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Capítulo 23 - Camelot

Mes de Septiembre

Cuando Kain recobro su visión, vio unas enormes murallas blancas tan altas, que parece que se elevaban hasta el cielo. Afuera había una carretera altamente transitada y a los lados, un bosque espeso y hermoso. Lleno de enormes arboles y plantas de bellos colores. Dentro de la gente que se movía por la carretera, habían humanos, pero no eran los únicos. También habían especies que jamás había visto o por lo menos, no habitaban en sus tierras. Algunos eran bajos y gruesos, otros altos con orejas largas. También iban algunos carruajes de refinada confección, de un color negro y enchapado con enredaderas de oro. Merlín vio a Kain mirando las grandes murallas con asombro y felicidad. Lo tomo de un brazo para que no lo atropellaran y lo movió al pasto, afuera de la carretera. El resto de los transeúntes lo miraban como aun pueblerino, claro que no se extrañan, siempre que viene un extranjero, coloca la misma cara de estúpido.

Una vez que Kain se recobro de la fuerte impresión, miro al bosque que rodeaba toda la región. Entre los arboles se movía una débil niebla, pero no era un fenómeno de la naturaleza. Kain encendió su visión espectral y le pregunto a Merlín -dime, amigo mío, ¿Qué maravilloso lugar es este?, veo que hay un poderosa, por decirlo menos, estúpidamente poderosa barrera-.

-Esto se llama Camelot, bonito ¿no?- respondió Merlín como si nada

-Mm, es muy bonito ¿te molesta si recojo las plantas que necesito?, te prometo solo tomare lo que necesito-

-No me molestaría que tomes más, a pesar de que tu…-

Kain frunció el ceño y dijo -a pesar de que yo quiero mantener la distancia- suspiro -dije qué, dejes, de, leer, mi, mente…-

-Lo siento, lo siento, es un viejo habito- dijo Merlín mientras se rascaba la cabeza y se rio como un idiota.

Kain suspiro y lo ignoro. Se acerco a lo arboles milenarios a recoger una especie de flor que crecía como enredadera. Era roja, alargada. Mientras recogía las plantas, la gente que pasaba lo miraba raro, incluso las criaturas que vivían en el bosque se reían de él. Todos ellos pensaron que estaba recogiendo maleza. Pero Kain no se molesto, si ellos tuvieran su conocimiento no se reirían tanto. Pero así es la ignorancia, lo que es basura para uno, es tesoro para otro.

-Listo- dijo Kain, había sacado dos docenas de flores y las metió en una bolsa -con esto es suficiente, si necesitas de esta medicina te puedo dar en agradecimiento por tu ayuda. Con esto Sasha puede estar segura-

-Eres muy considerado con tu amada- dijo Merlín

Kain ignoro sus palabras y trato de entrar en Camelot. No obstante, había una especie de barrera que obstruía la entrada. Una vez que choco, miro hacia atrás y miro a Merlín. Este ultimo saco un amuleto desde sus ropas y dijo -toma Kain, ponte este amuleto, si haces algo o te comportas de manera irracional, serás expulsado del castillo. No tiene ningún hechizo más, es solo para garantizar la seguridad de la gente-

Kain asintió y recibió el amuleto. Después de eso pudo pasar por la entrada. Kain estaba lleno de expectativas, el lugar le había dejado rememorar las antiguas fortalezas vampíricas. Erigidas con la mas avanzadas técnicas de arquitectura. El bosque y la barrera también contribuyeron. Así que esperaba encontrar mas cosas interesantes. Al pasar la barrera vio que la carretera se seguía extendiendo hasta el centro de la ciudad, hasta un enorme castillo blanco y alto, con varias torres que parecían lanzas. No obstante, solo alcanzo a dar unos cinco pasos hasta que fue detenido. No en el sentido estricto de la palabra, sino que dos caballeros le obstruían el paso. Uno era rubio con matices delicados y pelo largo en una cola de caballo. Él otro con el pelo un poco alborotado y de contextura maciza. Kain instantáneamente desenfundo su espada y sus ojos se encendieron. Eran claramente hostiles a su presencia. Ante este acto, muchos transeúntes se alejaron, otros se quedaron porque parece que un tonto foráneo, iba ser colocado en su lugar.

