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Volver a la aldea

Adriel camino hasta la mitad del salón y dijo en voz alta.

"¡¿Todos, pueden venir aquí?!"

La gente se levantó apresuradamente y se reunieron a su alrededor, temían que sucedería algo malo si no hacían lo que Adriel decía.

(Mmm, no es bueno)

Adriel podía percibir el miedo que esta gente tenía por él, esto era malo para su plan, necesitaba convencerlos de que fueran con él a la aldea, por lo que no podía dejar que esta gente le siga temiendo, después de todo, no era como si pudiera hacer que fueran con él a la fuerza, se acabarían revelando tarde o temprano, impulsados por el miedo y odio irracional que tendían a desarrollar los humanos.

De verdad, las personas que creen que no tienen nada que perder son las más aterradoras con diferencia.

La mirada de Adriel se dirigió al final del grupo, allí había una mujer de unos 30 años, atractiva, pero sucia, uno niño de 6 años sujetaba su mano con fuerza, como si temiera que desapareciera si la soltaba por un solo segundo.

Con un plan en mente, Adriel sonrió, avanzó hacia la pareja de madre e hijo y se posicionó frente a ellos en menos de un segundo.

" ... "

La gente ya ni siquiera podía hablar, este tipo seguía haciendo cosas que desafiaban la física una y otra vez, hasta el punto en que ya no estaban sorprendidos, esto no era nada especial en comparación con la matanza unilateral de antes.

Adriel asintió a la madre estupefacta frente a él y se agachó, le sonrió al niño pequeño que parecía confundido acerca de porque de repente había un hombre frente a él.

"¿Cómo te llamas, chico?"

Preguntó Adriel, con una sonrisa en su rostro, su cara es verdaderamente hermosa, tanto que el chico se calmó por completo después de verlo.

"Me llamo Roan, señor" respondió cortésmente el niño, tenía un rostro bastante guapo a pesar de lo sucio que estaba, y parecía que había recibido una buena educación por la forma en que contestó.

"¿Cómo es tu vida aquí?", pregunto Adriel mientras le entregaba un dulce que cogió del supermercado, tenía varias razones para preguntar esto, sobre todo, quería saber como era realmente Richard, no iba a acoger a un tirano ni a alguien que oprimía la gente por la fuerza.

Necesitaba alguien que le dijera como eran las cosas aquí, alguien que no sea Richard y que sea sincero, y ¿Qué hay más sincero que un niño al que le prometes dulces?.

Los ojos del niño brillaron en el momento en que vio el dulce, lo agarro con una velocidad que probablemente fue la más rápida de su vida y respondió con una sonrisa feliz "Es duro, hay poca comida y pasamos hambre, pero el tío Richard comparte la comida con todos, así que mamá y yo podemos comer"

Adriel asintió, parece que Richard es realmente un buen líder, si un niño inocente puede decirlo sin dudarlo, era muy probable que sea cierto.

"Le daré una oportunidad, si hace algo gracioso, lo lamentará" pensó Adriel con algo de frialdad, desde que vino aquí, por supuesto que se había mentalizado para matar a humanos vivos, no era tan ingenuo como para creer que su [Encantó universal] podía hacer que nadie lo traicione o que todos se unan a él, la fuerza siempre sería necesaria, por ejemplo, esta gente jamás lo escucharía si no hubieran presenciado su fuerza con sus propios ojos.

Con sus acciones terminadas, regreso al centro de la sala, las miradas de la mayoría de la gente se volvieron más suaves, parece que su pequeña charla con Roan les ha ayudado empezar a verme con buenos ojos.

"¡Bien, prestad atención, tengo que contaros algunas cosas!" Adriel grito, todos se volvieron hacia él lo escucharon atentamente, sabían que este hombre misterioso iba a revelar la razón por la que los rescató.

Adriel les contó lo mismo que le dijo a Richard, mientras los hacía, [Encanto universal] estaba haciendo efecto, ellos empezaron a sentirse más atraídos por Adriel gradualmente, para cuando termino su monólogo, confiaban en el de la misma manera que confiarían en sus mejores amigos.

"Esto ... "

"Me cuesta creerlo"

"Después de todo, suena demasiado irreal"

"¿Puedes probarlo?"

"No, pero os lo puedo enseñar" dijo Adriel, al ver sus caras de inseguridad, prosiguió, "Podéis tomaros vuestro tiempo para pensarlo", después de decir eso, salió del vestíbulo para dejarles discutir su decisión, no iba a obligarlos a seguirle, era su decisión.

Espero aproximadamente una hora hasta que el grupo, liderado por Richard, salió del edificio cargado con todas sus reservas de comida.

Richard se paró frente a Adriel y le hablo con su voz seca habitual.

"Todos hemos decidido seguite"

Inesperadamente, ni una sola persona eligió quedarse atrás.

Mirando a los que serían sus primeros subordinados, Adriel sonrió.

Es hora de volver a la aldea.

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