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Las cosas no salen siempre como uno quiere (EDITADO)

"¿Yuuma-san… crees que las guerras son necesarias?"

Itachi preguntó mientras estaba comiendo una nueva golosina que había comprado.

Estaba sentado sobre una banca de madera, la cual se encontraba fuera de la tienda de conveniencia.

"Es algo complicado de responder… primero deberías definir el tipo de guerra a la que haces referencia" – Respondió Yuuma, quien también estaba comiendo un dulce.

Ambos se encontraban sentados en la misma banca que el pequeño mientras conversaban de varias cosas.

Esta escena se había repetido durante casi una semana durante la cual el joven Uchiha venía a verlo diariamente en las tardes.

No obstante, Itachi venía justo cuando el resto de niños eran llevados por sus madres ya que estos últimos también venían a conversar alegremente con el tendero.

Por ello el pequeño Uchiha venía siempre más tarde ya que no quería incomodar a los otros niños.

Con esto, ya había pasado dos semanas desde que Yuuma inició su tienda y una semana desde que el pequeño Uchiha había empezado a venir.

Esto hizo que Yuuma estuviera muy 'ajetreado', al menos eso era lo que pensaban los ANBU que lo vigilaban.

"¿Tipo de guerra?" – Preguntó el niño.

"Así es Itachi" – Respondió el tendero – "Tienes que aprender la diferenciación entre guerras necesarias y guerras de elección. Las primeras se definen como las guerras que se dasarrollan porque no hay otra opción: la guerra es el único camino para evitar un mal mayor que está perfectamente garantizado en caso de no hacer nada. Como defender tu aldea ante un ataque inminente"

Estas palabras hacían pensar profundamente a Itachi.

Esta era la primera vez que le preguntaba este tipo de cosas a nuestro protagonista, ya que en las ocasiones previas solo hablaban de cosas cotidianas.

El pelinegro quería tener ver si el tendero era de confianza o sería otro adulto que lo trataría como un simple niño.

"Las guerras de elección, por el contrario, responden a una decisión de los altos mandos de una nación, un mero acto político que conduce a preferir la guerra en vez de la diplomacia, las sanciones o la negociación. Eso sucede en casos de intimidación hacia un grupo pequeño o cuando no quieren perder tiempo son asuntos que consideran triviales" – Yuuma habló mientras terminaba su golosina.

El niño siguió escuchando atentamente las palabras de este hombre, quien estaba dándole una especie de clase filosófica, algo que el pequeño Uchiha había querido, pero que su padre se lo había negado por considerarlo muy joven.

"Aunque hay otras formas de resolver los problemas, siempre habrá alguien que no esté de acuerdo con abordar los problemas críticos de manera pacífica y, lamentablemente, son esas personas las que tienen el poder de decidir que cosas se hacen o no dentro de una sociedad"

Las palabras del hombre hacían pensar en el significado de las palabras que estaba escuchando, significado que no era muy alentador.

"Quieres decir que hay personas quienes quieran resolver los problemas sin violencia ¿verdad?" – Preguntó en pelinegro.

"Los hay, pero esas personas no siempre pueden lograr lo que se proponen" – Respondió Yuuma.

"¿Por qué no Pueden?" – volvió a preguntar el niño.

"No pueden ya que están atados de manos, por así decirlo. Ellos deben responder ante personas quienes son los verdaderos 'jefes' de todo, aquellos que están detrás de las sombras. Son los que controlan todo lo que concierne a la supervivencia de una aldea y no siempre los intereses de un líder coinciden con los de esas personas"

"Esas personas… ¿son los Daimyo?" – Preguntó en tono inquisitivo el niño.

'Je, que inteligente muchacho' pensó nuestro protagonista'

"Así es pequeño Uchiha, aunque hay más personas involucradas, ellos son los que manejan todo. No son Shinobi poderosos, no son lideres de las aldeas, pero controlan todo bajo un sistema muy estricto. Así seas el ninja más poderoso de una aldea, tendrás que rendirle cuentas a ese tipo de personas" – Respondió Yuuma.

"¿Y quienes son las otras personas involucradas?" – Preguntó nuevamente el niño.