-No te conozco y no se quien seas- dijo Kain -pero si sigues dirigiendo ese nivel de hostilidad, no me culpes por enviarte con tu creador-

Ambos caballeros se pusieron en guardia y desenfundaron sus espadas. Sin embargo Merlín se gano entre ellos y los detuvo -Kain, tranquilízate- dijo Merlín -esto es solo un mal entendido- después miro a los caballeros -Sir Bedivere, Sir Gawain, esta persona es invitado del rey, guarden sus armas y retírense por favor-

Bedivere no hizo caso y siguió apuntando su espada sin dejar de mirar a Kain -No apruebo que tal clase de persona se acerque a mi señor-

Gawain miro a Merlín a los ojos y añadió -te dijimos que no trajeras a extranjeros; gente que sería una mala influencia para nuestro rey, pero como siempre, haces lo que se te da la gana-

Kain frunció el ceño y dijo con una poderosa voz que reverbero por toda la calle -eres demasiado descarado para prohibirle cosas a tu señor. Por mucho que seas un caballero, tu deber es proteger a tu señor y no ordenarle-. Kain tomo su postura y se lanzo contra Bedivere. Intercambiaron cinco poderosos golpes y después de que Kain desvió el ultimo golpe, tuvo que saltar y esquivar a Gawain que lo ataco desde el lado.

Bedivere transpiraba en frio. Solo su señor tenía este nivel de fuerza física y si no fuera por el mana que no lo ayudaba a fortalecerse, ya hubiera perdido. Miro a Gawain y este asintió con complicidad. Por otro lado, Gawain al ver el intercambio que tuvo su compañero, pudo decir fácilmente que no podrían vencer a este adversario en solitario.

Kain miro a ambos caballeros con una sonrisa burlesca y abriendo sus brazos, dijo -pensé que lo caballeros tenían un código y solo peleaban de manera justa, ¿su juramento es diferente?-. Ambos caballeros apretaron sus dientes y fruncieron el ceño. Merlín por su parte se tapo la boca para no reírse y estallar en carcajadas.

Bedivere suspiro y retomando su postura, dijo -vamos a ver si puedes seguir con tus bromas, ¡payaso!-. Una vez mas se lanzo contra Kain, reforzó su espada con mana y lanzo tres golpes. Kain por su parte, lo repelió el mismo numero de veces y lo miro con desdén.

Bedivere miro sus manos que le dolían por este simple intercambio y pensó que esto ya no era normal. Se armo de valor y acometió contra Kain asistido por Gawain. Ambos caballeros atacaron en completa de forma simultanea. Por su parte, Kain evadió, bloqueó y desvió con magistral maestría. Sin embargo el acero de la espada no lo acompaño y después de su veinteavo choque se termino de quebrar.

Bedivere lo miro con desdén y disgusto -¿ahora eres tan fuerte?, vete de esta tierra y no vuelvas mas, ¡demonio!-

Kain vio a los dos caballeros que lo miraban con un aire de superioridad y les respondió, poniendo una sonrisa carnívora. Lanzo lo que quedaba de su espada al suelo y una vez mas camino hasta donde estaban ellos. Los caballeros se pusieron en guardia. Kain les dio una sonrisa arrogante y utilizó su telequinesis para golpear sus cabezas contra un muro. Ambos caballeros quedaron inconscientes y Kain se acerco para sellar la magia dentro de sus cuerpos. Al darse vuelta miro al mago que estaba en una esquina. Como siempre, parece que todo le resbalaba y se dedicaba a comer una manzana mientras miraba el espectáculo. Kain negó con su cabeza y le dijo -no he sido irracional Merlín, solo les di una pequeña lección. Por otro lado, tú eres el peor. Siendo el mago de la corte ¿Cómo permites que los caballeros le digan que hacer y no hacer a tu rey?-

