POV CARLA
Hacía un par de semanas desde que habíamos encontrado a Santi en el cementerio todo golpeado, y desde ese tiempo, Jessica no hacía otra cosa que mantenerse ocupada. Casi ni pasaba tiempo en el hospital. Si venía todos los días y eso, es más, estaba con él sola en la habitación, es lo que pedía, pero después se iba.
Sé que está haciendo todo esto para distraerse. Jessica siempre fue de las personas de tragarse todo hasta que no puede más, y por más que le insistiéramos de que dejase de hacer tantas cosas porque tenía que recuperarse de la operación, no hacía caso. De todas maneras, estábamos pendientes de ella por sea caso notábamos algo.
Por otro lado, Santi no había despertado, y habían dicho que las probabilidades de que sufriese una amnesia, eran altas, y estoy casi segura de que es eso lo que le está molestando más a Jessica.
Yo prácticamente no había salido del hospital. Sólo lo hago en el momento en que Jessica viene a verlo y a la noche. Aprovechaba para ir a ducharme y ver a los chicos que se pasaban gran parte del tiempo en casa de los padres de Jessica ya que quería estar sola, y todos sabemos que cuando Jessica quiere pasar tiempo sola, hay que dejarle su espacio, porque de lo contrario, tendremos un problema.
Ya eran las seis de la tarde y dentro de nada ya no se permitirían más visitas, y lo que no me estaba gustando nada es que Jessica todavía no se había aparecido por el hospital. Llevaba esperándola todo el día y empezaba a preocuparme que le hubiese pasado algo, por lo que iba a tener que llamar a Sofía para que fuese a mirar a casa si estaba y tal vez que llevase a los niños con ella para que intentasen animarla y no intentase asesinar a Sofía.
"Hola, ¿Qué tal has visto a mi hermana hoy?" preguntó Sofía con tono cansado "De eso mismo quería hablarte." Dije "¿Qué pasa? ¿Se encuentra bien?" preguntó, ahora en tono preocupado "No lo sé, no ha aparecido por el hospital." Respondí sinceramente "¿Cómo que no lo ha hecho? No se salta ni un solo día para ir a verlo."
"Lo sé, y por eso te llamaba. ¿Crees que puedes ir a la casa a ver si está bien?" pedí "Me va a matar por molestarla y lo sabes." Contestó con un suspiro al final "Llévate a los niños. Estoy segura que no te matará por eso." Dije, completamente segura "Está bien, iré a ver. Te llamaré en cuanto sepa algo."
"Espero la llamada" Con eso colgó y yo me senté en una de las sillas que había en la sala de espera, hasta que decidí que era mejor entrar un rato a ver a Santi para no pensar demasiado en donde mierda estaba Jessica. Entré en la habitación y me senté en la silla que estaba al lado de la camilla. "Más te vale despertarte pronto De Luca, porque si no os pierdo a los dos, y no quiero que eso pase. Y más te vale que no te olvides de nada, porque si no vamos a tener un problema tú y yo." En ese momento mi teléfono empieza a sonar y contesto sin mirar la pantalla, porque estoy más que segura que era Sofía. "Jessicanoestáencasaytodoestárevueltoycosasrotasportodosladospuedojurarque" dijo tan rápido que no sé que estaba diciendo "Sofía, no te estoy entendiendo nada." Pedí "TE DIGO QUE PRACTICAMENTE TODO EL SALÓN ESTA DESTROZADO Y NO HAY RASTRO DE MI HERMANA. TAMBIÉN HAY SANGRE Y…"
"Vale, vale, entiendo. Debemos calmarnos antes de pensar nada." Dije, controlando mi preocupación "¿CÓMO NO PRETENDES QUE NO PIENSE NADA CUANDO MI HERMANA NO APARECE Y HAY SANGRE?" respondió "Te entiendo ¿vale? Pero eso no quiere decir que le haya pasado nada. ¿la encontraste en casa?"
