Goku miró perplejamente una lista que estaba frente a él, sus ojos estaban llenos de incredulidad pues no se esperó algo así.
"Uwaahh sabía que iba a suspender"
"No estoy entre los mejores pero aprobé"
"Supongo que algo es algo, ¿no?"
Más y más comentarios llenaban el pasillo que daba directo a su aula de clase, todos los alumnos estaban reunidos mirando una lista.
La lista estaba pegada en un tablón y en ella constaban los nombres de los alumnos ordenados de peor a mejor según la nota que sacaron en cada uno de sus exámenes.
-Genial, estamos entre los veinte primeros, no es un mal resultado realmente -habló Murayama mirando la lista con una sonrisa satisfactoria.
Habían cuarenta alumnos en total así que se podía decir que sus notas estaban ligeramente por encima del promedio, no estaba mal.
-Sí, y como todavía quedan tres exámenes podríamos subir unos puestos más -agregó Katase sonriendo y su mejor amiga asintió.
-¿Dónde quedó Goku? -preguntó Murayama inspeccionando aquella lista- Recuerdo que él se estaba esforzando mucho estos días y tal...
Murayama enmudeció al ver que el nombre de Goku... ¡estaba situado entre los cinco primeros!
-¿Q-qué? ¿Có-cómo e-es po-posible? -preguntó Murayama totalmente absorta y vio que Goku se encontraba parado a unos pocos metros de ella.
Katase también estaba en el mismo estado, pues las notas de Goku siempre estaban en el promedio. Pero esta vez fue muy distinto.
-¡Goku! -vociferó Murayama abriéndose paso entre la multitud hasta que llegó a él y tiró de la manga de su uniforme- ¡¿Có-cómo lo hiciste?!
Goku parpadeó sus ojos al verla tan exaltada pero enseguida comprendió a qué se debía eso.
-Sí, a mí también me sorprendió verme entre los cinco primeros -espetó Goku rascándose la nuca con una sonrisa y Murayama se quedó en shock.
No mentía en realidad, si bien estudió durante horas para estos exámenes no se esperó que el resultado de su esfuerzo tuviera tan alto premio.
Todos su alrededor de igual forma estaban muy sorprendidos, porque generalmente Goku no era alguien que destacara mucho académicamente.
Ahora sí destacaba, eso hizo que su estatus aumentara. Varios muchachos apretaron sus dientes con hostilidad y envidia ante aquello.
Otros muchos profesaban cierta admiración, la mayor parte de este sector eran féminas aunque también habían varios chicos en el grupo.
Gracias a sus sentidos mejorados Goku pudo sentir esa hostilidad que iba hacia su persona y suspiró suavemente con una sonrisa nerviosa.
-I-Increíble... pensar que cuando te pones a estudiar seriamente logras alto tan insólito -murmuró Murayama todavía atónita.
Vio que Goku tenía un sobresaliente en biología mientras ella tenía un notable... Era irónico, antes ella le ayudaba con los repasos de biología.
-Bueno, esto todavía no se acaba... aún nos quedan tres exámenes más y hemos de seguir esforzándonos -agregó Goku con una sonrisa.
Ahora que el tema de los ángeles caídos se había acabado, tendría mucho más tiempo para dedicar a los estudios y hacer otras cosas.
O eso creía.
Murayama y Katase asintieron ligeramente, todavía conmocionadas por la hazaña de Goku.
-¡Bien! Debo irme, nos vemos -se despidió el chico dándose la vuelta y caminando hacia el patio central, inmerso en sus pensamientos.
Originalmente tenía pensado ir a hablar con Tsubaki durante el recreo pero hubo un cambio de planes: Suzaku vendría a hablar con Rias.
Lógicamente debía estar presente así que no podía ser... y por la tarde tampoco ya que había quedado con su amiga Aika para ir al cine.
Así que debía ser mañana.
"Ojalá no haya ningún inconveniente, no quiero seguir alargando esta situación"- discurrió Goku con una sonrisa amarga en sus facciones.
Quería aclararlo todo con Tsubaki y retomar su amistad, esta vez sin secretos ni engaños. Pero, ¿por qué Goku insistiría tanto en esta amistad?
Pues cada vez que estaba con Tsubaki sentía una dicha insaciable brotando desde su corazón. Junto a ella podía reírse libre y verdaderamente.
¿Cómo olvidar que ella también cocinó para él un delicioso plato y le enseñó trucos de cocina? Definitivamente no quería perder esa amistad.
Además, Tsubaki había mostrado que no era la chica fría que todos pensaban que era. Él tuvo el honor de conocerla algo más profundamente.
Sin embargo, en varias ocasiones vio la tristeza inundando sus ojos y cada vez que eso sucedía buscaba alguna manera de ayudarla, de hacerla sonreír. Para él, su sonrisa era muy hermosa.
Inconscientemente comenzó a nacer en él un sentimiento de protección hacia Tsubaki, que era distinto al sentimiento de confianza a Suzaku.