-Esto es un poco incómodo y difícil de explicar- respondió Merlín -mejor vamos y acuérdate de liberarlos cuando te vayas ¿bien?-

-Ya te lo dije, solo es una pequeña lección, no quiero hacer enemigos-

Cuando se dispusieron a caminar con dirección al enorme castillo, vieron a una niña rubia que portaba una armadura blanca, avanzar en dirección contraria. Ella se acercó a Kain y Merlín; tenía una carita de porcelana y grandes ojos con pupilas de color esmeralda, muy linda, pero lo que más le llamo la atención a Kain, fue lo pura que era su alma.

Kain estiro su mano y le acarició la cabeza -hola pequeña ¿en que te puedo ayudar?-

La niña disconforme, le golpeo la mano y dijo -por favor, no me acaricies la cabeza, ¡que descortés!. Cough cough- entonces recobrando su noble postura de caballero, la niña dijo en un tono solemne -el rey me pidió que te escoltara al castillo, sígueme-

Merlín vio al congelado Kain y sonrió -se llama Gareth. No te sientas mal Kain, ella solo acepta el afecto de un solo caballero en todo el reino-

-No es eso Merlín- respondió Kain, saliendo de su estupor -lo que pasa es que el alma de esta niña es muy pura, la malicia en su corazón es casi nula-

-¿Puedes decirlo?-

-Tengo una vista especial-

-Mm, se me había olvidado-

Siguieron caminando por la gran avenida que surcaba toda la ciudad hasta llegar al gran castillo. Todo el lugar estaba lleno de guardias y ninguno miraba a Kain con buenos. El emblema y su cabellera lo delataban. Era el infame cazador de demonios que mataba a los nobles que no le gustaban. Cuando llegaron a una gran puerta, tan alta y ancha como la fachada de una casa de dos pisos, esta se abrió y dejaron entrar al trio. Dentro había una enorme habitación con ventanales gigantes y pilares que soportaban la construcción con un exquisito diseño ornamental. Después de eso, al final de la habitación, había un enorme jardín y de este se extendían otros caminos. El trio avanzo por el camino ancho, el del centro sin nunca detenerse y después de veinte minutos, llegaron a otra gran puerta. Esta era diferente de la anterior, era un poco mas pequeña, pero estaba hecha de oro solido. Al igual que la anterior puerta, esta también se abrió por si misma y Kain pudo ver un enorme salón del trono. En medio, desde la puerta al trono había una gran alfombra roja y a los lados, un sinfín nobles. Todos curiosos por el visitante que invito su majestad.

Kain avanzo por la alfombra y tres guerreros se colocaron en su camino. Cruzo los brazos al ver la mirada que le daban y negó -Merlín- dijo -me estoy cansando de esta estupidez, ¿para esto me trajiste?-

Un voz joven y femenina que trataba de sonar masculina se escucho por todo el salón. Provenía del rey, desde su trono -príncipe Kain, no es nuestro interés pelear ni antagonizarte. Los caballeros que están frente a ti solo requisaran tu espada-

Kain suspirando respondió -muy bien, tomen- dijo y les paso lo que quedaba de su espada. Merlín soltó una risita y dijo, "vamos". A lo que Kain camino hasta llegar a unos diez metros de trono. Los nobles a sus espaldas no paraban de murmurar y solo se callaron cuando el rey hizo un ademan con su mano.

Merlín se apoyo en su rodilla y a gran voz, dijo -como su majestad me ordeno, he traído al príncipe Kain-. El rey de Camelot asintió y miro con agrado al mago que con completa discreción, se retiro.

Kain miro al rey y con total naturalidad pregunto -¿Cuál es el nombre del estimado rey?-

Ante esta pregunta, los murmullos se intensificaron y un noble del reino de Camelot exploto -¡insolente!- dijo con total desapruebo -¿Cómo no conoces el nombre del rey?- un noble gordo de la pereza y lleno de anillos y cadenas de oro, se burló de Kain.

