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Apócrifo - Gods land - Capítulo 19

Kain estaba parado en el borde del gran marco, en donde antes había un grueso ventanal. El viento ululaba en la oscuridad de la noche y le levantaba el cabello ondeándolo sin descanso. Kain escucho unos pasos tambaleantes detrás de él. Se dio la vuelta para mirar a Hephaestus quien trataba de caminar entre el piso de cerámica y el polvo de las cosas que se desintegraron. Ella estiro sus brazos hacia adelante para que él la recibiera y así lo hizo Kain. Dio un paso hacia adelante y la abrazo con suavidad.

-¿Qué fue eso?- pregunto Hephaestus mientras sentía la refrescante brisa nocturna

Kain estiro su mano izquierda y la paso por detrás de su espalda, de esa manera genero un muro de cristal en donde debería estar el ventanal. Como acto reflejo, el viento ceso y ahora solo se escuchaban sus respiraciones.

-Era el elemento de poder oscuridad- respondió Kain con seriedad -algo que no debería estar ligado a una divinidad ¿Cómo sucedió?-

-No lo sé, cuando estaba en el cielo, me desperté un día y ya tenía el rostro así-

-Mmm- profirió Kain en un tono contemplativo -debemos estudiar más esto. Es raro que hayas durado tanto tiempo, y más raro que los viejos dioses no te hayan dicho. Hera y Zeus pueden considerarse jóvenes, pero Uranos es lo suficientemente viejo como para saber de esto-

-No se puede confiar en nadie- dijo Hephaestus mientras lo abrazaba con fuerza

Kain sonrió y le dio un pequeña nalgada. Hephaestus dio un respingo en respuesta y levanto su mirada. A pesar de que estaba oscura la habitación, podían verse el brillo de los ojos.

Kain se acercó al oído de Hephaestus y le susurro -¿Cómo que en nadie?-

-Bueno- dijo ella relajándose un poco -parece que hay algunos, pero muy pocos-

-Es mejor así- añadió Kain -pocos amigos, pero buenos-

Hephaestus elevo su cara buscando la boca de Kain y le dio un pequeño beso -tu y yo no somos amigos- susurro ella -ahora no-

Kain la comenzó a besar con pequeños toques hasta convertirlos en apasionado besos. Hephaestus correspondió sus avances, pero Kain de repente se detuvo.

-Ven, vamos al baño- dijo Kain

-¿eh?-

-Para que veas como quedo tu rostro-

Hephaestus de repente quedo en shock, le temblaban las manos y negaba con la cabeza en un gesto brusco. Después se aferró a Kain con fuerza -No quiero, dejémoslo así- dijo

-Tarde o temprano lo veras- le susurro Kain

-No quiero, por favor no-

-Escúchame- le dijo Kain tomándola de las mejillas, la miró a los ojos y una vez que vio que ella lo miraba, continuo -confía en mí, te vez más hermosa que antes. Te lo juro-

-¿Y si, Y si ya no me quieres?- pregunto Hephaestus asustada. Kain soltó un risita divertida por la cual recibió algunos manotazos. Él se cubrió.

-¿De qué te ríes?- pregunto Hephaestus en un tono enojado -es importante para mí-

-Lo siento, lo siento- respondió Kain divertido, le atrapo los brazos que continuaban proporcionándole manotazos y se los sujeto. Después la beso hasta que se calmo y le dijo -ya sabes que me iré en un par de años ¿Estas segura?-

-No puedo pensar en nadie mas- respondió ella

Kain soltó un suspiro y le dijo -no haces las cosas fáciles-

Hephaestus agacho la cabeza, sintió que lo estaba molestando. Pero Kain le respondió levantándole el mentón y dándole un tierno beso -ven- dijo -vamos al baño y veamos como quedo tu ojo-

Hephaestus acepto con cierto miedo, se abrazó al brazo derecho de Kain y salieron de la habitación. Después avanzaron por el pasillo y entraron a la recamara principal. Pasaron rápido y cuando llegaron a la puerta del baño, Hephaestus vio la puerta blanca. Sintió miedo, algo de pánico entremezclado con ansiedad. Apretó su agarre sobre el brazo de Kain sintiendo que se le revolvía el estómago. Por otro lado, Kain abrió la puerta y encendió la luz del baño. Poco a poco la condujo, pero ella se escondió detrás de él. Kain se ganó frente al espejo, sus largas orejas y su cabello blanco se reflejaban. También las manos de Hephaestus que lo abrazaba desde atrás.

-Vamos Hephaestus- dijo Kain -solo mira, te lo juro, te ves preciosa-

-¿De veras?- pregunto Hephaestus insegura

-De veras-

-No me dejaras-

-Solo cuando tenga que irme-

-Lo prometes-

-Lo prometo-

Hephaestus se movió de la espalda de Kain hacia la derecha y emergió poco a poco para ver su reflejo sobre el espejo. Su cara estaba sana, su piel tersa, los músculos saludables. Solo su ojo era diferente, ahora tenía una pupila negra como una aceituna, pero por lo demás, todo se veía bien, todo se veía normal. Le corrió una lagrima de felicidad, se acercó poco a poco al espejo. Era un cuadro interesante, porque a pesar de que lloraba por ambos ojos, sonreía con felicidad. Se dio la vuelta y se colgó del cuello de Kain para besarlo. Él la abrazo por la cintura y la beso. Solo eran los dos en ese baño de baldosas blancas.