"No." Susurró "Vale, entonces saca a los niños de ahí y trata de calmarlos, y a ti también. No le digas nada a tus padres y a tu abuela, no queremos que se preocupen por nada de momento." Respondí "Ellos nos pueden ayudar a buscar a Jessica…" empezó, pero negué "No te preocupes por ella, la voy a encontrar. Ahora mejor vete a junto a Jack y no vayas a casa de tus padres hasta que yo encuentre a Jessica, ¿está bien?"
"¿Y si no la encuentras? ¿Y si le pasó algo realmente?" preguntó y negué. En este momento no podíamos centrar en eso "La encontraré, y si le pasó algo, yo misma me encargaré de la persona que se atrevió a hacerle daño ¿entendido?" pregunté "Vale… Llámame en cuanto sepas de ella." Pidió "Lo haré no te preocupes. Yo llamaré a Jack para que vaya a buscarte."
"No es…" empezó e protestar "Ni de coña pienso dejarte conducir cómo estás en este momento, y como me entere que lo has hecho te mato Sofía." Dije "Vale, tú solo preocúpate por encontrarla." Pidió "Lo haré, me voy a buscarla."
Colgué el teléfono, me despedí de Santi y salí del hospital, no sin antes llamar a Jack para que fuese a buscar a Sofía y a los chicos y a Jackson para que fuese a mirar al cementerio por sea caso estaba allí mientras yo me dirigía al que era el santuario de los dos, su casa.
POV JESSICA
En este mismo momento estaba en nuestra casa tirada en el suelo y mirando para el techo. Las lágrimas corrían por mi rostro, y mi mano escocía como nada, pero en este mismo momento todo me era igual porque Santi no estaba aquí conmigo.
Hacía tres semanas que le habían dado esa paliza y no se despertaba, y lo que más me molestaba, es que podía sufrir de amnesia. No es que por eso lo fuese a dejar, pero no puedo evitar revivir todo lo que perdimos por culpa de mi pérdida de memoria, no me quiero imaginar que en caso de que Santi pueda recuperar la memoria, porque vamos a ser realistas, es una posibilidad que no la recupere, ni yo misma había recuperado gran parte de mis recuerdos después de operarme.
Estaba harta de todo, me dolía la cabeza de las jaquecas que me estaba produciendo todo esto de pensar demasiado. Puede ser que en este momento esté siendo la peor prometida que pueda tener Santi por no pasar demasiado tiempo con él en el hospital, es más, casi ni lo piso, pero si ya estando el tiempo que estoy, lo único que hago es llorar, estoy completamente segura de que en caso de tener que pasar todo el tiempo allí, es lo único que haré, y si de algo estoy segura, es que tengo que estar bien tanto por él como para nuestro hijo.
Después de un rato cerré los ojos para evitar la jaqueca, al menos intentarlo y poco después escucho como la puerta delantera de la casa se abre. La verdad es que no me importa nada ya, mucho menos quien entre en la casa, porque estoy completamente segura que es alguien de casa y no quería enfadarme con nadie, no tenía fuerzas para eso.
Escuché como hablaba por el teléfono, pero no le presté atención, más que nada necesitaba relajarme un poco al menos, por mi bien y por el de nuestro hijo. "Al menos aquí no hiciste un destrozo." Escuché la voz de Carla desde la entrada "Quiero estar sola, Carla." Pedí "Y ya te he dado el tiempo suficiente, ahora no pienso dejarte sola, no estás bien."
"Si que lo estoy." Afirmé "Eso no es lo que dice tu mano o el que quieras estar sola." Rebatió mi mejor amiga "Me da igual lo que todo eso te diga, yo quiero estar sola y punto." Dije bruscamente "Me da exactamente igual. A partir de ahora no vas a quedar sola. No pienso que ninguno de vosotros se destruya por el otro."
