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*Boing* *Boing*

En este momento, Alicia estaba vestida con un hermoso Yukata de color rosa, y caminaba con los demás en las estrechas calles de la Tercera Fortaleza.

*Boing*

Actualmente, eran cerca de las 2: PM y todo estaba listo y decorado con muchos detalles. El Festival estaba comenzando.

Muchas personas se encontraban aquí, poniendo muy concurrido el lugar.

*Boing* *Boing*

Los niños y las niñas reían, algunos tenían las caras llenas de dulces y otras cosas, pero les restaban importancia, en general, el lugar estaba con un ambiente muy armonioso.

*Boing*

Menos la cara de Alicia.

Esta estaba muy enojada y estaba poniendo un puchero chibi.

*Boing*

Se debía a las enormes cosas redondas que la rodeaban...

"Ufufufufufu~"

"Chomp~ Chomp~"

Olga estaba de brazos cruzados con ella por un lado mientras reía y Prim, que comía unas frituras calientes, de la misma forma en el otro.

"Haaa."

Alicia soltó un suspiro de resignación, y miró a su pecho, no tan pequeño, de copa E con lástima mientras se decía para si misma.

'¡Resistan, yo se que crecerán!'

Alexander veía todo esto y actualmente estaba riéndose por lo Linda que le parecía su Esposa más seria en este momento.

Aunque, nadie podia ver su sonrisa, ya que se encontraba en su Modo Kakashi-sensei.

...

"Moou Alex-sama~ Ayer fue muy rudo, todavía me duelen las caderas~"

Chaia dijo con una voz Milf que aparentaba un poco de reproche, cuando en realidad sólo quería ver a Alexander tímido.

...

De hecho, de haber sido esto una Novela Ligera Japonesa, o un Manga, o un Anime, sería 100% seguro de que lo que Chaia dijo, malinterpretaba algún tipo de situación en la que se resultaba de una manera similar.

Pero bueno, no lo era...

Chaia realmente sentía las caderas un poco incómodas de lo tan duro que le dió Alexander durante toda la noche...

Aunque sólo era una molestia al nivel de una picadura de mosquito, con su cuerpo más fuerte que nunca, ella sólo hallaba placer en ver a Alexander actuando tímido.

Especialmente cuando en la noche era tan diferente...

...

Alexander se puso todo rojo con todas las miradas que estaba recibiendo desde todos lados.

Aunque eran principalmente las mujeres maduras, estas soltaron luces por sus ojos al mirar a su nuevo proclamado Dios como si fuera su presa.

Y proclamado Dios internamente suspiraba.

Kaguya estaba callada y se podía sentir un aura de determinación saliendo de ella.

Chloe estaba suspirando ya por 5ta vez, debido a su Reina que se burlaba de Alicia.

...

Y así, Alexander junto a sus Esposas, visitaron los puestos de comida y los de juegos.

Alexander volvió a perder, ni siquiera le atinó a la pared esta vez y nuevamente fue a un rincón a dibujar algo en el suelo.

Prim actuaba como una madre cerca de él mientras le daba palmaditas en la cabeza, incluso, esta le brindó de sus frituras.

Alexander entonces recuperó la emoción, y siguió probando diferentes juegos en los puestos que parecían sacados de un Anime, y claro...

Siguió perdiendo hasta en el último de ellos...

Para el disfrute visual de cada una de las mujeres a su alrededor, que estaban fascinadas al ver este lado adorable de su Dios de la Noche.

.......

Todo continuó de manera muy festiva, muy alegre, y la ciudad entera estaba así.

Todo tipo de otros negocios fueron cerrados por el día, y todos se lo tomaron como unas vacaciones.

Así que la población entera de la pequeña ciudad, que era muy unida desde un principio, parecía una gran familia en fiesta.

De hecho, Alexander no se dió cuenta, pero una estatua pequeña echa por alguien anónima, de él mismo, fue puesta en uno de los pasajes de la ciudad y las personas, especialmente los pocos hombres allí, le oraban al nuevo Dios de la Noche para un buen tiempo de calidad en la noche. Incluso se dejaban ofrendas.

Y el Noble que tenía un pequeño Harem en la ciudad, dejó de ofrenda una cantidad bastante generosa, ya que si seguía a este ritmo, el tipo pensaba que moriría por desnutrición.

.......

Ya habían terminado los fuegos artificiales en la ciudad, y con un ánimo muy satisfecho, todas las personas regresaron a sus respectivos hogares.

Alexander estaba parado ahora detrás del Santuario mientras se apoyaba en un árbol, sin la máscara en su rostro.

Kaguya lo había llamado aquí hace un tiempo, y ya llevaba un buen rato esperando.

Las chicas, estaban en la habitación mientras se preparaban para dormir.

Alexander miraba el espacio circundante y tenía que admitir que la vista era realmente de primera, especialmente por las luciérnagas iluminando tenuamente el lugar, que junto a la Naturaleza presente, daba un efecto místico e indescriptible.

El nunca hubiera podido ver algo así en su Mundo anterior.

Y Alexander entonces, por iniciativa propia, se sentó debajo de el árbol, y con las piernas cruzadas.

Empezó a meditar según la Técnica de Cultivación de la Nada que él mismo había inventado, e instantáneamente pudo darse cuenta de varias cosas.