La rey levanto su mano y con calma dijo -está bien, no hay porque exaltarse, este rey tiene por nombre Artoria Pendragon-

-Kain- respondió -primer príncipe del humilde reino de Lemuria-, realizo una leve reverencia.

Con total desapruebo y como si le picara por demostrar su superioridad, el noble dijo -una repugnante reverencia, ¡insensato! Solo eres un humilde príncipe ¿y no te quieres arrodillar frente a un gran rey?-

Kain frunció el ceño y estirando su mano -tu eres el insensato- dijo -sabiendo quien soy y alzando tu voz. ¿Crees que tu rey y tu reino te salvara de mi mano?- y utilizando su telequinesis, atrajo al noble hasta que estuvo al alcance de su mano -bien, conversemos de nuevo, pero desde otro ángulo-

La rey Artoria suspiro y se enojó. No existe ninguna ley que diga que los nobles de reinos ajenos tengan que arrodillarse. Solo es etiqueta, pero los nobles de su reino se mostraban petulantes. Miro a Kain y con una mirada de disculpa, dijo -príncipe Kain, ¿puede bajar a ese al conde?-

Kain asintió y miro al noble a los ojos -no te hare sufrir solo por la buena voluntad de tu rey- y lo lanzo a una esquina. Después soltó un suspiro y miro volvió a mirar al rey -ahora Rey Artoria, dime, antes de que tus caballeros hagan algo estúpido y mueran por su ignorancia, ¿Por qué me has convocado?, tu mago dijo que te interesaron las palabras de este pequeño príncipe-

La rey asintió y dijo -Así es, tus actos son conocidos príncipe de Lemuria. Tanto buenos como malos. Pero tus palabras son únicas en mi corazón, puedes explicarte-

-Esto será un poco largo así que permíteme- dijo Kain, juntando un poco de la esencia de la tierra, creo un pequeño trono frente al trono del rey. Se sentó y empezó a conversar, como quien habla con una amigo -mientras muchos se ahogan- dijo levantando su dedo para hacer énfasis -y siguen sus destinos como corderos al matadero. Otros pocos lo niegan y viven pensando que el día de mañana será mejor. Pero no es optimismo, porque el optimismo es solo esperanza vaga y deseos absurdos. Eso de lo que hablo, de negar el destino, es el querer, es el deseo de ir mas allá de los designios dados por los dioses. De doblegar su mano y ser el ultimo en pie-

La rey Artoria, un poco intrigada, le pregunto -¿tu haz doblegado la mano de los dioses?-

Kain sonrío con confianza -tu mago fisgón sabe la respuesta-.

Ante tal afirmación, la rey Artoria suspiro y miro a Merlín, que solo se rascaba la cara sonriendo, como si no fuera importante. Sabia de sus malas costumbres y como varias veces se metió en problemas por hurgar y mirar cosas personales. Negó con la cabeza y lo ignoro, sería lo mejor, se dijo así misma.

Por su parte, Kain continuo -el destino es un cumulo de deseos que guarda el mundo, maquinaciones que dirigen al sacrificio, pero ¿Qué debería elegir uno?¿sacrificarse?¿seguir el designio de los dioses? ¿esperar a ver en qué lado cae la moneda del destino?. Yo al menos, no lo puedo concebir, no lo quiero aceptar. Así que ¿Por qué no elegir una tercera opción? y buscar que la moneda del destino caiga un su borde-

La Rey Artoria se apoyo en el reposo de su trono y acerco su cara, con un sentimiento de intriga. Después se dio cuenta como se estaba comportando y retomo su posición -gracias- dijo -esta conversación a sido muy interesante-

Kain la miro mientras tenía sus manos entrelazadas -Mm. Fue divertido, además este lugar es muy encantador y tus mercados tienen muchos tesoros, espero haber traído suficiente oro para comprar todo lo que me guste- Kain se apoyó en el asiento y se rio de buena gana.

