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Yggdrasil

Ya habia pasado un tiempo, y Arata seguía jugando Yggdrasil; luchando, perdiendo, gastando...

En un principio fue bastante difícil subir de nivel; como se esperaba, pues solo era un novato.

Además, cabe recalcar que a muchos de la raza humana de Yggdrasil, les gustaba asesinar a razas no humanas. Incluso en un juego se veía la xenofobia que, siendo sincero, muchas personas tienen hacia individuos diferentes a ellos.

Lo que hacían en Yggdrasil, solo era un reflejo de la realidad.

Esto para Arata era frustrante, pues dichos prejuicios causaban que su plan tuviera algunos percances. Es decir, recibía constantemente ataques de otros jugadores, por el mero hecho de tener la piel de color morado y cuatro brazos...

"..."

Pero, enrealidad no era tan malo. Aquellos tontos con sus prejuicios eran como abejas buscando polen; aunque no por una buena razón, es obvio. Pero gracias a ello, le ahorraban tiempo, al no tener que ir a buscar jugadores para matar y para robarles sus cosas. Lo sé, era un desgraciado, pero como dice el dicho: "en la guerra todo se vale".

Aunque claro, al principio no era bueno recibir oleada tras oleada de jugadores con el objetivo de matarlo, pues recién comenzaba adaptarse y a aprender a jugar. Realmente no lo entendía, ¿por qué estaba en peligro constantemente?, quiero decir, si es cierto que en sus manos poseía una arma de inmenso poder, pero ¿y qué?

Estaba muy vulnerable en esos momentos, por lo que fue obvio que tuvo que esconder su valiosa arma, la cual los putos desarrolladores le regalaron. Pero no pudieron no dar a conocer a todo el mundo que en sus manos tenía tal arma.

Nunca se perdonaría si llegara a perder dicha arma de increible poder. Tendría que ser muy estúpido para arriesgarse a perderla, lo bueno era que él no era estúpido.

Y así, mientras Arata se sumergía en el juego, el tiempo pasó, tan rápido como el canto de una voz. A veces se iba de aventura, ya sabes, arriesgando a perder su vida, todo por escalar hacia la cima. Arata era bastante disciplinado, pero fue divertido, por lo menos.

Luego de un tiempo, las veces que moría iban en descenso lentamente, poco a poco obtenía más experiencia y maestría en el arte del jugador. Bien dicen que a través del error se alcanza la perfección.

Y mientras el tiempo pasaba, siguiendo su curso natural, Arata cada dia se volvía más y más fuerte. No solo eso, incluso sus estrategias para robar y atacar se volvían cada vez más eficaces.

Cuando Arata pensó haber obtenido la suficiente experiencia en el juego, entonces empezó a ejecutar su segundo plan.

Obtener aliados o subordinados, ese era el plan de Arata. Sabía que por más pequeña que sea la hormiga, en grupo prevalecerá contra la mantis, un claro ejemplo: la raza Humana. Aunque claro, él no pensaba tener bajos sus pies estorbos débiles. Porque, si, obtener aliados, eso lo dejaría para después.

¿Pero cómo lograría ejecutar bien su plan?, bueno, Arata pensaba contratar jugadores para que siguieran sus ordenes. Arata creía con total seguridad que este plan funcionaría.

Él conocía la situación precaria que azotaba el mundo actual. El mundo parecia volver a la época medieval, allá donde la inseguridad reinaba, donde la pobreza azotaba, donde la inseguridad era el pan de cada dia, donde la inigualdad era tan evidente entre las diferentes clases sociales. En fin, el mundo actual estaba muy mal, así que como va.... pronto se derrumbara.

Conociendo este triste hecho, no creía que alguien rechazara su oferta. Obtendrias un trabajo "honesto", un sueldo bastante bueno, y todo eso jugando. Solo tenían que seguir sus ordenes sin vacilar. Si se requería que dieran sus vidas para protegerlo, que así fuera. Un trabajo fácil, si consideramos que muchas personas morían de estrés trabajando en esas grandes corporaciones.

¿No era un mal trato, cierto?

Claro, no todos podían simplemente solicitar el trabajo y se les daría, obvio que no. Había ciertas especificaciones que debían tener para poder trabajar para él.

-Tenían que estar en línea las horas que él solicitará en el contrato.

-Si había un evento improvisto y él (Arata) decidía participar tenían que hacerlo también, y en dado caso que realmente no pudieran, tenían que mostrar porqué no podian participar.

-Absolutamente todos tenían que cambiarse el nombre y ponerse uno de algún Dios Hindú o que perteneciera la mitología Hindú, las razones de esto ya las explicaría más adelante.

-Y por último, debian cumplir sus requisitos acerca del poder requerido, aunque podía haber excepciones...

Lo sé, más que un contrato parecía que estabas vendiendo tu vida. Pero ¡hey!, él podía ser un poco flexible de vez en cuando.

Quizás Arata era demasiado codicioso, pero solo aquellos con ambiciones llegan a lo alto.

¿Por qué soñar con nimiedades cuando puedes soñar con grandes cosas?

Tal vez soñar demasiado alto no sea bueno, pues después puede que el sueño no se cumpla y te estampe contra el suelo. Pero Arata podía soñar a lo alto. Tenía el dinero y los medios para lograr sus sueños, por lo que Arata estaba bastante seguro que mientras se esforzara y trabajara duro lograría su sueño.

...

Era una noche como cualquier otra, las estrellas ya estaban ocultas tras la capa de contaminación, y la noche envolvía la ciudad, con algunos faroles iluminandola. Y Arata se encontraba en su cama comiendo su cena en soledad. El único sonido que se escuchaba, era el ruido que causaba al llevar la cuchara con comida hacia su boca, y al masticar.

"Jaaa", soltó un suspiro Arata.

Realmente la comida de este mundo era una porquería. No se podía comparar con la comida de su tierra natal. Todo era tan artificial, y aunque él al ser rico, tenía la posibilidad de comer la comida más fresca y natural que había, aún así no quitaba el hecho de que no podían igualar la comida que saboreo en antaño.

Arata aun viviendo una vida acomada, no podía obtener productos comparados a los de la Tierra, y todo por la maldita guerra. La estupidez humana, como dijo Albert Einstein; no tiene límites. Pero no los odia, pues él es un hombre (o lo fue?). Arata entiende la naturaleza humana. Y odiar al hombre es odiarse así mismo. Comprende que es intrínseco ser imperfecto...

¡Pero realmente anhelaba probar de nuevo una cazuela!

...

Terminando de comer su cena, Arata se levantó de la cama y puso el plato y el vaso sobre la mesa que estaba al lado de su cama.

Luego de eso, Arata tomó camino perezosamente hacia el baño, para cepillarse los dientes.

Después de terminar de cepillarse los dientes y hacer sus necesidades, se acercó a su cama mientras la miraba con una mirada perdida. No se sabia lo qué estaba pensando nuestro querido Arata. Solo estaba ahí; inmóvil como una estatua. Pero pronto retrajo su mirada y la enfocó en una estructura con unos lentes en su parte delantera.

Seguidamente de esto, se acercó hacia la estructura, la acarició con suavidad, mientras en sus labios se creó una media sonrisa.

Después de acariciar los lentes, Arata los tomó con ambas manos y lentamente se los puso sobre su cabeza...

*Iniciando conexión*

*Conexión cerebral exitosa*

Se escuchó la voz de la IA.

Es hora de reclutar subordinados. Desde hoy, Arata será leyenda...

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