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De amores y razones 1.90

Después de que Viggo tuvo su conversación con Hephaestus, salió de la habitación y se encontró con Kiara. Ella lo miró a los ojos y Viggo solo sonrió para ella. Él se acercó y puso sus manos sobre la cadera de Kiara. La miró a los ojos y le dio un pequeño beso. Después del beso, ambos sonrieron con complicidad. Viggo la tomo de la mano y la condujo por el largó pasillo de la mansión.

Al mismo tiempo que avanzaban, Viggo se acercó a Kiara y le susurró al oído algunas cosas que la divertían. Kiara le respondió susurrándole al oído y después le mordió el lóbulo de la oreja. Viggo reacciono tomando a Kiara de las caderas y la apoyaba contra la pared. Él acercó su rostro y la beso. Al mismo tiempo, ella se colgó del cuello y contestó su avance. Sin embargo, cuando Viggo deslizo su mano por el gran tajo en el hábito, Kiara lo detuvo. Viggo la miró a los ojos lleno de deseo, pero ella negó con una sonrisa coqueta. Entonces Viggo agachó la cabeza soltando un suspiro y negó con una gran sonrisa en sus labios. Después ellos se tomaron de la mano y siguieron caminando con dirección a la habitación.

Una vez que llegaron a la habitación, Viggo dejo pasar primero a Kiara y después cerró la puerta detrás de él. Kiara se volteó mirando con una sonrisa astuta y Viggo la abrazó de la cadera. Él acercó sus labios y se besaron apasionadamente mientras él llevaba sus manos de las caderas hasta las nalgas sintiendo la firmeza y la suavidad.

Después ellos se separaron y se miraron a los ojos con deseo. Viggo llevo sus manos al velo de Kiara y se lo quito, revelando así el largo cabello oscuro. Él la miró a los ojos, encontrándola más bella que nunca. Le tomo el rostro y la beso con toda su pasión. Kiara también tomo el rostro de Viggo y respondió a sus apasionados besos. Poco a poco, las manos de Viggo se fueron deslizando, bajan por el cuello hasta llegar a los grandes senos, sin nunca dejar de besarla. Él sintió el contorno, lleno, grande y firme de los senos sobre la ropa. Después él siguió bajando, disfrutando de la hermosa silueta hasta llegar de nuevo a las pronunciadas caderas. Sin embargo, diferente de la vez anterior, Kiara le permitió continuar y Viggo metió su mano derecha por el gran tajo en el hábito. Primero paso su mano por la suave y larga pierna, avanzando a paso lento hasta llegar a las nalgas y descubrir que ella no llevaba nada por debajo. Eso lo encendió y Viggo llevo su otra mano por debajo del hábito y comenzó a masajear ambas nalgas. De vez en cuando, él deslizaba sus dedos y estimulaba el ano de Kiara.

Al mismo tiempo, Kiara noto el gran bulto por debajo de la túnica de Viggo y le comenzó a soltar el gran cinturón de cuero, después siguió con la túnica y las telas que cubrían sus partes.

Al mismo tiempo, Viggo sintió como su pene toco el estómago de Kiara. Él levantó a Kiara de las nalgas, se dio la vuelta, la apoyo contra la puerta y la continúo besando. Kiara sintió como él introdujo su pene en la vagina y se fue abriendo paso. Una vez que Viggo llego a lo más profundo, le apretó las nalgas y la fue moviendo de arriba hacia abajo. En un principio los gemidos de Kiara fueron cubiertos por los labios de Viggo, pero ella no pudo más y aparto la boca para gemir como le dictaba su cuerpo. Viggo la embestía una y otra vez mientras le lamia el cuello y de vez en cuando le dejaba chupones.

Una hora más tarde, Viggo y Kiara estaban besándose en la cama. Ya lo habían hecho dos veces, pero Viggo seguía igual de intenso que en un principio.

-¿Ya?- pregunto Kiara mientras abrazaba a Viggo

Viggo le besaba al cuello a Kiara mientras asentía -sí- le susurro.

Entonces Kiara llevo su mano al pene de Viggo y sintió como la carne estaba caliente y palpitando.

-¿Estas mucho más enérgico que de costumbre?-

-No lo sé, a lo mejor, tiene cierto sentido inmoral hacerlo en la casa de los padres-

Kiara soltó una risita divertida, pero se apartó un poco dejando a Viggo congelado. Él pensaba que lo estaba haciendo bien y que era posible hacerlo una tercera vez. Sin embargo, la sonrisa de Kiara lo tranquilizo.

