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CAPÍTULO 5- Un día de compras. Parte 2.

CAPÍTULO 5- Un día de compras. Parte 1.

Un pequeño Dreimo, de 5 años, que tiene el cabello negro, está llorando en el suelo, jugando con dos muñecos.

Pero, a pesar de estar llorando, su expresión es la misma que la de Yuik… Tiene un rostro inexpresivo… Una mirada sin esperanza.

—Quiero morir… No quiero que me sigan tocando.

Manos salieron del suelo y comenzaron a tocar su cuerpo.

—No quiero, mamá… No quiero.

(Pov- Dreimo.)

Abrí los ojos… Ah… Las pesadillas nunca terminarán… Ya superé mi pasado, pero las pesadillas no desaparecen.

Ya no estoy tan traumado… ¿Por qué sigo teniendo pesadillas?

Bueno… No importa. Solo debo ignorarlas.

… ¿Una nota en mi pecho?

Tomé la hoja de papel.

Me levanté y estiré los brazos… Ah… El suelo estaba frío, pero cómodo.

—Espero que no sea una amenaza de esa Diosa inútil.

… Oh, es una nota de agradecimiento de Yuik… "Gracias por darme un lugar para dormir"… Qué lindo gesto… Me da gusto que sea agradecida.

La observé dormir solo por unos segundos y salí de la habitación.

No quiero que me descubra viéndola y piense que soy un pervertido.

—Acabo de confirmar dos cosas.

Número 1: ¡Por fin tengo un amigo! Ah… Mis antiguas compañeras las consideraba mis amigas, pero ellas estaban enamoradas de mí, no se comportaban como verdaderas amigas… Y mi único amigo hombre me traicionó.

Número 2: No estoy enamorado de ella… Creí que viviría el cliché de salvar a la chica linda y enamorarme de ella, pero… No me siento atraído por ella.

No me importa su pasado, después de todo, ambos sufrimos casi lo mismo… Yo nunca me he enamorado… Nunca… Ah… Creo que no podré conseguir novia… Bueno, tengo una amiga, con eso estoy conforme… Solo espero que no se enamore de mí.

Por ahora, solo quiero un amigo… Una persona de confianza en mi vida… Alguien para beber juntos, discutir, divertirnos, etcétera… Supongo que eso hacen los amigos.

—Mejor no pienso en eso por ahora.

—¿Tuviste sexo con ella?

—… Sant, ¿no tienes trabajo como Diosa? Deja de perder el tiempo.

Sant apareció al lado de mí.

—Responde mi pregunta.

—No. No tuve sexo con ella. Y no, no estoy enamorado de ella ni siento algo por ella. Y tampoco siento nada por ti. ¿Feliz?

—Sí… Aunque eso último me dolió escucharlo.

Se sentó en una silla y sonrió.

—¿No me invitarás a desayunar?

—Las personas normales no desayunan con Dioses.

—Es cierto… Eres el señor "normal". Fufu. ¿Por cuánto tiempo seguirás jugando a ser una persona normal? El humano más odiado por los Dioses está lejos de ser normal.

—Odio ese título.

—Pero te lo mereces. ¿O prefieres tu antiguo título?

—Cállate.

—Ah… ¿Te enojaste?

Suspiré y me acerqué a ella.

—Quiero pedirte un favor. Si lo haces, seré tu amigo.

—Fufu. Daré un paso adelante. ¿Qué quieres?

—Tortura a los bandidos que maté. Dales el peor castigo que puedas... Y por toda la eternidad.

—Será un placer.

Se levantó y me guiñó el ojo.

—Volvemos a ser amigos de la infancia. Estamos un paso más cerca de que se cumpla el cliché del romance entre amigos de la infancia.

—Nunca sucederá.

—Fufu. No puedes escapar de tu destino, cariño… Y lo sabes perfectamente.

Ella desapareció.

Ah… Ella solo aparece para darme dolores de cabeza… Al menos me aseguré de que los bandidos que hicieron sufrir a Yuik sufran por toda la eternidad.

—Un poco de esto… Un poco de aquello… Sí… Bien… ¡Terminé!

Huevos con carne… Es todo.

—Desearía saber cocinar.

Pero al menos adorné la comida con salsas y condimentos… Espero que sepa bien.

… Escuché pasos.

Volteé a mi izquierda. Oh, se despertó… Se ve adorable con el cabello despeinado… No como la Diosa inútil que tiene el cabello despeinado para diferenciarse de la perra de su madre. A diferencia de Yuik, Sant se ve rara, pero linda… Odio admitirlo, pero es linda. Yuik es adorable con el cabello despeinado.

—Buenos días, Yuik. Siéntate, el intento de desayuno está listo.

Ella comenzó a escribir en la libreta… Oh, ya se está acostumbrando.

Me enseñó lo que escribió.

Dice: "Buenos días, Dreimo".

—Gracias. Toma asiento.

Ella asintió lentamente y se sentó en la mesa.

Puse los platos en la mesa y me senté al lado de ella.

—Por favor, que sea comestible. Por favor, que sea comestible.

Probé la comida y casi vomité.

Exageré con la sal… Y con la pimienta… Y el limón… Y el aceite… Y con todo.

—… Mejor vamos a un restaurante. Te compré un vestido para salir. Te compraré más ropa, pero tú la escogerás, yo no sé nada de ropa.

Mi sentido de la moda es raro… No me importa… Solo uso ropa que se vea cómoda.

Cuando trabajaba como un héroe, me obligaron a usar ropa llamativa para tener algo que me distinga de los demás.

Decidí usar ropa blanca con adornos innecesarios… Ah… Me veía ridículo, pero todos decían que me veía genial… No entiendo la moda.

Me cambié de ropa y me puse un traje negro para salir.

Yuik está usando un lindo vestido rojo… No sé si es lindo o no… No sé nada de moda… Pero se le ve bien. Me aseguré de que no tuviera escote y que fuera largo. Estoy seguro de que ella se sienta nerviosa y asustada cuando otras personas la ven… Y ella es hermosa. Definitivamente llamará la atención de los hombres.

Salimos de la casa y comenzamos a caminar juntos por las calles de esta gran ciudad.

Ella estaba claramente nerviosa y asustada, no deja de mirar el suelo mientras camina.

Se siente insegura.

… Si le sostengo la mano, se asustará… Le tomará más tiempo acostumbrarse a la libertad. Todavía no confía en nadie.

Seguramente le dan asco los hombres… Si la tomo de la mano, me tendrá miedo y probablemente se desmaye.

—Oye…

Me detuve y le ofrecí la manga de mi camisa.

—Puedes sostener mi camisa mientras caminas, así no te perderás. Te ofrecería mi mano, pero las tengo sudorosas. No te preocupes, conmigo estarás segura. Te prometo que no existe alguien en esta ciudad que pueda derrotarme.

Ni en este mundo.

Ella asintió y tomó la manga de mi camisa.

Perfecto. Seguimos caminando juntos.

… Sigue temblando y mirando el suelo.

Bueno… Todavía es muy pronto para que vuelva a sonreír… Será un largo camino, pero prometo que serás feliz de nuevo.

Haré todo lo necesario para ver una sonrisa verdadera en tu rostro.

Mereces ser feliz... Vivir una vida tranquila y feliz.

¡Serás feliz de nuevo, te lo prometo!

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