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Mundo Shinobi - Gravedad - 302

Después del almuerzo, Kain y Aoi fueron a la habitación de Kain y utilizaron el kunai para viajar a la habitación de entrenamiento subterráneo. Una vez que llegaron a la habitación, todo estaba oscuro, se sentía frio y silencioso, demasiado aterrador. Sin embargo, solo faltó que Kain dijera —luces— y los grandes focos en el techo iluminaron los cien metros de largo por cincuenta de ancho. No había nada salvo un suelo cubierto de pastelones de piedra y murallas cubiertas de sello de absorción elemental.

Kain avanzó por delante mientras Aoi camino detrás de él con un cuaderno y lápiz. Kain se detuvo en la muralla oeste, sobre las hendiduras que formaban una ancha puerta y tocó los sellos.

—¿Qué tal ha funcionado la alimentación a través del fuego almacenado en los sellos?— preguntó Kain

—No muy bien, Kain-sama— dijo Aoi, abriendo su cuaderno y buscando sus anotaciones —solo se conserva un 30% de la energía—

Kain llevó su mano derecha a la cara y se acarició el mentón —creo que es por el proceso de conversión. Estamos tratando de transformar un chakra que ya tomo la forma del fuego. Toma nota para que agreguemos a los experimentos una conversión de calor y una de vapor. También un experimento para alargar el proceso de conversión y ver donde se está perdiendo la energía ¿No creo que sea porque los sellos emiten algún tipo de calor y el fuego en su interior se disipa?—

—No, los sellos absorben y mantienen el fuego, pero al momento de entrar en el ciclo de conversión, se pierde un 70% de la energía generada por el fuego—

Kain tomo una profunda respiración y asintió —ok, ve cuando tenemos tiempos y agenda una reunión para revisar este tema—

—Lo anotare— respondió Aoi mientras escribía en su cuaderno

Kain le dio unas palmadas a la puerta de la habitación de sexo, como quien le da palmaditas a su mascota y le recuerda buenos momentos. Después camino con Aoi a la muralla norte de la habitación de entrenamiento mientras lo único que sonaban eran sus pisadas. En la muralla también había un calado que formaba una puerta de cuatro metros de alto por tres de ancho. En el lado derecho había una pequeña pieza de metal con forma de un cuadrado de un centímetro por cada lado. Kain coloco su pulgar, inyecto su chakra del tipo madera y los seguros de la puerta se retrajeron. Al mismo tiempo, la puerta se abrió con lentitud hasta dejar una hendidura de veinte centímetros.

Kain frunció el ceño al ver que no se abrió por completo y dijo —Aoi, anota también para investigar una forma en que las puertas se abran por completo. Estamos tratando de automatizar las cosas y es una molestia tener que andarlas moviendo—

—Sí— dijo Aoi con una pequeña sonrisa, divertida por las molestias de Kain. Cualquier villa quisiera este sistema de seguridad, pero aquí estaba él, rabeando con una puerta que no se abre por completo.

Al mismo tiempo, Kain metió las manos por el costado y jalo la puerta metálica con cuarenta centímetros de espesor. Una vez abierta la puerta, vieron un amplio laboratorio con varias mesas a los costados y en el centro. A los lados había cajas con minerales, herramientas y microscopios. Todo con la intención de buscar metales similares al chakra, pero por la increíble cantidad de cajas, trozos de metal en bruto y papeletas tachadas en las paredes, se podía decir con facilidad que el mineral de chakra seguía siendo el mejor conductor de chakra.

En la larga mesa del centro había complejo sistema de sellos cincelado en metal que se mantenía emitiendo un brillo azul. No obstante, Kain paso de todo eso y fue hasta al final de la habitación para detenerse frente a una puerta blindada. Kain se acercó a un pequeño cuadrado de metal e inyecto su chakra del tipo madera. Al igual que la puerta de afuera, se abrieron los seguros y la puerta se abrió unos centímetros hacia afuera. Kain metió sus dedos por el costado y la jalo. En esta habitación también había mesones de un metro de alto, pero en lugar de haber sellos, minerales, microscopios y otros tipos de herramientas. Había largas cupulas de vidrio similar a probetas dadas vuelta, divididas en pisos de treinta centímetros cada uno.