"No me estoy destruyendo." Aseguré "Pero estas sufriendo por Santi, y no me vengas a decir que no, porque ambas sabemos que no es cierto." Insistió y me senté mirando para ella "¿Y acaso piensas que te voy a decir lo contrario? ¡Claro que me duele todo lo que está pasando con Santi! Pero me sé cuidar sola."
"Eso no es lo que estás demostrando." Apuntó y rodé los ojos "No necesito demostrar nada a nadie cuando llevo cuatro años por mi cuenta." Informé "No es justo que lo digas… Pensábamos que estabas muerta." Dijo con tono triste "Y en este mismo momento lo estoy deseando, porque de no ser por mí, Santi no estaría así en este mismo momento."
"Eso no lo sabes, Jessica." Respondió "Claro que lo sé, por eso lo digo. No puedo más con esto, pero tampoco puedo dejarlo todo, tengo un hijo por el que pensar y un prometido por el que preocuparme." Dije sinceramente y tumbándome de nuevo en el suelo "¿Entonces porque no estás en el hospital con él?"
"Porque una, Santi hubiese querido que no me metiese allí dentro solo para asegurarme de que esté bien, dos, tengo que cuidarme por nuestro hijo, y si estoy allí me volveré loca, y tres, mi experiencia en hospitales es muy larga y nada buena, y me gustaría no tener que revivir nada de lo que pasó en el de Estados Unidos por nada del mundo." Aseguré "Vale, entiendo las razones, pero tienes que entender que aislándote de todo el mundo tampoco te hace bien."
"No estoy del mejor humor para estar cerca de gente." Protesté "Pero entendemos el que estés enfadada y dolida. Nosotros lo único que queremos es apoyarte en este momento. No tienes por qué pasarlo mal tu sola." Aseguró, sentándose a mi lado "Pero necesito tiempo para pensar."
"¿En qué exactamente?" preguntó, elevando una ceja "En todo. Encontrar la manera de soportarlo en caso de que se olvide de su vida, de lo que tenemos." Susurré, cerrando los ojos "Antes de nada, no se olvidará de todo. No le pasará como a ti, y segundo, en caso de pasarle eso, te recordará. ¿Acaso tú no lo recordaste?" preguntó "Eso no tiene que ver…"
"¿Sabes por qué lo recordaste?... Déjame decírtelo, lo recordaste porque lo amas, y a pesar de perder todos tus recuerdos con él, tú corazón no lo olvidó, porque lo amas más que a nada y él lo hace también. Hará todo lo que esté en su mano para volver contigo… con vosotros." No quería llorar, porque si empezaba ahora no pararía, y tenía que mantenerme tranquila, una, porque tenía que ir a junto a Santi y dos, por el bien de nuestro hijo y mi salud mental que estaba siendo llevada a limites que no sabía que podía llegar, pero notaba que no quedaba demasiado para que me volviese loca.
"Tengo que salir." Dije, levantándome del suelo "¿A dónde vas a ir a estas horas?" preguntó, elevando una ceja "Tengo que salir y punto, no tengo que decirte todo lo que hago con mi vida." Insistí "No, claro que no tienes que hacerlo, pero son casi las nueve. ¿A dónde se supone que tienes que ir?" cuestionó "No te importa Carla, y te adelanto que pienso ir sola." Aseguré "Ah no, eso sí que no. No pienso dejarte más tiempo sola."
"Me da exactamente igual, pienso ir sola y punto." Respondí bruscamente "Está bien, pero en una hora y media en casa, porque si no vamos a tener un problema serio, y te adelanto que pienso llamar a la policía si es necesario." Dijo, apuntando en mi dirección "No te harán caso." Contesté "No sabes el poder que tiene la fama querida."
