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ME TRAICIONASTE

La fiesta concluye hasta el anochecer, los gobernantes tenían que regresar a sus tierras a cumplir sus obligaciones; las únicas personas que se quedan en el palacio son el príncipe peli rojo que he olvidado y Satoshi.

Estoy exhausta, me duelen los pies de estar parada con esos zapatos incómodos, aunque valió la pena ponérmelos, son de jade estos zapatos y es completo desperdicio no ponerme algo tan hermoso.

El cielo parece estar triste, las nubes grises y las gotas de lluvia cada vez se hacen más fuerte; Estoy en el pórtico al frente del patio trasero admirando la lluvia después de un largo día de fiesta, además estoy preocupada, tengo ganas de decirle a mi padre que no quiero la boda con ese joven, desde la primera impresión siento que él no es la clase de persona que todos piensan, además mis sentimientos siempre han sido para Satoshi, definitivamente mi padre tiene un mal gusto.

Repentinamente la sensación de que alguien me observa me consume lentamente, me siento muy ansiosa; miro para todas direcciones, pero no logro distinguir a nadie, salvo que logro notar una pequeña sombra que estaba detrás de la pared; me estoy comenzando a asustar. De repente el tacto de una mano tocando mi hombro, me hizo dar un brinco.

— ¡AH! - grito, volteo el rostro, es Satoshi— Ah ... Eres tú ...— suspiro aliviada.

— lo siento, es que pareces estar distraída ¿te pasa algo? - pregunta preocupado.

— no, es solo ... Que no he podido decirle a mi padre que no me voy a casar con ese príncipe raro.

—¿Hiroki? — me corrige recordando su nombre, asiento mirando extrañamente hacia atrás donde siento la mirada penetrante, pero la sombra se ha ido.

— ¿estás segura de que quieres decirle? – cuestiona dudoso. Asiento un par de veces intentando ignorarlo.

—Le voy a decir en este instante... en verdad no quiero perderte...- Lo tomo del rostro y le doy un pequeño beso en la mejilla recordando la fuente y el beso que nos dimos, sus ojos le brillan igual que los míos, aunque se ve algo preocupado.

Comienzo por buscar a mi padre en cada rincón del castillo, hasta encontrarlo en la biblioteca con el general, parecen muy serios y estresados, están viendo pergaminos de mapas, lo poco que escucho detrás de la puerta es sobre ir a investigar la ciudad Kyra; supongo que es un asunto muy importante, pero en realidad no me interesa y entro sin previo aviso.

Tengo las manos heladas y el corazón me palpitaba a tal velocidad que siento que me va a dar un paro cardíaco en cualquier momento o simplemente salirse de mi pecho.

— ¿qué sucede hija mía? – pregunta mi querido padre. Doy un suspiro largo sintiendo un nudo enorme en la garganta y mi boca empieza a temblar.

— Quiero hablarte de algo muy importante... — comienzo a Sudar, sentir una especie de ardor por todo mi estómago que subía hasta la boca de este.

Salimos de la biblioteca muy callados o por lo menos yo, solo me provoca salir corriendo y no decir nada, pero eso significa perder a Satoshi para siempre y sinceramente no puedo permitir que mi cobardía me gane y simplemente renunciar.

— Dime mi niña, ¿qué necesitas? - sonríe. Mis manos sudan tanto en frío que parecían que me había lavado un par de veces en el lavabo, mi cuerpo tiembla y mis labios no quieren abrirse.

—yo quiero ...— me detengo esperando a tranquilizarme y no vomitar debido al estrés que en este momento mi cuerpo quiere rechazar con náuseas lo que comí en la fiesta. Mi padre levanta una ceja algo intrigado ya que siempre lo que le pido nunca ha sido nerviosa, el siempre me da lo que deseo. "Vamos Naomi tú puedes"— quiero ... Casarme ... Con ... Satoshi— suelto casi balbuceando, temblando mi cuerpo tan bruscamente. Mi padre frunce el ceño muy serio y en su mirada ya no es el padre dulce que siempre suele ser conmigo, su mirada es tan fulminante que solo me reprende y me hace sentir tan pequeña.