Kain activo su sharingan hasta el primer tomoe para poder ver en la oscuridad y entró seguido por Aoi, quien también activo su byakugan. Dentro de las cupulas de vidrio había arañas de tierra creadas por Kain. Cada una producía un diferente tipo de material. Kain tenía cosas tan estrafalarias como un haori hecho de filamentos de diamantes o unos guantes hechos de mineral de chakra.

Sin embargo, todo esos eran experimentos menores para el entretenimiento. Su verdadera búsqueda estaba al final de la habitación, en una pequeña cúpula de no más de treinta centímetros de alto y ancho.

Kain se detuvo delante de la cúpula y vio a las diminutas arañas de no más de un centímetro de diámetro dando vueltas por encima de un ojo humano. A través de su estudio de las arañas y las proteínas que podían producir, Kain encontró la forma de crear la proteína necesaria para que las arañas pudieran crear un tejido igual o lo más cercano al humano. Sin embargo, cuando hace años lo logro, se dio cuenta de que un ojo normal no servía para Aoi o Kazuhiko. Al igual que el resto del cuerpo, los ojos de un usuario de "doujutsu" tiene su propio circuito de chakra y por eso pueden ejercer poderes oculares. Así que el estudio de Kain tuvo que volver al principio y empezar a crear una nueva estructura, al punto de que, si hoy en día le pidieran que le diera ojos mágicos a toda la villa, lo podría hacer. No obstante, eso sería un despropósito ya que la mayoría de los shinobis no tiene ni la mitad del chakra que los grandes clanes. Ya sea suerte o línea de sangre, los shinobis normales no podrían ocupar un sharingan o un byakugan. De lo contrario, pasarían la mayor parte del tiempo desmayándose por la deficiencia de chakra.

—Tú ojo está listo— dijo Kain mirando con sus ojos carmesí el ojo de color malva rodeado de pequeñas arañas

Aoi tenía sus propias apreciaciones con respecto a utilizar un ojo hecho por unas arañas. Sin embargo, ella como una adulta y criada en un clan tradicional como los Hyuga, entendía la blasfemia y el milagro que significaba esto.

Aoi avanzó por detrás de Kain, lo abrazó y le beso el cuello con suavidad —gracias, Kain— susurro

Kain sintió su corazón acelerarse de solo escuchar esa voz sensual, dio la vuelta su rostro y la miró mientras sonreía —no hay problema, fue mi promesa hace cuatro años y la estoy cumpliendo— dijo

—No estás en deuda— dijo Aoi —me has dado muchas cosas—

—Bueno, con respecto a ese tipo de cosas, creo que estamos a mano—

Aoi le mordió el cuello con suavidad y Kain soltó un "ouch" y después se largó a reír. Ella se apegó a Kain y olió su cuello. Kain dejo de concentrarse en Aoi y volvió mirar hacia adelante, dentro de la cúpula de vidrio de treinta centímetros de ancho y alto, donde las pequeñas arañas terminaban de crear el ojo con un iris malva.

Pensando en que este momento llegaría, Kain y el viejo Orochi habían creado un procedimiento quirúrgico con la mínima intervención del chakra para que a futuro cualquiera médico con los respectivos estudios pudiera conectar un ojo nuevo, ya sea porque el paciente lo perdió en un accidente o por una enfermedad. El mundo seguía progresando y Kain iría poco a poco desvelando sus invenciones. Entonces la guerra estaría más restringida hasta el punto de que fuera inviable y el sueño de su tío Hashirama sería realidad.

