—preguntó Sofía con sospechas al ver la calma del joven.
—No...—Respondió el joven con calma—Pero supongo que será usando los artefactos misteriosos
Al decir eso, el joven apuntó al televisor en la habitación. Pero mientras apuntaba con su dedo, una de las puertas se abrió con violencia y tres personas entraron corriendo con miedo a la habitación.
—¡No cierres la puerta!—Gritó Sofía con desesperación
Pero las personas que acababan de entrar, ignoraron el grito y cerraron la puerta con fuerza, tratando de evitar que la cosa que los perseguía entrará. Acto seguido, la puerta desapareció de la pared, dejando a las tres personas encerradas en la habitación junto a Sofía y el joven.
—Supongo que estamos todos...—Comentó el joven con calma mirando como las otras dos puertas de madera en la pared desaparecen—Mi nombre es Dante. ¿Cómo se llaman?
Las tres personas que entraron en la habitación parecían ser tres jóvenes adultos de alrededor de 18 a 20 años, Los tres chicos vestían una campera para lluvias con capucha que estaba bastante mojada y tenían una máscara de gas en la boca, por lo que no se podía ver su rostro.
Uno de los jóvenes vio que las dos personas desconocidas en esta habitación no usaban máscara de gas y se retiró la máscara de su cara, mostrando un rostro joven asustado y empapado en lágrimas. El joven ignoró la pregunta de Dante y dijo con desesperación:
—Estábamos yendo a buscar suministros y de la nada aparecimos en un laberinto. En el laberinto una bestia comenzó a perseguirnos y cuando vimos una puerta pensamos que era la salida, pero esto no parece ser el mundo normal. ¿Saben cómo salir de este lugar?
—Deberían estar más…—Comentó Dante, pero antes de que pudiera terminar de hablar fue interrumpido porque la luces en la habitación se apagaron.
Acto seguido, el televisor se prendió iluminando parcialmente la habitación.