"Pues entonces me voy a dormir." Dije "No antes de que te cure la mano. ¿Y cenaste?" preguntó y asentí a pesar de que no lo había hecho "Sí cené y me sé curar sola, gracias." Con eso, me levanté del suelo y me fui a nuestra habitación. No quería saber nada de nadie, y como llevo diciendo tres semanas, quería estar sola. Me fui al baño para coger el kit de primeros auxilios y me curé la mano, luego de eso, cogí una de las sudaderas de Santi, me la puse y me acosté en la cama, porque si algo tengo más que claro, es que Carla iba a venir a ver cómo estaba, pero me daría igual, me iba a ir, pero más tarde.
Después de una media hora escucho como la puerta de la habitación se abre, por lo que rápidamente, ralentizo mi respiración para simular que estoy dormida, y después de un par de segundos, noto como el lado de la cama se hunde un poco. "Son tal para cual, ahora es ella quién lo está pasando mal por cómo está Santi." Susurró Carla "Me recuerda a cuando Santi estuvo así por ella."
"No podemos dejar que le pase nada, Jackson. Sé que Santi saldrá de todo esto, y no quiero que al despertarse se lleve una mala noticia." Dijo suavemente "No permitiremos que le pase nada, estamos vigilándola veinticuatro siete." Aseguró Jackson "Lo sé, y siento teneros que hacer trabajar hasta tarde, pero necesito que haya un par de guardaespaldas en la entrada principal y un par en la puerta trasera."
¿Para qué? ¿Alguien viene a por ella?" murmuró Jackson con tono serio "No, no es nada de eso, pero antes de venir a acostarse decía que tenía que irse." Respondió "¿No sabes a dónde?" preguntó y probablemente negó "No tengo ni la menor idea, pero no quiero arriesgarme de que saliendo por ahí a estas horas le pueda pasar algo."
"Lo haremos no te preocupes. Ahora deberías ir a descansar al menos un rato, llevas un par de semanas que no lo estás haciendo, al menos lo que deberías." Murmuró Jackson "Santi no está bien y ni hablemos de Jessica, asique no, no podré descansar hasta que todo vuelva a donde estábamos antes." Respondió mi mejor amiga "Los quieres mucho, ¿no es así?"
"Llevamos prácticamente toda la vida juntos, y me acogieron cuando no era nadie ni tenía familia. Ellos eran los únicos que querían ser mis amigos a pesar de no tener padres y me apoyaron en que siguiera mi sueño de ser cantante, de no ser por ellos, yo no sería cantante en este mismo momento." Respondió e hice todo lo posible para contener las lágrimas en su sitio "Les debes todo a tu parecer." Contestó Jackson "Pues sí, les debo todo, y son mi familia, no se puede dejar a la familia."
"Lo entiendo. Me voy a organizar al resto. Haz el favor de descansar un rato. Les harías un favor a ellos también." Pidió mi guardaespaldas "Fui tu jefa, no tienes que decirme lo que tengo que hacer." Respondió Carla, probablemente con una sonrisa en su rostro "Me preocupo por ti. Y para empezar, es una recomendación."
"Pues no necesito tus recomendaciones, Jackson." Apuntó esta "Lo sé, pero eso no implica que no vaya a dártelas. Se lo digo a Jessica siempre." Informó el hombre "Vaya, ¿y alguna vez te hizo caso?" preguntó sorprendida "Pues no sé, yo solo lo dejo caer."
"Ahora entiendo porque Jessica confía tanto en ti y por qué yo misma lo hago, y creo que tienes razón, me estoy muriendo de sueño." Dijo Carla bostezando "Pues por eso tienes que irte a descansar. No te preocupes, Jessica no se irá de la casa." Aseguró el guardaespaldas "Gracias Jackson."
Después de eso, los dos salieron de mi habitación dejándome sola de nuevo. Escuché como la puerta se cerró de la habitación de invitados y la de fuera y me levanté dirigiéndome hacia la ventana. Tenía más que claro que iba a salir de la casa, tenía que ver a Santi como fuese ya que después de la ansiedad y el enfado que tuve durante todo el día me impidió ir a verlo.
