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CAPÍTULO 18- Androides.

CAPÍTULO 18- Androides.

El Rey.

Un hombre mundialmente conocido por ser el único humano normal que pudo darle pelea al Rey Demonio.

El Rey Demonio lo derrotó después de pelear dos días completos.

Le perdonó la vida como muestra de respeto, pero también eliminó sus puntos mágicos. El Rey se volvió una persona sin magia después de la pelea.

Es un hombre admirable, que es respetado por todos.

Un hombre que no le tiene miedo a nada… Bueno, a casi nada.

Su único miedo es…

—No, Dreimo… No… Y-ya me separé de mis novias… S-soy un hombre fiel… ¡No me tortures!

El Rey tenía 5 compañeras en su equipo cuando era un aventurero de clase SSS.

Ellas se enamoraron de él y viceversa.

Se casaron y tuvieron hijos.

Ellas lo amaban, él las amaba… Vivían felices, hasta que Dreimo los separó.

Obligó al Rey a separarse de 4 de sus esposas. ¿Por qué? "Me dan asco las personas con harem". Fue lo que le dijo al Rey.

Obviamente, las esposas del Rey no querían separarse del Rey, así que Dreimo las secuestró y las envió a otro mundo, para que inicien una vida nueva.

El Rey no sabe eso último, él cree que ellas se fueron a otro continente porque Dreimo las amenazó.

¿Por qué Dreimo hizo algo tan cruel?

"Ustedes me recuerdan mucho a un estúpido Dios". Fue lo que les dijo a las esposas del Rey cuando las abandonó en otro mundo.

—N-no, Dreimo… El pepino otra vez no…

Y el Rey, después de sufrir varias humillaciones y torturas por parte de Dreimo, se quedó traumado.

Incluso tiene pesadillas con Dreimo.

Dreimo no miente cuando dice que él no es un héroe.

—Fufu. Eres patético.

Seirak pateó al Rey y cayó al suelo.

—¡¿Eh?!

El Rey se despertó asustado.

—¡¿Q-qué haces aquí, idiota?!

—¿Idiota…? Qué grosero. Solo vine a informarte algo.

Seirak le dijo al Rey lo que Dreimo le dijo, y la reacción del Rey es claramente de preocupación y miedo.

—¡¿Q-qué?!

—Bueno, ya hice mi trabajo.

Seirak pateó la entrepierna del Rey y sonrió.

—Y ahora te daré la paliza que Dreimo me dijo que te diera.

Después de dejar al Rey casi muerto, Seirak se despidió de él y saltó por la ventana.

—Dreimo no me dijo que lo hiciera, pero no pude evitarlo.- Pensó sonriendo.

El Rey reunió toda su fuerza y se levantó lentamente del suelo.

—E-esa paliza fue la más fuerte que he recibido últimamente… D-Dreimo sabe lo que planeo… E-esto fue una amenaza… ¡Maldita sea!

Sea lo que sea que el Rey está planeando, Dreimo no sabe nada.

Fue una simple coincidencia.

(Pov- Dreimo.)

Ah… Un lindo día.

Tan silencioso… Sin personas molestas… Sin nobles lamiendo mis zapatos para que les haga favores.

Esta vida normal es perfecta.

Ya no tengo que soportar que me traten como si fuera alguien superior.

Nunca me gustó. Siempre me dio pena ajena las personas que se arrodillaban ante mí.

Ahora soy un simple bibliotecario, aburrido y cobarde.

Nada arruinará esta normalidad.

El Rey Demonio lo maté y destruí su alma.

Las héroes que están enamoradas de mí probablemente vivan 100 años.

… Bueno, excepto Meimik y Saraik. Pertenecen a razas que viven 1,000 años, y tienen mi edad. Ellas vivirán más que las demás.

Mmm… A diferencia de mí, ellas tienen un límite de poder. No debo preocuparme de que se vuelvan locas de poder.

Ah, una estudiante de la escuela pública que hay en la ciudad.

Probablemente esté buscando algún libro para estudiar.

Pobres estudiantes, aquí no existe el internet.

… Oh, es ciega.

Apenas me doy cuenta.

Estoy acostumbrado a ver a las personas a los ojos para evitar malentendidos.

Tiene los ojos cerrados y usa un bastón.

… Y tiene cicatrices en su cuerpo.

Lo más probable es que haya sobrevivido algún incendio… Pero esas cicatrices son raras… Las tiene en su brazo izquierdo y parte de su rostro, en su mitad izquierda.

Seguramente tiene una vida difícil. Las personas de este mundo son más ignorantes. En este país prohibí la homofobia y la discriminación de razas… Aunque tuve que usar la fuerza, matando a todas las personas que descubría haciendo eso.

Algo cruel, pero no me importa.

Funcionó, en cierta manera.

Reemplacé a la mayoría de las personas que gobernaban el mundo por personas de confianza, para que hagan de este mundo uno mejor.

Poco a poco mejorará.

Y esta estudiante tiene como 12 años… Es demasiado joven… Le queda una larga vida difícil.

—Buenas tardes, señorita. ¿Busca algún libro en específico? ¿Algún tema?

—B-buenas tardes… B-busco… Busco… un libro sobre… los héroes.

Mmm… Sí, lo sospechaba.

Tiene baja autoestima.

Es muy tímida y habla bajo.

… Me da igual.

—Los héroes… Mmm… Sígueme, por favor… Supongo que puedes seguir mi voz. Yo te guiaré.