La Rey Artoria se rio del inocente y simple pensamiento de ir a comprar ¿Hace cuantos años que no puede salir del castillo?, claro, además de solo para luchar.

Kain se levanto de su "trono" y dijo -espero que tengas una larga vida rey Artoria- levanto su mano deshizo su trono de tierra. Sin esperar a que lo despidieran, se preparó para retirarse, pero sucedió algo que no esperaba. La voz del la rey reverbero por todo el salón.

-¿Puedo llamarte de nuevo para conversar?-

Kain detuvo su avance, dio la vuelta y miro a la rey Artoria. Pudo ver el agobio en sus ojos y solo sonrió en señal de simpatía -mientras tus nobles no me molesten- dijo -no veo el inconveniente-

La rey Artoria también sonrió he hizo una ultima pregunta -dime, ¿realmente no apruebas a la nobleza?-

-Apruebo a todo quien, que en su calidad de regla y gobernante, tenga la capacidad de responsabilizarse de sus actos- dijo Kain en un fuerte tono, como para que los molestos nobles lo escucharan -muchos nobles en mi reino gobiernan con mano de hierro a sus súbditos, pero piden clemencia ante su propia incompetencia. Otros son estrictos e inmisericordes con sus súbditos, pero cuando son encontrados engañando al rey, piden perdón y misericordia. Otros abusan de sus súbditos y les quitan a sus hijas y sus tierras para ellos mismos. No obstante, cuando el rey les pide compromiso y trabajo, gritan por las calles y salones, que el rey es un déspota y un tirano. Por eso rey Artoria, yo apruebo a todo aquel que viviendo de tal manera, puede reinarse a sí mismo como reina a otros-

La Rey Artoria sonrío suavemente y dijo -espero nuestra próxima conversación-

-Lo mismo digo Rey Artoria-. Entonces Kain se junto con Merlín y salieron del salón del trono, sin mas roces o malos entendidos.

-o-

Cuando Kain iba saliendo del castillo se encontró con Sir Bedivere y Sir Gawain. Se rio de buena gana y les dijo -mis amigos, espero que hayan pensado lo que les dije. Recuerden que ustedes son caballeros y no el rey-. Entonces Kain procedió a liberarlos del sello. Por otro lado, ninguno de los dos caballeros sabía que decir. Las palabras de Kain no eran mentira, ambos se habían sobrepasado sus atribuciones, pero nunca admitirían su error.

Kain llegó a los muros de exteriores y le pregunto al mago -Merlín, ¿no me debes algo?-

Merlín se rio avergonzado -mi amigo no te preocupes, aquí lo tengo- dijo sacando un pergamino -¿ves? cumplí mi palabra-

Kain suspiro, él sabía que esta criatura no era mala y tenía muchos aspectos positivos -gracias amigo mío- respondió -espero que estés muy bien y si necesitas mi ayuda, llámame-

-Gracias Kain, yo tampoco te encuentro tan malo-

-¿Tu no aprendes?-

Merlín se rio de manera incomoda, Kain lo ignoro y siguió leyendo el pergamino hasta llegar a la salida. Detrás de las grandes puertas que daban al bosque.

-Toma tu amuleto- dijo Kain -y necesito tu ayuda para llegar a Legnica. Mi energía no es tan grande como para trasladarme-

-Por supuesto-

-o-

Kain dejo el misterioso reino de Camelot y una vez volvió a la tierra de Legnica. Estaba todo muy tranquilo como siempre, a lo lejos se veía algunos carros entrando y saliendo de la ciudad. Por supuesto, era un mundo de diferencia con Camelot. Aquí, para empezar, las murallas era un poco mas altas que una casa de dos pisos y tampoco se veían seres de otras razas.