Era muy evidente la necesidad de conocer por parte de este niño todo lo que concierne a la violencia y sus orígenes, por lo que Yuuma encausaría la mente de este pequeño para que no tenga un final trágico y le sea de utilidad, de ahí este tipo de conversaciones.

Sin embargo, justo cuando nuestro protagonista iba a responder, una femenina voz llamó la atención de ambos.

"Con que aquí es donde vienes a comprar tus dulces eh Itachi-chan" – Al escuchar esta voz, el pequeño pelinegro dio un salto y se percató de la persona dueña de esta voz.

Era una mujer de estatura mediana, con la piel blanca y muy hermosa, con los ojos oscuros y la nariz pequeña.

Su cabello, de tonalidad azul oscuro, era largo y liso, con flequillos a ambos lados de la cara.

Vestía con una sencilla camisa de color púrpura, una falda roja y sandalias azules abiertas en las puntas.

Lo más resaltante de esta bella dama era su abultado vientre, de unos aparente siete u ocho meses de gestación.

"¡Madre… que haces caminando!"

El pequeño Uchiha exclamó cuando vio a la mujer sonriente quien se acercaba a la tienda de conveniencia.

Ella era Mikoto Uchiha, la madre del pequeño niño, quien se dirigió al lado de esta mujer para tomarle la mano.

"Ara Itachi-chan, no debes preocuparte mucho, estaba aburrida de permanecer en casa, así que salí a conversar con unas amigas y mientras regresaba, quise ver donde es que mi pequeño hijo viene a pasar el rato"

La mujer responidó mientras acariciaba las mejillas del niño.

"N-No tenías que hacer eso"

El normalmente serio heredero Uchiha se sintió avergonzado de ser mimado por su madre en frente de su 'amigo', quien veía esta interacción con una pequeña sonrisa.

Yuuma se levantó de la banca y se acercó a la pareja de madre e hijo mientras extendía su mano hacia la matriarca Uchiha.

"Perdón por molestar, mi nombre es Yuuma y soy el tendero de la nueva tienda de conveniencia, mucho gusto en conocerte…" – Con una sonrisa suave y unos ojos penetrantes nuestro protagonista dio el primer saludo.

'Vaya… en verdad los rumores eran ciertos'

Mikoto se dijo así misma al conocer por primera vez a este sujeto.

Yuuma podría sonar como el nombre de un apacible hombre mayor o un niño inocente… pero el hombre frente a ella no era ninguno de esos tipos… tenía una presencia que logró distraerla por un momento, haciéndola sentir… extraña.

"Mikoto, mi nombre es Uchiha Mikoto, y también es un gusto conocer al famoso tendero que ha estado en boca de 'todas' las personas hoy en día" – Respondió la mujer mientras enfatizaba quienes eran las que más repetían su nombre en el pueblo.

"jajaja… no es algo de lo que deba estar muy orgulloso, ya que soy nuevo en esta aldea, solo he intentado ser cortés con todas las personas" – Con un buen rostro respondió nuestro protagonista.

La Uchiha, quien veía de cerca a esta persona, también lo estaba evaluando detenidamente, ya que ella no era una ama de casa cualquiera, también era una Kunoichi, por lo que la precaución era parte de su vida.

No por algo había sobrevivido a una guerra ninja en la cual fue una de las ninjas más letales, junto a su amiga pelirroja.

"Creo que tengo algunos productos que te podrían interesar Mikoto, incluso para el periodo después del parto"

Dándose la vuelta para ir al interior de la tienda, nuestro protagonista habló, haciendo que la mujer se sintiera extraña nuevamente por la forma en cómo se dirigió a ella.

Pero en el instante siguiente ella aprovechó la distracción de este hombre para activar su Sharingan e inspeccionarlo a fondo.

Sin embargo, no encontró nada anormal, a parte de que no tenia rastro de chakra en su cuerpo, tal como dicen los rumores.

'En verdad no tiene chakra… ¿por qué el Hokage permitió que se quede entonces?'

Este pensamiento era lo que corría por la mente de la mujer mientras trataba de analizar al sujeto, quien se detuvo y se dio la vuelta, justo después de que la mujer desactivara su Dojutsu.

"¿Umm, Mikoto? ¿Quizás no querrás algo de lo que te dije?" – El hombre preguntó de manera 'interrogante' a la mujer, quien no se había movido de su lado.

