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Capítulo 7

Para Ichigo el tiempo voló, tanto así que entre una cosa y otra pasó más de una semana desde su charla con Uryu sobre los Hollows; noches largas y tortuosas tuvo que pasar durante esos días, peleando sin descanso para evitar que el caos volviera a reinar en aquella ciudad dónde él quería que todo se mantuviera como llevaba desde hace más de un año.

El timbre sonó, alertando a todas las clases por igual que la segunda clase del día había culminado y el segundo receso había llegado.

Ichigo comenzó a recoger sus cosas de su mesa y guardarlas en su bolso. Ese día era viernes, y a el profesor de Ciencias justo ese día se le había ocurrido la grandiosa idea de hacer una prueba sorpresa para saber si sus estudiantes estaban captando todo lo que estuvo explicando y exponiendo, así sus alumnos se iban con más conocimiento al fin de semana. El peli naranja lo maldijo en sus pensamientos, su mente estaba demasiado ocupada pensando en los Hollows y su cuerpo estaba fatigado debido a pelear con estos, si algo le preocupaba ahora, claramente no era el aprendizaje de lo que explicase aquel viejo.

Fastidiado por esa estúpida idea, hizo la prueba de mala gana, mayor fue su frustración cuando este mismo les dijo a la clase antes de salir al receso, tenían que hacer una fila y pasar recogiendo los resultados de la prueba; este tardaba revisando las hojas con mucha atención, demasiada para su gusto. Vió como Fuutarou, Uryu e Inoue les daban su hoja y sonreían, los dos primeros con algo de arrogancia, seguía pensando que se llevarían muy bien; la última sonrió con mucha más alegría que los demás, si algo la caracterizaba era por ser alguien alegre, pero su vez tonta, muy tonta. Chad siempre tenía la misma expresión, por lo que no podría leer si el resultado era positivo o negativo, era difícil saber lo que pensaba a veces.

Ahora que lo pensaba, las personas de la fila iban avanzando poco a poco, y no había escuchado el ruido al que se había acostumbrado en tan poco a tiempo, aquella voz chillona y llena de vida que se había instalado en su clase desde la semana pasada. La buscó con la mirada con interés, un lazo verde entró en su campo de visión, se dió cuenta de que estaba más adelante que él en la fila, no tardaría mucho en llegar a dónde el profesor.

Lucía para su sorpresa algo desanimada, su lazo estaba algo caído y trataba extrañamente de bajar la mirada, ¿Acaso sentía vergüenza? debían ser cosas de él, incluso ella debe haber mejorado si Fuutarou era su Tutor. A lo largo de la semana escuchaba como este con una actitud positiva le iba contando de su progreso con las hermanas e incluso estas mismas se le acercaban con más naturalidad, contar la veces que comieron él, Fuutarou y esas Quintillizas en tan poco tiempo sin duda sería difícil, y él no planeaba recordar algo tan trivial como eso.

El punto es, que Yotsuba no actuaba como lo hacía siempre, sonriendo tontamente a todo el mundo con esa voz algo sobregirada que por muchos momentos lo sacaba de quicio. Observó como llego finalmente a dónde el profesor, tomo la hoja en sus manos y se retiró, no alcanzo a verle el rostro, pero no hacía falta; su reacción corporal al ver lo que estaba escrito con tinta en aquel papel se lo dejo más que claro, no había salido como ella esperaba.

Su turno llegó, tomo la hoja sin mucho interés y se retiró del salón, el profesor le dijo algo como 'Mocoso engreído, escúchame cuando te hablo' y bla bla bla, nada importante. Observó el papel sobre la marcha mientras se dirigía a la cafetería de la preparatoria. "¿Un 67? no está tan mal" pensó, la verdad esperaba algo mucho peor.

La verdad es que este no era mal estudiante, solo era flojo y algo despistado a la hora de estudiar y prestar la debida atención a sus respectivas clases; es como él dijo una vez, tenía un promedio de estudiante promedio, no exageradamente malo pero no estaba ni cerca del nivel de Fuutarou o Uryu, tampoco se mataría por alcanzarlos, ¿Qué si podría llegar a ese nivel si se empleaba al máximo? era probable, pero no había necesidad de ello, quería llevar todo con calma.