— No. - dijo cortante - No dejaré que te cases con Satoshi. – están cortante con sus palabras que aún me deja sorprendida, sabía que probablemente diría que no, pero este tono jamás lo ha usado conmigo.

—Pero padre ... Yo no quiero estar sometida el resto de mi vida con una persona de que no conozco, ni siquiera sé sus intenciones— Sollocé, me lamento con las lágrimas de ira que de repente me consumen al no cumplir mi deseo — No es justo...

— No y punto— me regaña tan duramente, mi padre nunca me ha reprendido de esta manera tan abrupta— te he dado todo lo que has querido ¿qué más quieres de mí? – Me mira muy molesto, yo simplemente de la tristeza y el dolor estallo.

— ¡Quiero casarme con él! – insisto reclamando— por favor ... Cúmpleme este último deseo— él me tomo el rostro con sus manos delicadas.

— mi niña ... Simplemente no puedo concederte tu deseo por más que quieras-dijo gentilmente quitando una de mis lágrimas con sus manos. Indignada y triste, salgo de la sala del trono con los ojos empapados. Llego al patio trasero, me apoyo en la fuente húmeda después de la fuerte lluvia de hace un rato, derramo cada gota cristalina, que al bajar a mis comisuras sabían a una amarga sal "¿por qué no puede cumplirlo?" me pregunto mentalmente. Los truenos se escuchan con fuerza, era el clima perfecto para esta sensación. De repente siento el tacto del roce de una mano delicada acariciando mis cabellos; volteo el rostro confundida.

—Satoshi ...— susurro y me lanzo a darle un fuerte abrazo muy triste para sentir su consuelo.

— veo que tu padre te dijo que no ¿verdad? - asiento muy desconsolada —Entonces me tocará ir al plan B ...— dijo muy serio sin añadir algo más, me pierdo por un momento, miro su rostro muy serio.

— ¿Plan B?... - le pregunto confundida sin poder entender sus palabras.

— lo siento— dijo cortante, de repente siento como golpe en mi estómago con fuerza tan fuerte el dolor y sin aire, dejándome completamente inmóvil, la vista se me fue perdiendo y mis ojos se cierran poco a poco hasta caer y desmayarme.

"¿Qué pasó?", todo está negro y no logro soñar, despierto poco a poco con la sensación repentina e inconsciente de estar atada y no poderme mover con libertad, parece realista; como si estuviera atada de manos a pies. Siento con el movimiento del aire que estoy cargada como a un saco cualquiera, aún me duele el estómago del golpe tan horrible y la cabeza la tengo aturdida.

Mis ojos comenzaron a moverse, hasta abrirse lentamente, muy confundida. Estoy siendo cargada en el hombro de una persona, tiene uniforme de soldado, esta persona es muy grande y alta, es clavo y no logro distinguir muy bien quien es, sólo sé que en su nuca hay una enorme cicatriz.

— ¿Qué? ...— susurro sin percatarme de lo que esté pasando, intento recordar lo que acaba de pasar, hasta acordarme lo último sucedido que fue el puño de Satoshi. Luego en un lapso rápido me percato que estoy atada realmente y que me quieren hacer daño - ¡que alguien me ayude! – grito con fuerza esperando auxilio para que alguien me desate y me aleje de este señor— ¡Satoshi!

— ¡CÁLLATE! – refunde este hombre. Llegamos al patio delantero. Me arrojan al piso bruscamente como si fuera estiércol, me lastimo los brazos, las piernas y la espalda, también arruinaron el vestido de polvo y la suciedad. Volteo mi rostro con mucho terror y noto que mi padre está junto a mí, muy lastimado, tiene un moretón horrible en su ojo derecho, está atado de la misma manera y ya no tiene su corona de emperador, no logro entender que está pasando o si es una pesadilla.