-Esto- dijo Kiara agarrando el pene de Viggo con su mano -está demasiado enérgico y conozco a las personas perfectas para este momento-

Al instante siguiente alguien toco la puerta y Kiara asintió a Viggo con una sonrisa astuta, como queriéndole decir "y aquí están". Ella se levantó de la cama y dejo que la luz de la luna iluminara su cuerpo. La espalda de Kiara era pequeña, su cintura apretada y su trasero redondo y grande con forma de corazón. Ella caminó contoneando sus caderas y Viggo se quedó en la cama disfrutando de la vista.

Una vez que Kiara llego a la puerta, la abrió y dejo ver a dos muchachas de pie del lado del pasillo. Una era Sakura y la otra era Ana, ambas vestían camisones blancos a modo de pijama mientras sujetaban una almohada. Kiara las quedo mirando con una sonrisa burlona y ellas al ver a Kiara desnuda, entendieron que sus suposiciones eran correctas.

-Buenas noches, maestra- dijo Sakura

-Buenas noches- dijo Ana

-Buenas noches a las dos, entren, sé a lo que vienen- respondió Kiara con una sonrisa astuta

Sakura y Ana se sonrojaron, pero evitaron demostrar su vergüenza al ser leídas con tanta facilidad. Ellas entraron a la habitación y Kiara cerró la puerta detrás de ellas. Entonces ella avanzó por delante de ellas hasta alcanzar la gran cama.

Sakura y Ana avanzaron por el otro lado de la cama cargando sus almohadas hasta que llegaron a la cabecera. Al mismo tiempo, Viggo se sentó, se apoyó en el respaldo y ellas sonrieron para él.

-Buenas noches, Viggo- dijo Sakura con una hermosa sonrisa en sus labios y las mejillas ruborizadas

-Buenas noches- dijo Ana con una voz pequeña y suave como el susurro del viento.

-Buenas noches a las dos, vengan, acuéstense, hay suficiente espacio- dijo Viggo con una sonrisa. Él se acercó a Kiara al lado derecho de la cama y dejo suficiente espacio para que ambas hermanas se acostaran.

Al mismo tiempo, ellas se subieron, acomodaron sus cabeceras y se acostaron. Viggo se volteó para mirar a Sakura y Ana. Él se recostó apoyando su codo sobre el colchón y su rostro sobre su mano mientras le daba la espalda a Kiara.

Tanto Sakura y Ana miraban a Viggo llenas de expectativas mientras él las miraba. Viggo con su largo cabello rojo hasta los hombros e iluminado por la luna les pareció sexy, sobre todo sus intensos ojos azules. Al mismo tiempo, Viggo se inclinó hacia delante y le beso la mejilla a Sakura. Ella sonrió feliz y Ana miró como si la hubieran agravado.

Viggo noto el pequeño gesto y dijo -permiso- entonces él se movió por encima de Sakura dejando que ella sintiera como estaba de firme su pene. Él se acostó entre ambas hermanas mientras ellas se hacían a un lado para dejarle el suficiente espacio. Una vez que Viggo estuvo cómodo entre ellas, miró a Ana y le dio un tierno beso en la comisura de los labios. Lo cual, hizo sonrojar a Ana. Después de eso, Viggo se acostó sobre el colchón y Sakura y Ana se apoyaron contra su pecho.

Al mismo tiempo, Viggo llevo su mano por la espalda sintiendo el contorno de la espalda hasta la cadera. Sakura respondió el gesto llevando su mano al estómago de Viggo y acariciándolo mientras Ana miraba a Viggo como esperando algo. Viggo se inclinó hacia Ana y le beso los labios mientras él sentía como Sakura llevaba su mano cada vez más abajo hasta tomarle el pene. Sin embargo, Viggo se mantuvo en control en todo momento y siguió besando a Ana. Al mismo tiempo, Viggo comenzó a levantar con sus manos los camisones y a tocar las nalgas directamente. Los besos de Ana se volvieron más intensos mientras Sakura lamia el pectoral de Viggo y masajeaba el pene con su mano.