El sonido de personas hablando y bromeando por doquier llenó sus oidos, clara señal de que ya estaba en el comedor, y que este estaba lleno como siempre; excepto una mesa en particular.

O eso había pensado, ya que la mesa suponía no debería haber casi nadie, estaba llena casi en su totalidad, quedando un solo puesto vacante, sabía que ese asiento era para él y nadie más.

Se acercó y se sentó sin más, quitándose el bolso de hombro y colocándolo sobre la mesa, extendió sus piernas y las cruzo encima de la mesa como lo hacía siempre, dejo escapar un bostezo para acomodarse un poco más, quería ponerse cómodo. Como lo supuso, llegaría una queja en seguida, como se estaba haciendo costumbre por parte de Itsuki, la cuál ella y sus hermanas estaban la mesa junto a: Fuutarou, Uryu, Orihime y Chad. Estos conforme los días pasaron, Fuutarou se abrió un poco más a socializar con las personas aparte del propio Ichigo, lo cuál alegro un poco a este mismo.

"Oye Ichigo, baja los pies de la mesa, eso es de muy mala educación" escuchó a la pelirroja, esta estaba comiendo un omelette de tamaño considerable. Esta estaba sentada en un costado de la mesa, e Ichigo estaba ubicado entre Nino y Uryu.

Este suspiró. "Vamos, con esto no le hago daño a nadie, algo tan simple como esto no puede ser de mala educación cuando realmente a ninguno de ellos" señalo a las personas alrededor, las cuáles apartaron la mirada en seguida, "Les importa lo que yo haga, ¿Verdad?" preguntó un poco más alto, sin embargo no escucho respuesta alguna, en vez de fastidiarle, sentía que eso era algo que le daba la razón.

"No es como si ellos se atrevieran a dirigirte la palabra en primer lugar..." dijo por lo bajo Fuutarou, pero Ichigo llegó a escuchar.

"¿Qué estas insinuando?"

"Qué eres todo un mala conducta, Kurosaki" sentenció Uryu con claridad ajustandose las gafas. El comentario desató unas cuentas risas por parte de las hermanas y de los demás; Ichigo alzó sus hombros como si no le importara, y realmente no lo hacía. Sin embargo Nino estaba dispuesta a fastidiarlo por ello y con mucha más facilidad a su lado, con sonrisas algo malisiosas le daba golpesitos con el dedo en la cabeza recalcandole una y otra vez la palabra 'Delincuente' eso le sacó una vena en la frente antes de apartarla y hablar nuevamente.

"Creo que con unas cuentas cadenas de oro y tatuajes estarías hecho todo un delincuente, por que la mala cara y la mirada intimidante las tienes y de sobra" añadió Fuutarou. Imaginarse a Ichigo con esas pintas, más que gracia, le daba algo de pavor.

"Jujuju, no creo que sea tan malo" dijo mientras sonreía como siempre lo hacía cuando pensaba en algo... comprometedor.

Ichigo tembló instintivamente al ver su expresión, seguro no era nada bueno. Miku que se mantenía al margen como siempre también se imaginó a Ichigo con una apariencia realmente rebelde, sinceramente ese no era su estilo, la asustaba mucho más de lo que le podía llegar a manejar. Una expresión terrorífica se le marco en sus facciones; Ichigo le gustaría saber que carajos era la imagen mental de él en la mente de Miku, por supuesto nunca lo sabría.

Miro a su lado, Nino se había quedado totalmente callada y le había dejado de joder. "Un delincuente..." escuchó que susurro, parecía que se había hundido en sus pensamientos.

Ya fastidiado por ser el centró de la atención, decidió tomar la palabra. "¿Pero qué les pasa? ¿Acaso hoy es el día de hacerle la vida imposible a Kurosaki Ichigo?" preguntó irritado mirando a cada integrante de la mesa.

Uryu hizo un gesto como si revisara un reloj invisible. "Yo creo que es exactamente ese día" dijo al verificar la fecha.