-Es increíble que tengas tanta energía- comento Kain -ya lo debes haber visto en mi mente, pero voy a tratar de utilizar esto para hacer más fácil viajar-

Merlín levanto los hombros y respondió -espero que te vaya bien con eso, nos vemos-

-Nos vemos-

Kain vio desaparecer a Merlín en un torbellino de flores. Camino hacia las puertas de Legnica en donde había una doncella esperando a alguien. Se veía solitaria y también bella. Llevaba un vestido bastante simple y un abrigo de color café. Por una parte Kain apuro su paso y ella, al verlo, corrió para encontrarlo.

Sasha salto y lo abrazo mientras emitía una gran sonrisa -te extrañe mucho- y Kain contesto dándole un prolongado beso. Todos los que pasaban por la entrada de la ciudad lo miraban. No obstante, a ellos no les molesto. Estaban inmersos en su mundo. Entonces Sasha recobro sus sentidos y trato de detener a Kain. Cuando llegaran a la mansión, ya tendrían todo el tiempo del mundo para besarse y hacer algo más

-Vamos amor, en la casa continuaremos- dijo Sasha algo avergonzada. Kain asintió y le tomo la mano. Ambos caminaron por las frías calles de Legnica, con la puesta del sol en sus espaldas. Caminaron por las transitadas calles de Legnica, compraron algunos alimentos y adornos para Sasha. Miraron algunos actos de malabares, pero nada significativo, solo pasaron su tiempo como simples amantes.

-¿Adivina lo que puede conseguir en este viaje?- pregunto Kain poniendo una gran sonrisa

-No lo sé ¿quizá otra mujer?- pregunto Sasha en broma

Kain suspiro y le pellizco su trasero -conseguí la planta para que te sanes -dijo algo molesto -puedo hacer la medicina, pero como acordamos, depende de ti cuando quieres dejar de ser vanadis-

Sasha se sintió en shock, no podía creer lo rápido que había conseguido la medicina. Sonrío y pregunto -tengo dos preguntas-.

-Adelante-

-Si yo tuviera un bebé ¿mi enfermedad le afectaría al bebé?-

-Tu enfermedad es de familia. Eso quiere decir que tanto como si quieres o no quieres, igual le traspasaras la enfermedad a tus futuras generaciones-

-¿Cómo sabes que es de familia?-

-El flujo de energía se ha dispersado por todo tu cuerpo. Ahora tu cuerpo lo considera parte de sí mismo. Diferente seria si tu cuerpo lo rechazara, entonces el flujo seria menos natural y más caótico, como un gato queriendo salir de una bolsa-

Sasha un poco triste pregunto -¿hay alguna forma de curarlos para siempre?-

-Existe, pero eso es incierto. Primero hay que encontrar muchas hierbas que son difíciles de conseguir-. Kain pensó y empezó a enumerar en su mente todas las hierbas que necesitaría, pero todos sus pensamientos se vieron cortados por la siguiente pregunta.

-¿El mago te dio la magia para poder viajar?-

-Sí, pero me llevara por lo menos tres meses dominarla, después de eso creare algo como un plataforma de transporte que me permitirá viajar desde Ariel hasta Legnica-

-Entonces ¿podemos tener un bebe el próximo año?, si quieres puedo esperar a que mis hermanas lo tengan primero, yo puedo esperar un poco-

-¿Por qué el repentino cambio?-

-No es como que haya estado en contra. Solo tenía mis dudas; ¿si seriamos compatibles?¿si realmente podría llegar amarte?¿si realmente cumplirías tu promesa?-

Kain la tomo de su trasero y le dio un largo y apasionado beso. Después de separarse y con una respiración entrecortada, Kain le pregunto -¿todavía lo dudas?-

-No- negó Sasha con una sonrisa que era el epitome de la felicidad -aunque desaparecieras mañana, no me arrepentiría de nada-

-Ya te lo dije, no puedes huir de mí, ahora eres mía-

Ambos estuvieron abrazados por un buen tiempo y después caminaron de la mano hasta llegar a la gran mansión del señor de la ciudad.

Mas rutas y mas posibilidades, espero que lo hayan disfrutado.

Mañana mas...

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