Mas tarde, Hephaestus le pidió perdón a Kain, se sentía un poco indispuesta para hacer algo más. Kain le dijo que no importaba, que por ahora se quedaran a dormir en el hotel y mañana conversarían de otras cosas. Hephaestus le dijo que podían dormir juntos, pero que no hiciera nada más, al menos, por ahora. Realmente se sentía cansada tanto física como mentalmente. Por su parte, Kain acepto, tuvo algunas ideas, pero considerando el estado de las cosas, prefirió no hacer nada. Así que pasaron la noche en una misma cama.

-o-

Al otro día, Kain se despertó con una sensación cálida sobre su hombría. Eran un conjunto de cinco dedos suaves y refinados. Lo masajeaban de arriba abajo mientras sentía que alguien le besaba el cuello. Sin abrir sus ojos, estiro sus manos por debajo y abrazo una tierna cintura que finalizaba en un redondo trasero. Era una sensación tersa y firme, solo las chicas guerreras como Lilia tenían una sensación así. Kain abrió un poco los ojos y vio a una Hephaestus sonrojada. Podía ver como estaba destapado y ella con su mano derecha lo estimulaba. Kain aparto sus manos de las caderas y le tomo el rostro para acercarlo. Le beso los labios y al poco después introdujo su lengua, exploro toda boca y degusto cada centímetros de la lengua. Al mismo tiempo, Hephaestus lo besaba mientras lo seguía estimulando. Cuando Kain noto que tenía suficiente tensión, invirtió las poses en un movimiento rápido que hizo a Hephaestus gritar un lindo "kya".

Con Kain ahora encima y una Hephaestus desnuda, él se sacó el pantalón del pijama y la polera. Después beso Hephaestus mientras pasaba sus manos masajeando las caderas, el abdomen y las piernas. Bajo al cuello dándole fuertes chupetones que le dejaron marcas rojas sobre la piel. Siguió hasta los senos y los degusto uno por uno, pasando su lengua por todo el contorno, hasta llegar a unos tímidos pezones rosas. Ella gemía mientras era amada, pasaba sus dedos por entre medio de los cabellos largos y blancos de Kain. Tuvo que estirar su manos cuando sintió que Kain bajo, le gustaba este sentimiento. Le hacía cosquillas los besos en el estómago, pero le producían cierta excitación a la vez. Después sintió que Kain pasaba su lengua húmeda y caliente por las caderas, eso la volvió impaciente.

Por su parte, Kain continuaba bajando, masajeándole los muslos y poco a poco dirigía su boca a la entrepierna. La parte baja de Hephaestus era tersa, de pequeños labios y apretado agujero. Parece que por su ojo muchos dioses no la querían tocar en el cielo, al parecer, en la tierra no fue diferente. Kain pensó que fue una pérdida para ellos, él tomaría todo para sí mismo. Kain paso su lengua mientras el gemido de Hephaestus se convertía un una linda melodía en sus oídos. Ella se retorcía sintiendo que en cualquier momento iba a explotar y Kain intensificaba el movimiento de su boca cuando sentía que ella lo quería alejar. Al final, Hephaestus dejo escapar un grito ahogado mientras su cuerpo se contaría con fuerza para después soltarse como si se estuviera derritiendo.

Por su parte, Kain subió besando todo el camino hasta la boca, disfrutando cada parte de sus tiernos labios. La abrazo mientras su sexo rosaba con el de ella, excitándose y excitándola. Después separo sus labios y la miró a los ojos. Hephaestus estiro sus brazos y se aferró al cuello mientras le susurraba al oído -hazlo-

Kain la beso reprimiendo las palabras de duda en su corazón y poco a poco fue ajustando el ángulo con su mano. Podía sentir que allá abajo estaba húmedo y caliente. Tenía el deseo de llegar y entrar de un solo golpe, pero tomo una profunda respiración y fue haciendo poco a poco su camino. Hephaestus frunció el ceño, pero lo siguió besando. Sentía como se extendía, le ardía y le incomodaba. No obstante, en ningún momento se quejó hasta que Kain llego hasta la mitad. Ahí dio un pequeño grito de dolor y le mordió los labios. Fue un movimiento involuntario, pero al ver los labios de Kain sangrar, se quiso disculpar. Por su parte, Kain solo se pasó la lengua por los labios y la siguió besando, presionando poco a poco hasta llegar al final. Una vez que estuvo ahí, se detuvo y aparto su rostro. Ambos jadeaban, pero Hephaestus estaba sudando y tenía una expresión de dolor que trataba de disfrazar con una sonrisa. Kain la beso y con su mano derecha la fue estimulando. Trato en lo posible de no moverse por el momento. Por otro lado, Hephaestus lo comenzó a besar con pasión, poco a poco olvidándose de su dolor. Se sentía intoxicada por los labios y excitada por el contacto. Así que comenzó a comerle los labios a Kain, a besarlo con la desesperación de un viajero que busca agua en el desierto. Kain a su vez pensó que era buen momento, así que empezó a mover sus caderas. Primero con un ritmo lento, suave y controlado, para después pasar a un ritmo frenético. Hephaestus gemía con intensidad, se aferraba con ambas manos de la almohada mientras sentía que la embestían una y otra vez. Era doloroso en su interior, pero también excitante en su clítoris. Se debatía entre ambos sentimientos, pero al final gano la excitación y cuando acabo, se abrazó a Kain con todas sus fuerzas. El calor se propago en su interior mientras su visión se volvía blanca y no sabía del mundo. Solo seguía moviendo sus caderas y apretaba sus piernas alrededor de las caderas de Kain para prolongar el éxtasi.

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