— ¿Papá? ... Papá ¿qué está pasando? - le pregunto muy asustada— ¿dónde está Satoshi? ... — comienzo a sentir que la respiración me está fallando y oprime todo mi pecho un dolor, odio ver a mi padre de esta manera y saber quien le hizo semejante golpe o... golpes.

— Aquí estoy... — dice un tono frío y masculino. De repente vimos como sale Satoshi de la oscuridad en frente del pórtico estando en el patio delantero y la entrada principal bajando de las escaleras con una mirada helada que no puedo reconocer, y pensar que en realidad no es Satoshi el que está parado frente a mí, es como si estuviera perdido en una tormenta congelada, en sus ojos pude ver la oscuridad misma.

— Satoshi ...— susurro. Uno de sus sirvientes le pasa una de las espadas de su padre (mi tío); la saca de la funda realizando un ruido filoso, se acerca a mi padre con mucha seriedad. El miedo me penetra por completo solo pensando en que esa espada le va a cortar la cabeza o lo va a atravesar, veo a mi padre y el no se inmuta en llorar, solo mirar al suelo triste sabiendo que va a suceder a continuación - Satoshi ¿qué haces? ...— le pregunto con una voz temblorosa, me mira de reojo, pero solo me ignora como si fuera un pedazo de basura —... no te atrevas – le suplico ya entendiendo por qué quiere hacer lo que va hacer con aquella espada. Frunce el ceño sin escucharme.

— Hija ...— susurra mi padre - lamento no haberte dado la felicidad que deseaste ...— concluye con una pequeña lágrima en su rostro mirando su rostro tan triste que me parte el alma de verlo de esta manera, siento como todo se mueve tan lentamente pero al mismo tiempo tan rápido que no me percato de lo que está sucediendo o si solo estoy soñando.

La espada traidora es clavada en su cuerpo, de su estómago hasta su espada por completo manchando sus vestidos con sangre fresca y la espada escurriendo. Yo no lo puedo creer, mis ojos se abren como si quisieran salir de sus cuencas, las lágrimas brotan una por una, la sangre está tan fresca que el olor de esta se impregna en aire, el tiempo se paraliza en solo ese momento "Satoshi...", me pierdo en los fríos ojos de Satoshi clavados en los de mi padre, mi querido papá escupiendo su sangre y una lágrima en su rostro . Es impactante ver como su sangre fue salpicada por todo mi ser y ver que el que hizo semejante barbaridad. "Estoy soñando ... Esto es solo un sueño ..."; me paralizo por completo recordando que no me disculpé, que no lo valoré, en cómo es posible que el amor de mi vida me haga esta barbaridad y saber que ahora es mi turno. Mi rostro está salpicado de esta sangre tan fresca y ver como escurre por todo el piso, ver a mi padre caer en el sucio suelo del líquido color carmesí.

— padre ...— susurro - ¡¡padre!! – exclamo con chillido muy agudo con lágrimas de un dolor intenso, no necesito que Satoshi me clve esa espada, este dolor es como si ya lo hiciera. Satoshi se me acerca empuñando la espada.

— perdóname ...— susurra, levanta la espada con todas sus fuerzas, cierro los ojos para no seguirle viendo la cara al hombre más traidor de todo el planeta esperando que en este momento terminará mi vida.

Mi mente empieza a mostrarme recuerdos de todo lo que he vivido, de todos los momentos con Satoshi y como nunca valoré a mi querido padre y ahora mi último recuerdo será verlo morir, en cada sucia mentira y pensar que el en verdad me amaba, pero no siento nada, ni siquiera un clavado, aún respiro miedo y sigo sintiendo las gotas de sangre, la brisa y el piso mojado. Solo escucho un ruido metálico chocando se entre sí. Abro los ojos de a poco. Enfrente de mi noto una figura totalmente diferente; era un joven de pelo rojo que cubría su espalda. En sus manos empuña otra espada y evita el ataque de Satoshi protegiéndome con su maniobra ...

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