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¿Y que sí lo era?

A las afueras de la ciudad de Río de Janeiro un grupo de autos se adentró al jardín de una mansión.

En el exterior de la mansión, ya se encontraban varias personas y Ye An frunció el ceño.

"Ellos deben haber preparado algo." Murmuró Ye An observando por la ventana del auto.

Estaba por tener la reunión con las organizaciones que oponían resistencia de Río de Janeiro y esta mansión fue seleccionada por ambos grupos hace quince minutos.

Todos sabían lo que sucedería si esta reunión fracasaba, no obstante, estaban de acuerdo.

Sin embargo, era un acuerdo que buscaba igualdad y por eso se eligió un lugar al azar para evitar que ninguno de los bandos preparara algo.

Si una batalla sucedía, este lugar era lo suficiente alejado como para que las autoridades no llegaran y al ser elegido al azar, permitió ningún bando tuviera la ventaja.

Aquí sus oponentes llegaron antes pareciendo desesperados y claramente preparando algo.

"¿No hemos hecho lo mismo?" Dudó Octavio con calma.

Ye An seguía preguntándose por qué ese hombre estaba aquí, pero no lo hizo evidente y solo asintió.

Ellos también estaban preparados y enviaron a su gente de antemano, solo que se posicionaron alrededor de la mansión.

Octavio era un 'Señor de las Armas' y tenía no solo conocidos que eran francotiradores expertos, sino que mecánicos muy destructivos.

Por su parte, el Conde Lakatos que estaba conduciendo era conocido como un cazador y como tal entre sus seguidores había algunos arqueros muy buenos.

Ellos en este momento estaban posicionados por alrededor de esta mansión.

"Aun así hay que tener cuidado. Ellos están cooperando con organizaciones de otras ciudades, que temen a Bastet." Dijo Ignacio que estaba en el asiento de acompañante de adelante.

Como el hermano mayor Ignacio mantuvo cierta cautela ante la situación y seriedad llevando advertir a su hermano menor.

Estaban aquí por la reunión que consolidaría el poder de Bastet en Río de Janeiro.

Esa criminal que apareció tan de repente, los unió a ellos y en un día para el otro se convirtió en la mayor influencia del bajo mundo en la ciudad, volviéndose alguien temida por la gente.

Tal vez esos idiotas no sabían que Bastet tenía contactos con un peso pesado como lo era la Empresa Apicius o incluso una fuente de información impecable, pero en este punto tenía decenas de negocios bajo su mando.

Y mayor que todo, cientos de subordinados, incluyéndolos a ellos en el grupo, quienes eran rangos S.

En un mundo en donde el bajo mundo había sido hecho trizas tras el ataque masivo a las mafias por parte del Emperador Víctor, el avance de Bastet fue mayor al que todos.

Intimidando a ambiciosos que deseaban replicar las hazañas de la antigua Reina del Norte.

"Si, lo sé. También hay que tener cuidado con los avisos a las autoridades. Es muy poco probable que sea enviado un rango SS, pero es posible que lleguen los héroes y las autoridades policiales." Respondió Octavio como si fuera obvio.

En el bajo mundo se utilizaba cualquier arma para eliminar a los rivales y si bien era muy mal visto meter a las autoridades o a héroes en los asuntos del bajo mundo, eran cosas que se hacían.

Por eso debían estar atentos a la situación y los cazadores que estaban alrededor no solo servían para atacar, sino que para advertir en caso de emboscadas de terceros.

"Prepárense y tengan cuidado. Oculten sus intenciones asesinas y nada de bromas. Bastet es quien dirige y ninguno de nosotros quiere que enloquezca ahora." Dijo el Conde Lakatos con una expresión fría.

Daba la impresión de que estaba preparándose para lo peor y eso no era que perdieran, sino que Bastet enloqueciera, llevándolos a un conflicto.

"Y si lo hace, esos bastardos estarán jodidos." Murmuró Octavio con frialdad.

Ye An asintió de forma honesta.

Todavía recordaba el asalto a las mafias serbias en el cual fueron para enseñarle una lección a esas mafias del extranjero.

Enviando un mensaje que Río de Janeiro era territorio de Bastet y de nadie más.

Fue increíble que aprovechara una oportunidad como en ese momento en donde los héroes estaban atacando, pero Ye An sintió que fue algo preparado y eso era lo que la convertía en alguien que daba miedo.

Si la gente creía que podría vencer a Bastet solo con fuerza, entonces cuando la enfrentaran se darían cuenta muy tarde que, tras esa fachada de pura ferocidad y salvajismo, había astucia.

Respirando hondo, cuando el auto se estacionó en la entrada de la mansión Ye An bajo del auto, notando que de varios autos miembros de la mafia bajaban.

La elite de la elite, algunos habían dejado su grupo y se habían acercado a María, queriendo servir directamente a Bastet. Quien bajo del auto cuando su mano derecha le abrió la puerta.