—Después de esto tendré que empezar a trabajar en un brazo para la tía Mari— dijo Kain —seguro que es muy feliz por el solo hecho de poder blandir una espada con las dos manos—

—¿Está bien?— preguntó Aoi susurrándole al cuello

—¿A qué te refieres?— preguntó Kain

—Tú sabes, Mari dijo que iba a entrenar a Kaoru durante un año, pero ahora lo ha alargado—

—La tía, ella— dijo Kain más o menos entendiendo lo que pensaba Mari Hatake —ella está preparando a Kaoru. Sakumo es demasiado sentimental como para enfrentarse con ella—

—No lo entiendo—

—Un guerrero odia la idea de morir de viejo—

Aoi se quedó callada, entendió lo que Kain dijo y después apoyo su rostro en la espalda, sin saber si estaba correcto haber permitido que su hija fuera con esa mujer. Sin embargo, Kaoru era diferente de ella y Kazuhiko. Ella deseaba ser fuerte, al punto de poder luchar contra Kain. En ese caso, solo Mari Hatake le podría enseñar a como serlo.

—No te preocupes, yo hable con Kaoru y ella entiende las implicaciones de seguir este camino— dijo Kain.

Aoi asintió y solo se abrazó a la espalda de Kain.

Después de un minuto, ambos salieron de la habitación donde las arañas tejían diferentes tipos de materiales y se sentaron frente a un escritorio de superficie blanca.

—Primero lo primero— dijo Kain —contacta al abuelo Orochi y pregúntale si tiene tiempo este viernes para que podamos realizar la operación. Al mismo tiempo, compra las cosas que te gustaría tener en tu habitación (como sabanas, cubrecama, muebles y ropa) porque vas a pasar unos días acostada. Después de eso vendrá acostumbrarse a la luz y al uso de tu ojo, para lo cual, debes estar cómoda—

—Entiendo—

—Por mi parte, voy a estar confeccionando una casa en un árbol en el centro de bosque, detrás de nuestra casa, para que te sirva de lugar de descanso—

Aoi sonrió y frunció el ceño —ok, dime de que va esto—

Kain sonrió entusiasmado y dijo —bueno, sería genial que tuvieras un lugar tranquilo para descansar, rodeado de naturaleza, pero algo elegante y bonito. Sin embargo, mi intención también es preparar un techo con un material similar al vidrio—

—¿Te refieres al vidrio opaco?—

—Sí, el material en sí es de un gris, limpio y liso, agradable a la vista. Bloquea la luz y el calor, pero si le inyectas chakra, el material se vuelve transparente. Entonces imagínate, una chica coqueta, acostada en su cama y de repente le dan ganas de mirar el cielo nocturno. Entonces inyectas chakra en el dispositivo y aparece en el techo el cielo nocturno estrellado—

—Eso de coqueta estaba de más—

Kain sonrió y le preguntó —¿Entonces no lo eres?—

—Un poco— dijo Aoi con una amplia sonrisa —pero solo cuando se puede—

—¿Y ahora se puede?—

Aoi se quedó callada, un poco asombrada por el repentino cambio y negó con una amplia sonrisa. Kain soltó un suspiro como si realmente lo lamentara, pero después sonrió como si no pasara nada.

Aoi se acercó, le dio un pequeño beso en los labios y le dijo —terminemos el trabajo y podría pensar en ser un poco coqueta—

—¿Un poco? Yo te recuerdo más que solo coqueta—

—¡Oye!— protesto ella y le dio un leve codazo —solo te sigo la corriente—

—Yo no veo que te sientas mal o que te desagrade—

—Solo eres un poco divertido—

Kain acercó su rostro al de ella, le dio un beso en los labios y después se alejó un poco —¿Todavía piensas que soy un poco divertido?— preguntó

Aoi acercó su boca, le dio un beso apasionado hasta meter su lengua y después se apartó quedando a solo unos centímetros de su rostro. Ella sonrió y le susurro con voz coqueta —divertido, solo eso—

—Bien, más tarde veremos si aguantas más diversión—

Aoi alzo una ceja y pensó en alguna posibilidad, pero no recordó que había pasado últimamente para que Kain prometiera algo así. Ella frunció el ceño y dijo —ya veremos, puede que tengas energía, pero no me convencerás solo con palabras—

—Oooh, no te preocupes, tendré ayuda—

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