—Gracias… señor.

Me dirigí a la sección para ciegos y me aseguré de que ella no choque con nada.

Ser ciego debe ser difícil… Nunca he sido ciego, así que no sé si sea muy difícil vivir.

—Héroes... Héroes… Aquí está.

Tomé un libro y se lo entregué en sus manos.

—Es el más reciente que se ha publicado. ¿Lo pedirás prestado o lo leerás aquí?

—… S-señor… soy ciega… No puedo leer. Me lo llevaré para que mi madre me lo lea.

—… Ah… ¿Entonces quieres un libro normal?

—¿Eh?

—Te di un libro para ciegos… Ah… P-perdón, señorita, no le informé sobre la nueva sección de la biblioteca… Aunque ya tiene dos semanas de antigüedad.

—¿Libro para ciegos?

—Te enseñaré.

Tomé el libro y lo abrí.

—Estos libros son especiales para ciegos. Te enseñaré a leerlos.

Yo mismo los escribí.

Nadie se preocupaba por los discapacitados en este mundo, así que hice esto para que no se sientan excluidos… Eso, y también porque mi jefa me obligó a hacerlo cuando descubrió que sabía crear libros para ciegos.

Dije eso en mi entrevista para impresionarla y que me contrate.

Dreimo estaba sentado con la estudiante, enseñándole a leer.

Yuik los observaba con curiosidad desde lejos.

Ella sentía admiración por Dreimo, pues él le está ayudando a una niña ciega a leer.

Pero Dreimo solo lo hace porque es parte de su trabajo. Si no fuera su trabajo, ignoraría a la niña.

—A-amable…

—Sí, lo es. Es parte de su encanto.

Neik le acarició la cabeza a Yuik.

—Tu hermano es muy amable.

Yuik asintió rápidamente.

(Pov- Dreimo.)

Mantengo mi distancia, y solo le estoy explicando cómo se usa el libro.

No le estoy tocando las manos ni nada que la incomode.

Para que ella aprenda cómodamente, no debo hacerla sentir incómoda.

Sería muy raro que un desconocido la toque. Prefiero evitar malentendidos.

—Cuando identifiques las letras y llegues al espacio, solo debes unirlas y formar la palabra. Una vez que te acostumbres, podrás leer más rápido y preciso.

—G-gracias.

—No es nada, es parte de mi trabajo.

Ah… Ayudar a una niña a leer es mejor que estar parado sin hacer nada.

Lejos, muy lejos de la ubicación de Dreimo, en un desierto, se encuentra una base subterránea, en donde trabajan cientos de personas… O clones de una sola persona.

—Fufu… Haha… ¡¡Hahahahaha!! ¡¡Están vivos…!! Bueno, vivos no… ¡¡Funcionan!!

Un científico loco se está riendo mientras tres robots humanoides están observando sus cuerpos.

—Los androides funcionan… ¡¡Funcionan!!

—Creí que los robots con apariencia de mujer tenían otro nombre.

—No me importa.

El científico es un anciano que usa enormes lentes y tiene pequeños cuernos en su frente.

A su lado está un hombre muy gordo, observando a los androides.

Uno de ellos tiene la apariencia de un niño de 5 años.

La segunda tiene la apariencia de una chica de 15 años, sin pechos, y usa un vestido rosa, que la hace ver adorable. Su cabello es negro y largo, y sus ojos son verdes.

Y la última tiene la apariencia de una mujer de 25 años, muy parecida a la segunda, pero ella tiene los pechos grandes, cabello corto, y usa ropa más a la moda. Una falda blanca, medias largas negras, y una blusa negra.

—¡Hijos míos, yo soy su padre! Pueden llamarme: "Padre".

—Hola, padre.- Dijeron los tres.

—¿Y crees que funcione?- Dijo el hombre gordo.

—Por supuesto que funcionará. El héroe Dreimo es conocido por matar a todas las personas que tienen esclavas sexuales. Él no puede evitar ayudar a las personas que sufrieron de abuso sexual. Mis hijos fingirán que fueron esclavos sexuales para que Dreimo los salve, y cuando esté distraído, lo matarán.

—… ¿Tienen partes humanas?

—Artificiales, pero sí.

—Fufu. Me pregunto si…

Él intentó tocarle los pechos al tercer androide, pero ella le destruyó la cabeza con un poderoso golpe con su puño izquierdo.

—Ah, olvidé decirte que son mis hijos, no permitiré que alguien se aproveche de mis hijos.

El cuerpo sin vida del gordo cayó al suelo.

—No importa, no eras de utilidad… Bueno, les daré nombres clave. Número 1, tú te llamarás "Tim". Número 2, tú te llamarás "Hana". Y número 3, tú te llamarás "Elizabeth". ¿Entendieron?

Los tres asintieron.

—Entendimos, padre.

—Sus cerebros pronto se adaptarán a ustedes y tendrán personalidades. Por ahora, entrenarán.

—¡Original, original!

Uno de los clones del científico se acercó a él.

—¡Dreimo nos descubrió! ¡Viene por nosotros!

—¡¿Eh?! ¡¿Cómo es posible?!

—¡Debemos irnos!

—¡Mierda, y los androides expulsan una gran cantidad de poder mágico!

—¡Debemos usarlos como carnada para escapar!

—Tsk. Debemos iniciar se nuevo… ¡Hijos, váyanse lejos de aquí, muy lejos!

Los tres asintieron y se alejaron volando mágicamente.

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