María llevaba un traje profesional de secretaria y mantuvo su seriedad junto a su frialdad tan alta como siempre, pero la mirada de serpiente podía ser vista por Ye An, pero la ignoró y dio una mirada a su jefa.

"Es un atardecer encantador." Dijo Bastet al bajar.

Estaba llevando unos pantalones de cuero negro, una camisa blanca ajustada y una chaqueta que llevaba en sus hombros y que no usaba directamente.

Labial de color negro, que contrarrestaba el blanco de su cabello y que resaltaba los ojos de gato de color rojo.

Era guapa y atractiva, que tuviera un toque de juventud en su rostro visible, solo resaltaba con mayor fervor ese encanto, pero cuando miraban su máscara de huesos blancos y esos ojos de gato, cualquiera se daba cuenta del peligro.

"¿No lo crees?" Preguntó Bastet con una sonrisa.

Ye An asintió con calma, notando que esa mujer ya estaba emocionada y no por conquistar estas tierras, sino que por la batalla que estaba por venir.

Una prueba más de lo demente que estaba… Y eso era lo que causaba que todos sintieran confianza.

Nadie deseaba seguir a alguien débil.

Siguiendo a esa mujer, entrando a la mansión, siendo recibidos por un secretario nervioso que los guio, Ye An trató de sentir las presencias.

Su grupo tenía alrededor de diez miembros de los cuales cinco de ellos eran rangos S y los otros rangos A, exceptuando a Octavio que era un hombre común.

Por la mansión podía sentir ciertas incongruencias de personas ocultas y al llegar a la sala, Ye An captó cierta extrañeza que no pudo precisar.

Preparando bajo su manga las agujas envenenadas que utilizaba, Ye An dio una mirada a los líderes de las organizaciones que quedaban en Rio de Janeiro.

Había tres rangos S, dos más de lo que el líder que dirigía la resistencia de la ciudad debería tener a su lado.

Ese hecho dejo en evidencia que estaba cooperando con fuerzas extranjeras.

"¿Quién es el que dirige todo esto?" Preguntó Bastet con una sonrisa mientras se sacaba su chaqueta.

Las presencias en los alrededores se movieron y no solo ella lo captó, sino que todos los demás mientras el suelo y las paredes empezaban a brillar.

Una formación mágica… Ese pensamiento paso por su mente y mientras veía que María lanzaba su daga, golpeando el corazón de un rango A, Ye An lanzó sus agujas a dos rangos S, quienes la esquivaron.

"¡Ahora!" Gritó un rango S que sacó un lucero del alba con una gran cadena, golpeando a Bastet quien retrocedió.

El espacio se distorsiono a su alrededor forzando el viaje espacial y cuando notó que la mayoría era similar exceptuando a Bastet, sus alrededores cambiaron con un solo parpadeo y ella cayó en medio de un pequeño bosque.

¡Ellos no deseaban una reunión y fueron directamente a la batalla!

Solo que sus objetivos no eran todos ellos, sino que principalmente Bastet, queriendo dividirlos.

"Ataquen a todos los enemigos que vean y métanse a esa maldita mansión. ¡AHORA!" Gritó María por medio del comunicador global, con una voz extremadamente fría.

Ye An tras mirar su ubicación con su reloj holográfico utilizó un artefacto espacial para acercarse a la mansión y tras tres minutos, pudo ver que la batalla había comenzado alrededor de la mansión.

"¡GRAAA!" El rugido de Ignacio transformado en un Puma humanoide con su habilidad innata vino de repente.

Estaba enfrentándose a un luchador de Rango S y por otra parte María, estaba luchando en contra un espadachín del mismo rango.

Dejando al Conde Lakatos tratando de acercarse a la mansión cuyo alrededor estaba cubierta por una gruesa y gigantesca barrera, que era una formación mágica.

¡Les tomo menos de tres minutos llegar y la batalla había comenzado!

Sacando más agujas de bajo de su manga, Ye An saltó a la batalla, buscando entre su gente a Octavio, pero sin verlo.

Ella contuvo sus pensamientos y avanzó.

Necesitaban romper la barrera para entrar a la mansión y apoyar.

******

Corriendo por un pasillo, Nicole lanzó a Octavio al final del pasillo y luego al darse vuelta, soltó un puñetazo cuya fuerza expansiva alejo el fuego.

"Mue…"

Cuando uno de sus compañeros magos, estuvo por lanzar su hechizo, una flecha le atravesó el ojo y cayó al suelo con un golpe seco.

Nicole se volvió a ocultar tras la pared, notando que los dos rangos A que quedaban estaban llevando expresiones serias mientras que uno de ellos, tenía su estómago herido.

Una emboscada instantánea… Sin discusiones de por medio, lo atrajeron para matarlos y no solo los dividieron, sino que lo encerraron.

"Hijos de puta…" Gruñó Octavio lanzando una esfera al pasillo, que extendió una barrera por delante.