"Oh no es eso Yuuma-san, es que me sorprendió la forma en como me llamaste, debes saber que no es muy 'normal llamar a alguien por su nombre sin honoríficos"

Respondió la mujer con una sonrisa, cosa que puso 'en aprietos' al tendero.

"Ahh… es verdad, el cambio de cultura es un poco especial. Me había acostumbrado a esto ya que las personas con quien he estado hablando no les importaba esto, lamento si te incomodé"

"Descuida, para la próxima ya sabes que debes usar los honoríficos al menos cuando conoces a alguien por primera vez"

La madre de Itachi volvió a responder de manera simple.

Era verdad que solo las personas cercanas a uno mismo pueden usar solamente el nombre para tratar dirigirse a nosotros, pero había algo que ella no tomó en cuenta el día de hoy, algo que posteriormente la haría reflexionar.

Y es que a ella no le disgustó para nada que Yuuma pronunciara su nombre tan íntimamente…

"En cuanto a las cosas que vendes no me haría daño darles un vistazo verdad?" – Dijo de manera curiosa la matriarca Uchiha.

"Claro que no, puedes revisar todo lo que quieras, como dije, también tengo cosa que puedes usar para el post parto. Aunque no lo parezca, en el pasado aprendí algo de medicina, por ello conozco algo de lo que requiere un niño recién nacido" – Respondió nuestro protagonista mientras veía acercarse a la mujer embarazada.

Sabía que ella lo había estado observando, pero no tenía problema con ello, el que las mujeres sientan confianza es el primer paso para lograr cualquier cosa. Además, era una respuesta normal viniendo de un ninja.

"¿En verdad? Bueno, veré que cosas puedes tener a la venta. Vamos Itachi, acompaña a mamá a ver que podemos comprar"

Mas relajada que antes, la Uchiha habló mientras llevaba de la mano a su hijo para revisar que cosas podrían interesarle de esta nueva tienda de conveniencia.

......….....................

"Wow… en verdad ¿De donde has sacado todo esto Yuuma-san?"

¡Mikoto habló sorprendida ya que todo lo que había cosas eran algo que jamás se le hubiera ocurrido que existieran!

Como ella había estado embaraza antes, sabía toda la odisea que era cuidar a un recién nacido.

Las cosas que la aldea tenia para ofrecer en estos casos solo eran cunas, pañales y biberones.

Ella, al igual que casi todas las madres de este pueblo, conocían las carencias que tenían y los malabares que hacían para sortear todas estas precariedades.

¡Pero en esta tienda pudo encontrar varias cosas que eran la solución para aquellas carencias!

Batas para lactancia, ropa térmica para el recién nacido, mantas especiales para las cunas, kit de limpieza para el niño, mueblería necesaria para todas las cosas de atención, comida especializada para el niño…

¡¿Acaso no era esta una simple tienda de conveniencia?! ¡Tenía tantas cosas que jamás había visto en su vida!

"Ya sabes Mikoto, estas cosas son de varios lugares en los cuales eh estado. Te sorprendería saber que en algunos 'pueblos' hay mujeres que deciden tener a sus hijos solas, sin la presencia de algún marido, por ello los productos de cuidado materno y del bebé se han desarrollado mucho"

Nuestro protagonista habló mientras la mujer seguía mirando todos estos productos con una mirada fascinada.

"¿Y como has hecho para traerlos todos a Konoha? – Preguntó muy curiosa la mujer.

Estaba muy interesada por todo lo que se le había mostrado, incluso no tuvo queja por la forma en como Yuuma seguía llamándola.

"Eso es secreto comercial Mikoto, quizás con el tiempo te lo diga" – Nuestro protagonista respondió con una sonrisa, la cual sacó un puchero divertido e inconsciente en Mikoto.

Por un buen rato la mujer estuvo mirando todas estas cosas hasta que el cielo comenzó a oscurecerse y fue cuando la pareja de madre e hijo se despidieron del tendero para regresar a su hogar.

Así, en los siguientes días, la matriarca Uchiha seguiría viniendo para recoger a su hijo, aunque en el fondo de su subconsciente algo nuevo comenzaría a nacer…

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"¡Esto es inaceptable!"