Como siempre, la visión oscura que veía con sus ojos cerrados, era cambiada lentamente por la de un Medio muy colorido, diferentes auras y energías que se entrelazaban de una manera artística.

Sólo que, a diferencia de la vista normal que obtenía cuando meditaba en Asora, en este lugar era diferente.

El color verde de la Naturaleza misma, predominaba en su visión extrasensorial, incluso podía ver los matices de la Magia en este mundo, era una que a él mismo le parecía bastante contaminada, comparada a la de Asora, y bueno, a la suya misma.

También podía alcanzar a sentir, o ver, la conexión que existía en este mundo con una figura principal, hacia donde se dirigía la mayor cantidad de la Magia.

Alexander suponía que esto debería ser algo así como un Dios o una Diosa, y desde que estaba en un Isekai, especialmente uno tan único como este, lo creía bastante posible.

Él sabía que era imposible que un ser tan débil, pudiera siquiera sentirlo o detectarlo de alguna manera, así que sólo seguía observando esta visión tan única que tenía en este momento sin cuidado, mientras lentamente su consciencia se iba más allá y se sumergía en la Técnica de Cultivación hasta que...

"Alex-sama..."

La suave y ... ¿nerviosa?, voz de Kaguya, lo sacó de su Trance.

"Disculpa, Kaguya por quedarme... ... meditando..."

Alexander se disculpó con Kaguya y cuando abrió los ojos, perdió un poco las palabras en su cabeza ya que ahora mismo estaba aturdido.

Kaguya estaba delante de él mientras se sonrojaba, ella no tenía ninguno de sus ornamentos, ni tampoco su vestido de Miko principal lascivo, ella ahora mismo se encontraba vestida con un Yukata de color blanco y detalles negros, que hacían juego con su hermoso cabello suelto en este momento. El Yukata parecía algo apretado, e incluso un poco más atrevido que uno normal, ya que sus pechos que estaban siendo aplastados levemente, seguían bastante grandes y anchos, especialmente en el área del trasero donde tenía unas curvas que eran la perdición de los hombres.

Alexander se le salió un poco de sangre por la nariz y activó el Sharingan de nuevo.

"Hermosa."

El solo podía pensar esto, esta mujer delante de él era demasiado hermosa. De la forma en que el la veía, no era en 2D como lo hacían los Animes, o en 3D siquiera, era en un gráfico muy especial donde se resaltaba completamente todos los detalles de la vista, mezclando lo mejor del Anime y de la visión real que Alexander observaba en su Mundo anterior.

Él realmente amaba este tipo de Realidad.

Y sólo podía decirle eso a Kaguya, muy profundo dentro de sí mismo.

"G-g-gra-gracias..."

Bueno, no tan profundo...

...

Kaguya: "Alex-sama... ¿se encontraba meditando? Discúlpeme si lo molesté."

Después de unos minutos de un leve silencio incómodo, Kaguya le habló a Alexander mientras se disculpaba.

Alexander: "No, todo está bien, sólo que... me dió por hacerlo al observar este lugar."

Alexander se paró y se sacudió un poco la ropa, luego le respondió a Kaguya mientras miraba alrededor.

Kaguya: "Es cierto, esta es la vista más hermosa de la ciudad."

Kaguya dijo con una expresión muy amable en su rostro.

Alexander: "..."

Alexander: "... Aunque no más hermosa que tú..."

Este miró la cara de Kaguya y se quedó sin palabras por unos segundos, y luego respondió con lo que sinceramente pensaba para dentro de él.

Kaguya: "¡!"

Kaguya se sorprendió y luego activó el Tomate Modo.

Ella sabía que cualquiera podía decirle lo mismo que no sentiría absolutamente nada, pero cuando era Alexander...

Su pecho comenzaba a hacer sonidos muy extraños...

*DokiDokiDokiDokiDokiDokiDoki*

Y un sentimiento cálido y maravilloso invadía su cuerpo.

...

Kaguya desde la mañana, estaba decida a confesarse a Alexander.

Ella pensó bien en todo lo que haría e incluso decidió probarse el vestido con la etiqueta más noble que estaba en su armario.

Estaba muy nerviosa por dentro, pero ella sabía que Alexander sólo estaría poco tiempo en la ciudad.

Y también estaba muy celosa de sus mujeres, aunque se llevaba bien con todas.

Ella quería estar en su Harem.

No importaba ser la 1, o la 2, o la 3.

Ella sólo quería poder decir que también era su Esposa.

Y naturalmente tenía presente de que Olga, que era la Esposa principal, o así la veía, no estaba en contra de su idea, y que daba indicios de que esto no la molestaba.

Kaguya entonces pasó todo el día así.

Poniéndose nerviosa por momentos y al siguiente encontrando la determinación.

Hasta que acabó todo y llamó a Alexander hacía su lugar preferido en la ciudad.

...

Alexander: "... Entonces, ¿para que me llamaste aquí?"

"Alex-sama..."

Kaguya se mordió ligeramente el labio inferior, se decidió, y caminó hacia Alexander.

Alexander: "¿?"

Alexander tenía una cara confundida e iba preguntarle a Kaguya si estaba bien, cuando ella...

Lo besó.

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