Abrí la ventana lentamente y me aseguré de que no había nadie por ahí. Rápidamente me calcé, y me senté en el bordillo de la ventana, puse los pies en el pequeño tejado que sobresalía de la ventana del salón, cerré la ventana y salté lo que quedaba.
Debo decir que me hice un poco de daño en el tobillo, pero estoy casi segura de que no sería nada, y en caso de serlo, valdría la pena la razón por la que pasó. Sé de sobra que no me dejarían salir de la casa, o al menos que no fuese sin ellos, y yo quería ir sola al hospital.
Después de casi una hora andando llegué al hospital, refregué mis manos para calentarlas un poco y entré dentro del hospital. Intenté evitar tanto a cámaras como médicos y resto de personal, para no arriesgarme a que me viesen.
Cuando por fin llegué a la habitación en la que se estaba quedando Santi, abrí la puerta rápidamente si hacer demasiado ruido y la cerré para evitar que alguien se diese cuenta.
En cuanto cerré la puerta, lentamente me acerqué a su cama y le di un pequeño beso. Lo echaba de menos, mucho. Eran tres semanas, casi cuatro, que no había podido escuchar su risa, ni su amor, me habían enseñado, que a pesar de que tuviésemos miles de problemas y todo, mi amor por él nunca se había ido, y sé que no se irá.
Lo que más me duele de todo es que a saber cuántos días estuvo por ahí así y más que en ese tiempo estábamos enfadados el uno con el otro. De haber escuchado a Eric nada de esto habría pasado.
"Amor, realmente espero que me estés escuchando, porque yo ya no sé qué más hacer sin ti. Sabes que te amo, en el fondo sé que lo sabes, y te echo de menos, demasiado… Quiero que despiertes más que nada, dudo que pueda seguir así demasiado tiempo, te amo y te juro que me estoy volviendo loca…" Cogí su mano y acabé mirando para el techo. No quería llorar, estaba harta de hacerlo, pero por otro lado no podía dejar de hacerlo.
Cuando estaba por quedarme dormida, me pareció escuchar mi nombre, pero ya no estaba segura de sí era mi imaginación o no, y estaba otra vez quedándome dormida cuando noto un pequeño apretón en mi mano, eso es lo que me hace mirar hacia Santi y veo que tiene los ojos medio abiertos.
"¿Pero qué mierda?" murmuré sorprendida y confundida "¿Dónde estoy?" murmuró mi prometido, pero yo ni le contesté, lo primero que hice fue levantarme y abrazarlo como no lo había hecho en mucho tiempo y esta vez sí que no pude evitar echarme a llorar, pero de alegría. "Jess… me haces…"
"Mierda, lo siento." Me separé de él, pero seguí manteniendo nuestras manos entrelazadas. No quería dejarlo ir ahora que estaba despierto y al parecer bien. "No tienes por qué disculparte." Dijo con algo parecido a una sonrisa en su rostro "No sabes cuanto te eché de menos, de verdad. ¿Cómo estás?" pregunté con una gran sonrisa en mi rostro "Me duele un poco la cabeza, pero ¿Dónde estoy?"
"En el hospital." Informé y este frunció el ceño "¿Qué hago aquí?" preguntó "Hace tres semanas te dieron una paliza que te mantuvo inconsciente hasta ahora…" empecé, pero este me detiene antes de que pueda terminar de decir lo que había pasado "¿Tres semanas?" susurró y asentí "Si. ¿Recuerdas algo de lo que pasó?" cuestioné, esperando que si lo recuerde "Recuerdo que me había ido a un bar después de discutir contigo… Jessica, siento todo lo que, …"
"Amor, no te preocupes por eso, todo está bien. Mejor dime lo que recuerdes." Pedí, dándole un beso en la mejilla "Recuerdo que estaba listo para emborracharme. Me sentía mal por todo lo que te dije, y de la nada salen unos tíos, me sacan del bar y empiezan a golpearme." Dijo "¿Así sin motivo?" pregunté, frunciendo el ceño "Eso creo."