"Creo que sería más facil saber cuando NO es ese día" contestó con un suspiro. "Bromas aparte, ¿Cómo es que puedes comerte eso sí hace una hora te comiste algo proporcional al desayuno de tres personas?" le preguntó a Itsuki para cambiar el tema, ya no quería ser el centro de la atención.

"Ya te lo he dicho varías veces, tengo una digestión más rápida que los demás" contestó un poco ofendida antes de dar otra probada a su palagar.

Luego de esa defensa a gran velocidad de su creciente hambre por parte de Itsuki, el tiempo transcurrió con normalidad, había buen ambiente en la mesa. Bromas y temas casuales era lo que más estaba abundando en esta, durante estos temas derrepente Nino preguntó el porqué Chad nunca decía una palabra, Orihime le respondió que él era así, un hombre de pocas palabras, prefería siempre demostrar lo que siente con acciones; esta misma volvió a preguntar '¿Entonces qué es lo que siente justo ahora?' le preguntó a la peli naranja; llevándose una mano a la barbilla pensó un poco, supo la respuesta.

'Que él siendo tan reservado como es, se siente en esta mesa con todos nosotros y ustedes también, es sinónimo de que ustedes a quienes apenas conoce, están convirtiéndose poco a poco en gente con las que podría considerar... amigos' explicó esta con una gran sonrisa, este a su lado asintió un poco ante las palabras de Inoue. Todo eso cautivó tanto a Nino que le salieron unas pequeñas lágrimas.

Sus hermanas no fueron tan exageradas con ello pero si comprendieron a la perfección y se sintieron muy bien por saber que alguien como Chad aceptaba tenerlas cerca. Ichigo sonrió levemente ante la escena, todo parecía ir muy bien entre todos.

En un momento Fuutarou propuso a los de su propia clase exponer cuáles habían sido sus calificaciones en el examen sorpresa de hace rato, Uryu no dijo nada pero tampoco renegó, seguramente ambos querían presumir.

"¿Por qué no mejor se guardan eso para después? es un momento en que deberíamos hablar de cualquier cosa menos de eso, seguramente solo quieren presumir" dijo Nino sacándoles la lengua; había dado en el clavo, una cara de fastidio por parte de Fuutarou y Uryu se hizo presente, al primero de estos ya le resultaba aburrido fingir que se le caían sus calificaciones para que vieran sus 100 pts, las reacciones ya no eran las mismas.

"Descubrieron sus planes, cerebritos" provocó Ichigo con una sonrisa algo engreída al igual que Nino, chocó su puño con esta demostrando complicidad.

"¿Y a esos qué les pasa?" fue lo que pensó Fuutarou. Sinceramente pensaba, al igual que sus hermanas; que las chispas saltarían despedidas por todos lados con las personalidades tan parecidas de ambos y porque la mayoría del tiempo estaban de malas pulgas, pero fue lo contrario; con algo de turbulencia al principio, pero después con los días fueron soltandose, parecían dos matones cuando estaban juntos e incluso llegaban a bromear muchas veces entre ellos, tenía suerte de que podía llamarlos amigos y no enemigos ya que tendría un problema, una bien grande y para completar elevado por dos.

Sin embargo, la sorpresa más grande había sido de parte de Ichigo, ya que sus primeros cruces con la de los colgantes no habían sido muy alentadores, todo pintaba a que serían como el agua y el aceite. Grata fue su sorpresa cuando él mismo se comenzó a dar cuenta que podía conversar e incluso llegar a bromear, llegando por momentos hasta joderse uno al otro con gritos, gestos e insultos variados; la verdad no le disgustaba, ya que pensó que todo iría a peor con esta, en una cosa tanto él como ella estaban seguros, al menos en lo terco y mal hablados se parecían y mucho.

Ichigo se recargó en su silla con tranquilidad, Nino empezó a hablar con Ichika, no sabía sobre qué ni tampoco le interesaba. Esta vez si que con interés, analizó a los integrantes de la mesa, Itsuki comía y comía, puede que ya se haya acostumbrado a ver esa escena; Miku hablaba con Fuutarou mientras le enseñaba su cuaderno, parecía que necesitaba ayuda con algo, en su expresión apagada de siempre, ahora estaba adornado con un leve brillo en los ojos mientras señalaba con calma algo en concreto en la hoja, él rió por lo bajo, parece que esos dos se llevaban de maravilla.