Con un fuerte grito un molesto Danzo reaccionó al informe que le estaba dando un ninja arrodillado frente a él, quien tenía puesta una máscara similar al de un ANBU, además de tener todo el cuerpo oculto por una capa oscura.

Este Shinobi estaba al frente de un grupo de cuatro ninjas con la misma vestimenta y posicionados en la misma forma que el primero.

Este ninja era miembro de 'Root' o 'Raíz', que es un departamento de entrenamiento de Konoha fundado por el mismo Danzo.

Es además, una rama oficialmente disuelta del ANBU de Konoha.

Llevan a cabo Misiones en las que Danzo cree que se beneficiará a la Aldea, por lo menos, algunos de los cuales son menos que respetables.

La prioridad de la organización es su secreto, y la mayoría de sus misiones se llevan en la oscuridad, autónomos de la aldea; desde su punto de vista, ellos sostienen la creencia de "mantener al gran árbol de Konoha desde la profundidad de la tierra"

Ahora, este ninja había terminado su informe, dándole a Danzo un motivo más para estar molesto.

"¡No se como puede hacerlo Danzo-sama, pero todas nuestras acciones han sido contrarrestadas y anuladas con una rapidez y método que raya en lo ridículo!"

El líder de equipo exclamó ante la reacción molesta de su líder.

El viejo Alcón de guerra sabía que esas palabras eran verdad ya que él mismo conocía cual era su nivel como ninjas.

Sabía las capacidades y las habilidades de cada uno de estos cinco sujetos arrodillados… pero le costaba creer lo que había escuchado ahora.

Cada vez que sus subordinados querían infiltrase e la casa de ese sujeto extraño, siempre ocurría algo que les impedía entrar: un gato se les cruzaba y los delataba… un fuerte viento movía sus lugares de ocultación… sonidos extraños ocurrían a sus alrededores cada vez que decidían ponerse en acción…

Golpes sorpresas, resbalones inesperados, animales apareciendo de la nada… ¡Era un maldito infierno para quien estuviera coordinado una infiltración exitosa!

La primera vez que ocurrieron estos eventos pensaron que era posible que pase, pero que vuelva suceder el segundo, el tercero, el cuarto… así sucesivamente hasta que se completaron diez días ¡diez días en donde no pudieron averiguar nada!

¡Esto hizo que la reciente tranquilidad de Danzo se vaya por el desagüe!

"Maldito Yuuma… crees que puedes hacer juegos divertidos… veremos que tan bueno eres entonces..."

El Shinobi tuerto comenzó a murmurar mientras planeaba sus próximos movimientos contra este nuevo advenedizo de la aldea.

Danzo tenía una fuerte sospecha contra este hombre, pero no había nada con lo que se le pueda implicar, por ello envió a este grupo de ANBU Root para que se infiltren en su vivienda y así conocer sus secretos, pero quien diría que ni siquiera pudieron llegar a la periferia de la casa, tal como lo habían informado.

Estos ANBU eran más competentes que su contraparte bajo la orden del Hokage, por lo que se descartaba la interferencia de ese grupo, quien también tenían algunos miembros vigilando al tendero de la nueva tienda de conveniencia.

¡Solo podía ser el mismo Yuuma quien estuviera interfiriendo con la misión de estos ninjas Root!

Pero la pregunta es ¿Cómo lo hacía si no tenía nada de chakra?

Por ello era necesario conocer el secreto de ese tipo, ya que podría ser un posible factor dañino para Konoha en el futuro por lo que debía ser cuidado lo más pronto posible.

Pobre Danzo, si supiera que sus cinco ninjas postrados frente a él si cumplieron su labor el primer día que la llevaron a cabo… que los cinco ninjas lograron entrar en la cas del tendero…

No obstante, debido a que los cinco ninjas pudieron ver cual era la verdad de ese sujeto… su destino estuvo condenado desde el momento que pisaron esa casa…

Perdón chicos por no subír material el día de ayer, estaba ajetreado con el trabajo, por lo que quizás mañana tampoco lo haga, pero el fin de semana espero poder ponerme al día, por el momento aquí les traigo un muevo capítulo para ustedes, espero lo disfruten~

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