"¿Recuerdas algo más?" pregunté "No… Espera, recuerdo que alguien dijo un apellido supongo." Murmuró "¿Cuál?" cuestioné "Miller." En algún lugar de mi mente ese apellido me sonaba, pero por más que intentase recordar del por qué, no recordaba nada. "Jess, ¿estás bien?"
"Si, ¿por qué?" pregunté, apartando esa pregunta de mi mente "Parecía que estabas en otro lugar." Apuntó y negué "No es nada… solo que me suena ese apellido." Dije sinceramente "Es un apellido común en Estados Unidos si mal no recuerdo." Respondió "Puede ser, pero no sé… me suena."
"No te preocupes más por eso. ¿Qué te pasó en la mano?" preguntó una vez se fijó en mi mano "Ah, no es nada, un pequeño corte." Respondí "¿Qué? ¿Cómo te lo hiciste?" preguntó "Eso es lo de menos. Deja de preocuparte por mí, yo estoy bien." Aseguré, porque lo estaba "¿Y lo de la operación?"
"Salió todo bien, pero sigo sin recordar muchas cosas." Contesté, encogiéndome de hombros "No te debes estresar amor, ya verás como lo harás." Dijo con una pequeña sonrisa en su rostro y yo me encogí de hombros "Yo realmente no tengo ni la menor idea. Estoy harta de no recordar mi vida."
"No te preocupes por eso, ¿vale? Yo puedo ayudarte con eso si quieres." Respondió "Gracias. Te amo Santi." Agradecí "Lo sé. Siento haberte dicho…" empezó, pero puse mi dedo sobre sus labios para que dejase de disculparse "Santi, en serio, no es necesario que…" empecé, pero este apartó mi mano y le dio un beso "Pero quiero hacerlo… Sé que con todo lo que te dije te hice daño, y te juro que no creo nada de eso. Sé que me amas, y tenías razón, de no ser así, no hubieras estado conmigo todo este tiempo… En ese momento no pensé… Digamos que no estaba en un buen lugar en ese preciso momento… A veces no puedo evitar pensar que no soy suficiente para ti y que encontrarás a alguien que sí que te merezca, …"
"Sabes que eso no es cierto. Tú me mereces más que cualquiera otra persona en este mundo." Aseguré, pasando mis dedos por su pelo suavemente para no hacerle daño "Ahora lo sé, después de esto me di cuenta de que lo es." Aseguró "¿Recuerdas cuando empezamos a salir lo que te dije?" pregunté, con una pequeña sonrisa en mi rostro "¿El qué exactamente?"
"¿Qué cuando te sintieras así me podías contar y yo te ayudaría a no pensar en eso?" pregunté "Si, lo recuerdo. Realmente ayudaba." Respondió "Pues eso sigue siendo igual, amor. Yo sigo estando aquí para ayudarte en lo que sea. Eso no cambiará nunca." Aseguré "Lo sé, por eso te amo como lo hago."
Me acerqué para darle un beso, y juro que se sintió como si no me hubiese besado en años. En este momento no podía estar más contenta con todo, al fin Santi estaba, pero tendría que irme pronto, porque no quería que me pillasen aquí dentro fuera del horario de visitas. "Amor, me tengo que ir." Dije una vez miré el reloj "¿Por qué?"
"Digamos que son como las tres de la mañana y estoy completamente segura que dentro de nada vendrán a revisarte los medicamentos. No quiero que me pillen." Respondí "¿Qué haces tan tarde levantada? Deberías estar descansando." Protestó "Lo sé, pero no podía hacerlo sin verte, asique me vine."
"Pues deberías irte, no quiero que te metas en problemas, pero antes de irte, ¿Qué tal os va a ti y al niño?" preguntó, llevando su mano a mi estómago "Nos va bien, te hemos echado mucho de menos y estamos deseando que te vengas a casa con nosotros." Dije con una sonrisa en mi rostro "Lo haré pronto, te lo prometo."