Suzaku también le brindaba paz y tranquilidad... por primera vez en su vida empezó a tener claro cuáles eran sus sentimientos y emociones.
"¡Goku-san!"
Aquella voz le sacó de sus cavilaciones y no vio necesario girarse pues sabía de quién se trataba, y pronto la persona apareció enfrente de él.
-Es bueno verte Issei, ¿cómo has estado? -preguntó Goku con una pequeña sonrisa.
-¡Uwahh! Buchou me ha hecho correr veinte kilómetros y luego correr diez vueltas aparte de muchas flexiones y abdominales -Issei jadeó.
Apenas llevaba unos días como demonio y Rias ya le había sometido a tal infernal entrenamiento así como si nada, ¿acaso pretendía matarle?
Lo único bueno es que pudo sentir las nalgas de Rias en su espalda pues ella permaneció ahí mientras el pobre Issei hacía cien flexiones.
Incluso Goku estaba sorprendido, ni siquiera su rutina de entrenamiento diario era tan severa... y eso que su resistencia era comparable a la de un demonio. Sintió algo de admiración hacia Issei.
-Eso... es bueno, después de todo tienes que fortalecerte rápidamente... Ahora que eres un demonio estarás en constante peligro así como tu familia y amigos, así que debes hacerte fuerte para protegerlos -profirió Goku mirando a Issei.
Issei se quedó atónito, nunca pensó que sus padres pudieran estar en peligro por su actual condición como un demonio reencarnado.
En parte porque su ama era la 'increíble' Rias, ¿qué podía temer si ella estaba a su lado? Pero las siguientes palabras de Goku se lo aclararon.
-Que tengas poder no es sinónimo de que todo te vaya a salir bien, siempre habrán problemas y debes tener la fuerza suficiente para enfrentarte a ellos -añadió el azabache con suma firmeza.
No eran palabras al azar sino el fruto de su experiencia. Desde que recibió el sistema nunca se conformó con su poder y siempre que tenía la oportunidad fue a por más para fortalecerse.
Issei lo comprendió, no sólo debía hacerse más fuerte para tener su harem, sino que debía hacerse más poderoso para así proteger a sus seres queridos de cualquier posible amenaza.
No sería fácil pero eso no significaba que se iba a rendir... definitivamente no permitiría que nada malo sucediera a todos aquellos que amaba.
-¡Mmm... entiendo! ¡Tendré muy en cuenta estas palabras Goku-san, te agradezco profundamente! -exclamó Issei exaltado, pero con sinceridad.
Si no fuera por sus palabras habría seguido caminando a ciegas, pero ahora tenía claro qué es lo que debia hacer. Todo gracias a Goku.
-Genial -habló el azabache sonriendo por esa respuesta, que le dejó muy contento- Por cierto, ¿lograste aprobar los exámenes parciales?
Enseguida el entusiasmo inicial de Issei desapareció y negó con la cabeza mostrando una sonrisa nerviosa sobre su rostro.
-Reprobé la mitad, pero como quedan tres... ¡todavía puedo salvar el trimestre! -exclamó Issei animándose a sí mismo con determinación.
-Así se habla, además nos queda un trimestre... el curso aún no ha terminado -agregó el chico e Issei asintió enérgicamente al escucharle.
-A todo esto... ¿cómo está Asia-san? -preguntó Issei con preocupación hacia su amiga luego de haberla visto inconsciente ayer por la noche.
-Muy bien, de hecho debería estar a punto de llegar -respondió Goku esbozando una sonrisa y el castaño le miró ligeramente confundido.
Pero enseguida entendió qué quiso decir, pues vio cómo Asia caminaba hacia ellos junto a una hermosa muchacha con ojos de color carmesí.
-¡Asia-san! -exclamó Issei con alegría y corrió hacia su amiga, quien también se mostró muy contenta por verle de nuevo- ¡¿Cómo estás?!
-¡Issei-san! -Asia se alegró por ver al chico que conoció ayer y se convirtió en su segundo amigo- M-me encuentro bien Issei-san, gracias a Goku-san e Himejima-san me recuperé del todo.
Cuando Issei escuchó el apellido 'Himejima' inmediatamente un rostro vino a su mente, y mirando de cerca a la chica al lado de Asia...
"¡Se parece a Akeno-senpai!"- Issei gritó en su mente al ver a Suzaku, pero en su opinión Suzaku parecía una belleza muchísimo más madura.
-Himejima Suzaku, un gusto en conocerte Hyodō-san -habló Suzaku tranquilamente y enseguida posó sus ojos en el azabache.
-Deberíamos irnos, Rias-senpai debe estar esperando -habló Goku con una sonrisa, quería terminar este asunto lo más rápido posible.
Suzaku asintió y caminó a su lado, mientras que Issei y Asia charlaban de temas triviales de camino al club de investigación de lo oculto.