Por otro lado, Kiara los veía amarse entre los tres de forma tan libre e inocente que ella solo sonreía. Después de un par de minuto, Viggo detuvo a Sakura y la miró a los ojos. Kiara sonrió al verlos tener ese nivel de comprensión. Entonces ella vio como Sakura se hizo a un lado, Ana se quitó el camisón y Viggo se ganó entre sus piernas. Entonces él le tomo un pie y le comenzó a lamer los dedos. Ana retrajo su pierna sintiendo ciertas cosquillas, pero no pudo escapar de Viggo. Él siguió lamiendo los finos dedos de los pies y poco a poco subió por el empeine hasta llegar a las pantorrillas, donde le dio pequeñas mordidas. Después continuo a los muslos, disfrutando de todo el camino hasta llegar a la vagina.

Para cuando Viggo llego a la vagina de Ana, ella ya estaba mojada. Sin embargo, como un buen amante, Viggo siguió con el trayecto y le comió la vagina. Ana se agarró a la almohada mientras soltaba gemidos de placer. Después de un tiempo, Ana giraba su cabeza de lado a lado mientras quería negar todo el placer que estaba sintiendo. Sin embargo, cuando ya no pudo aguantar más, soltó un grito ahogado mientras curvaba su espalda y apretaba los muslos.

Por su parte, Viggo subió por el cuerpo de Ana hasta poder abrazarla y que ella se abrazara a él. Una vez que la ola de placer paso, Ana miró a Viggo agradecida y le dio un tierno beso en los labios. Viggo le devolvió el beso y la miró a los ojos. Ella asintió con una sonrisa y él se introdujo en ella. Sin embargo, con toda la estimulación previa, Ana soltó un fuerte gemido mientras jadeaba. Viggo la miraba a los ojos y la embestía una y otra vez. Ana acercó su rostro y Viggo la beso.

Entonces con toda la estimulación previa, Ana termino a los pocos minutos y solo pudo abrazar a Viggo mientras las oleadas de placer le quitaban cualquier noción del tiempo y el espacio -lo, siento- dijo ella entre jadeos una vez que recobro la conciencia. Ana estaba abrazando a Viggo como si su vida dependiera de eso. Viggo solo respondió con una sonrisa y le beso la nariz. Después le beso los labios y estuvieron abrazados durante un minuto hasta que alguien tosió.

-Lo siento, Ana, pero es mi turno ¿Te acuerdas que tienes una hermana?- pregunto Sakura con una sonrisa que no lo era

-Lo siento- dijo Ana, después ella miró a Viggo que estaba encima de ella. Ana levantó su cuello y le dio un beso. Viggo sonrió y poco a poco salió de ella.

-Viggo- dijo Sakura al mismo tiempo. Ella se tendió sobre la cama, tomo sus muslos por detrás y se puso en forma de M -puedes entrar en mí, yo ya estoy bien-

-No- dijo Viggo con una sonrisa astuta y Sakura hizo un puchero. Entonces él le hizo el gesto de que se volteara y ella lo hizo. Viggo continuo -levanta tu trasero-

Sakura levantó su trasero como lo dijo Viggo y él se acercó a las nalgas.

-Veamos ¿A que sabe esto?- dijo Viggo de forma juguetona. Él llevo su lengua a la parte entre el muslo y las nalgas. Paso su lengua de abajo hacia arriba sintiendo la piel tersa y la firme condición de las nalgas. Al mismo tiempo, Sakura fue sintiendo como la lengua de Viggo pasaba por las nalgas y de vez en cuando pasaba haciendo círculos alrededor de su ano. Ella se comenzó a sentir caliente y para cuando Viggo llevo a la zona entre el ano y la vagina, Sakura ya estaba lo bastante húmeda para que él pudiera entrar. Sin embargo, Viggo siguió estimulando hasta que ella sintió una oleada de placer y toda su figura se derrumbó sobre la cama.

Sakura jadeaba con el rostro apoyado sobre las sábanas blancas. Al mismo tiempo, noto que su hermana estaba acostada a su lado y la miraba a los ojos. Entonces ella sintió como Viggo dejo caer una parte de su peso sobre su espalda. Viggo la volteó para quedar acostada de lado mirando a Ana. Entonces él le levantó las piernas y ella pudo sentir como Viggo llevaba su pene a la vagina. Al mismo tiempo, ella miraba a su hermana y sintió como Viggo entro en ella poco a poco. Sakura jadeaba con cada embestida mientras le mostraba el rostro más indecente y embarazoso que tenía a su hermana. Sin embargo, cuando Viggo se corrió en su interior, se sintió más intoxicante que nunca en la vida.

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