"Lo sé, pero realmente debería irme. Estoy segura que pronto toda la policía estará buscando por mí." Respondí riéndome "¿Por qué?" preguntó, frunciendo el ceño "Carla." Dije como respuesta "Tienes razón, deberías irte." Respondió riéndose "Lo sé, te amo, Santi." Dije con una sonrisa en mi rostro "Te amo Jess."
Nos dimos un beso y con eso me fui. En cuanto salí por la puerta, escuché pasos por lo que aceleré para que no me viesen y salí del hospital sin ser vista, pero en caso de que lo hiciesen, no me iba a importar demasiado, porque nadie podía quitarme la felicidad que tenía en este mismo momento encima, Santi estaba bien y si todo iba bien, pronto volvería a casa.
En el momento en el que puse el pie fuera del hospital me di cuenta de que la temperatura había caído lo suficiente como para que tuviese frío, por lo que fui andando rápido para llegar antes a casa.
Después de casi una hora, llegué a casa y antes de entrar pude ver que las luces estaban encendidas, por lo que debo suponer que ya sabían que no estaba en casa y que me estarían buscando.
Cuando entré en la casa cuatro cabezas se giran en mi dirección y puedo ver que la mirada de Carla cambia a una de enfado total con un toque de alivio creo, por lo que me preparo para la bronca del siglo. "¿SE PUEDE SABER DONDE COÑO ESTABAS METIDA? LLEVAMOS BUSCANDOTE MEDIA HORA JESSICA, MEDIA PUÑETERA HORA." Gritó enfadada y frustrada "Te dije que tenía que irme." Dije, encogiéndome de hombres.
"¿ES QUE ERES ESTÚPIDA O QUE TE PASA? NO ERES LA CHICA DE LOS ÁNGELES QUE ERA DESCONOCIDA PARA TODO EL MUNDO. AQUÍ NO ERES UNA PERSONA CUALQUIERA COMO PARA QUE ANDES SOLA POR LA CALLE, SOBRE TODO SI TENEMOS EN CUENTA QUE TENEMOS A LA PERRA DE ALISON QUE TE ODIA Y QUE HARÁ CUALQUIER COSA PARA CONSEGUIR A TU PROMETIDO Y AL LOCO QUE VA DICIENDO POR AHÍ QUE ES TU NOVIO. ¿ES QUE ACASO NO TE PARASTE A PENSAR POR UN MINUTO?" preguntó "No, no lo hice. Lo siento, pero cómo te dije y repito, tenía que irme."
"¿Y QUE ERA ESO TAN IMPORTANTE QUE TENÍAS QUE…?" empezó a gritar de nuevo en el momento que Jackson se había puesto a mi lado y cuando nota la temperatura a la que está mi cuerpo, mira a Carla, luego se dirige al sofá, coge la manta que había allí, vuelve a mi lado y me rodea con ella.
"Carla, ya la hemos encontrado y está bien. Deja de preocuparte." Dijo suavemente "CÓMO SI FUESE TAN FÁCIL…" empezó a protestar "Lo siento Carla, en serio. No debí haberme ido así, y te prometo que para la próxima te avisaré."
"AH NO AMIGA, NO VOLVERAS A SALIR DE ESTA CASA SIN NADIE." Ya ni contesté, me acerqué a ella y la abracé. Después de un par de segundos, ella también me abrazó y pude notar como se relajó casi por completo. Entiendo que la había asustado, y no es lo que quería hacer, pero como le había dicho, quería ir sola, y sé que no había manera de que diciéndole me dejase ir sola.
"Mierda Jess, estás congelada." Murmuró en mi oído "Te voy a hacer un té. ¿Quieres uno, Carla?" preguntó Jackson "Te lo agradecería mucho, Jackson." Respondió "Vengo dentro de unos minutos." Con eso Jackson se fue hacia la cocina y Carla me dirigió hacia el sofá y en el momento en el que me hizo sentar en él, me tapó mejor impidiendo que cogiese frío.