Uryu hablaba con Orihime y Chad muy por lo bajo, la verdad le intrigó bastante tal gesto por parte de estos; quería preguntar, pero decidió no hacerlo, solo lo haría si ellos le decían que se uniera, y eso parecía que no iba a pasar. Se dió cuenta de que algo faltaba, tal y como habla estado pasando esa mañana en clases, dirigió su mirada al otro extremo de la mesa, era como el rincón de la misma.

Ahí estaba, Yotsuba Nakano. Parecía estar totalmente desconectada del mundo, moviendo de lado a lado su jugo de naranja y mirando a la nada; le era extraño verla así, demasiado, se había acostumbrado muy rápidamente a su positivismo excesivo y a su radiante presencia, en dónde quiera que llegara se haría notar. En cambio, en ese momento apenas y se sentía, es como si fuera invisible para los demás, no, es como si ella no quisiera estar ahí.

Se le quedó mirando por un tiempo y esta no se dió cuenta de nada, la peli naranja tarareaba algo por lo bajo, pero con total desgana. Él se había hartado de verla así y estaba por levantarse, llevarla a otro lado y preguntar que le sucedía.

Hasta que le timbre volvió a sonar, el receso había culminado, y sus planes, destrozados. La chica del moño rápidamente se levantó y se retiró, pero no en dirección al salón de clases, con la velocidad que la caracterizaba la perdió de vista en seguida. Suspiro por ello, que más daba, estaban en el instituto, de una u se encontrarían, después de despedirse de las hermanas restantes, le preguntó a Fuutarou, Uryu, Inoue y Chad si iban al salón todos juntos, el de lentes torció un poco el entrecejo.

"¿Qué salón?" preguntó confundido.

"El salón en dónde nos sentamos a diario y vemos nuestras clases, supongo" contestó con sarcasmo. Inoue sudo por ello y le respondió.

"Pero Ichigo... hoy a última hora tenemos Educación Física..." el peli naranja se palmeo la cara con dureza. Lo había olvidado, la semana pasada no pudo asistir el viernes por su cansancio en sus peleas contra los Hollows por la noche, su padre lo entendió ya que sabía lo que su hijo estaba haciendo.

Aunque eso no era motivo para no darle los 'Buenos Días' como solo él a su querido hijo, para que nunca bajase la guardia, y podía estar orgulloso, ya que con más frecuencia al ingresar de aquella manera a la habitación del joven Kurosaki terminaba colgando de la ventana, producto de un esquive con maestría por parte de Ichigo; le había enseñado bien, para su mala suerte.

Por olvidar tal cosa, ahora tenía un problema, no había llevado ropa deportiva y volver a casa aún cuando no estaba muy lejos por ella no le era rentable, seguramente como era él se quedaría en casa antes de tener que volver a la preparatoria, aunque... ¿No debería ser nada malo, verdad? lo pensó y decidió hacer justo eso, se iba a despedir, hasta que Uryu tomó la palabra nuevamente.

"No tienes uniforme, ¿Verdad Kurosaki?" pregunto calmadamente. Ichigo negó con la cabeza dándole la razón. "Pues te presto él mío" terminó.

"Vaya día ha elegido este cuatro ojos para hacerse el amable..." pensó fastidiado mientras seguía a este los vestidores masculinos, Orihime se separó de estos para colocarse su ropa deportiva también.

Aunque... realmente si lo pensaba bien, no era tan malo. Era bastante bueno en los deportes y su físico le acompañaba muy bien a su talento; podía agarrar esto como una oportunidad de descargar toda la tensión que había acumulado en sus músculos a lo largo de la semana por medio del deporte y ejercicios no tan exigentes.

Culminó con el pensamiento de que era una oportunidad, pero alguien a su lado también pensaba que era su oportunidad, para morir...

Caminando a la par de él, Uesugi Fuutarou llegaba una expresión de muerte en su rostro, sabiendo que su capacidad física, no era realmente su fuerte; y la expresión que tenía era porque él más que nadie sabía de su pobre condición física.

Continuará...