"Por favor Jessica, te lo pido, no vuelvas a hacer esto." Pidió y negué con una pequeña sonrisa en mi rostro "No lo haré, lo prometo." Dije "De saber esto, Santi me hubiese matado, ¿Cuánto tiempo hace que te fuiste?" preguntó con curiosidad "Básicamente desde que te fuiste a dormir." Contesté, encogiéndome de hombros "¿Me estás diciendo que nunca te quedaste dormida?"
"No, no podía." Admití "Entonces debo suponer que escuchaste nuestra conversación. ¿Por dónde coño saliste?" preguntó, elevando una ceja "Por la ventana." Respondí "Estás loca, de verdad te lo digo. Pero te tengo buenas noticias." Dijo ahora con una sonrisa en su rostro "¿Cuáles?"
"Santi despertó." Informó y una sonrisa apareció en mi rostro "Lo sé." Dije "¿Te llamó el médico?... No, eso es imposible, dejaste el móvil en casa… ¿Cómo coño lo sabes?" preguntó con el ceño fruncido "Digamos que lo vi despertar." Admití "¿Có…? Espera, ¿me estás diciendo que todo este tiempo estabas en el hospital?" preguntó y asentí.
"Oh, ¿y no me podías avisar? Dime al menos que lo tenéis todo arreglado, por favor te lo pido, no puedo seguir viendo como os lastimáis entre los dos." Pidió y asentí "No te preocupes, está todo arreglado. Sabes mejor que nadie que no podíamos seguir así por mucho tiempo." Respondí "Uf, me alegra escuchar eso, pero pensándolo ahora, no me gusta pensar que mi sobrino o sobrina estuvo a punto de congelarse por culpa de su madre terca."
"No se congelará, lo prometo." Dije riéndome "De eso me encargaré yo, no te preocupes." Aseguró "Como quieras." Contesté "Chicas, vuestro té." Dijo Jackson apareciendo delante de nosotras "Gracias Jackson, eres un amor."
"Lo hago encantado." Respondió "Jackson, hoy no te tocaba estar aquí, ¿Qué es lo que haces aquí?" pregunté "Vine cuando me llamo Carla para asegurarse de que no te escaparías y luego cuando no te encontraba por ningún lado." Respondió "Pues más te vale irte para tu casa, no pienso dejar que no pases tanto tiempo de tu hija."
"Espera, ¿tienes una hija?" preguntó Carla, frunciendo el ceño "La tengo, pero esa será historia para otro día." Respondió este "¿Por qué yo no lo sabía?" cuestionó "Carla, déjalo irse. ¿Mañana tienes a tu hija?" pregunté, ignorando a Carla "La tengo toda la semana." Informó "Pues esta semana te quedas en casa y pasas tiempo con ella."
"Pero…" empezó a protestar, pero negué, porque no me iba a convencer "Pero nada, no te preocupes por nosotros, vamos a estar bien." Aseguré "Tengo que hacer mi trabajo…" insistió "Y lo harás, pero esta semana tienes vacaciones, asique como en algún momento contestes llamadas que tengan que ver con el trabajo o te aparezcas por aquí te enterarás de lo que soy enfadada, y no lo digo en coña Jackson."
"Está bien, gracias Jessica, de verdad." Agradeció "Vete y pasa tiempo con tu hija anda." dije "Lo haré, hasta la semana que viene. Haz el favor de no darle infartos a nadie más durante esta semana." Pidió y no pude evitar reírme "No lo haré."
Con eso se fue de la casa dejándonos tan solo a Carla y a mi dentro. Hablamos durante una hora aproximadamente hasta que empecé a tener sueño. En el momento en el que mi cabeza se posó sobre la almohada me quedo dormida.