Los demás hicieron lo mismo tratando de utilizar pergaminos de magia espacial primero, pero sin funcionar, utilizaron pergaminos de barrera en el pasillo y en esta habitación.

Se metieron a un tipo de oficina y por las runas que estaban en las paredes, estuvo claro que todo estaba fortificado, para que no escaparan.

"Parece ser algún tipo de formación mágica. Quizás una matriz de defensa… Impide el movimiento espacial, parpadeo para nosotros y fortalece las paredes para evitar que escapemos." Murmuró la mujer curando la herida en su estómago mientras apretaba los dientes y tras terminar, le dio una mirada y declaró. "Tenemos que esperar el apoyo."

*BOOM*

La explosión en el pasillo destruyendo un par de barreras, dejo en claro que no le darían tiempo para esperar el apoyo.

"No están atacando porque tienen miedo a su reputación." Añadió Octavio señalándola a ella y con seriedad, agregó. "Tampoco quieren una bestia acorralada, pero nos eliminaran si creen que los refuerzos llegaran o ven que tratamos de escapar."

*BOOM*

Otra explosión volvió a suceder, esta vez destrozando otras barreras que el hombre que llevaba un escudo, volvió a levantar con sus suministros.

La mujer tras curarse, prestó atención a la pared y sacó varios drones que empezaron a presionar la barrera.

Era una mecánica con algún talento para las armas, pero estaba muy preparada... Nicole que estaba sacando artefactos y pergaminos para proteger la entrada, dio una expresión seria.

No tenía ni la menor idea de cómo romper la pared, excepto utilizando fuerza pura, pero si lo hacía estaba claro que el grupo que lo presionaba atacaría.

Observando como Octavio se equipaba con una armadura de combate con exosqueleto y sacaba un par de varitas altamente encantada, pudo sentir la seriedad.

"Rompe la pared, cuando vengan, nosotros lo detendremos. Si logras romper desde adentro, los de afuera tendrán una oportunidad de entrar." Dijo Octavio equipándose varios anillos, pulseras y collares.

Algunos eran artefactos permanentes de protección y otros eran artefactos salvavidas de un solo uso, y si bien llevar demasiado era problemático para la activación, que fuera de un solo uso permitía que no hubiera interferencia entre ellos.

Ese pensamiento pasó por la mente de Nicole al ver que las palabras de Octavio fueron aceptadas por la mujer y el escudero.

*BOOM*

"¿Y si no entran?" Preguntó Nicole con curiosidad.

Las barreras podrían resistir un par de minutos antes de que sus atacantes aumentaran la candencia de ataques y si bien era posible que ellos le dieran un tiempo para permitirle escapar, Nicole sentía que si rompía la barrera solo sería superficial.

"Y si no vienen los refuerzos, sales. Simple." Respondió Octavio como si fuera obvio.

Extrañamente el escudero y la mujer mecánica asintieron al mismo tiempo.

¿Estaban mostrando su lealtad?

*BOOM*

Esa pregunta paso por su mente cuando otra vez una explosión sucedió y la barrera fue atravesada por una flecha, que golpeó la pared vacía.

¿Qué haría Bastet en este momento? Nicole se rio entretenida ante esa pregunta y sonrió mientras se equipaba su armadura de batalla.

La situación era complicada y difícil mientras que los que quedaban con ella, estaban siguiendo sus papeles.

Desde la elite que vino para protegerla o su subordinado leal que lucharía para darle una mano.

"Son tres rangos S ahí afuera y varios rangos A… Es mejor que nos tomemos un tiempo para pensarlo." Dijo Octavio con seriedad y sin ocultar su mirada solemne, añadió. "Ellos te quieren muerta y si mueres, todo el trabajo se irá a la mierda."

Ahí estaba la razón por la cual Octavio era capaz de saltar al frente a pesar de que era solo una persona normal.

Estaba priorizando el objetivo principal con total dedicación, entendiendo que las pérdidas durante este tiempo, serian difíciles de subsanar si el negocio no comenzaba tal como 'Bastet' mencionaba.

Era increíble que, en esta clase de momento, fuera de mente fría como para pensar en los beneficios y eso demostraba que era un criminal de negocios.

"¿Y qué?" Cuestionó Nicole con una sonrisa.

Su corazón estaba latiendo sabiendo que, si salía iba a ser una batalla complicada, pero no iba a huir.

No estaba en ella tratar de huir y había venido sabiendo que la batalla iba a ser difícil e incluso mortal.

Pero… ¿Y qué sí lo era?

No se metió en esta mierda para huir cada vez que las cosas se complicaban y en este punto no solo habían muerto varios de 'su' gente, sino que también había asesinado a otros.

Es más, era posible que afuera, la situación fuera extremadamente complicada y sangrienta.

*BOOM*

Escuchando la explosión y equipándose sus guanteletes, Nicole respiró hondo conteniendo la emoción y la adrenalina que recorría su cuerpo.

"La acompañaremos." Dijo la mujer mecánica con seriedad y el escudero asintió a su lado.

"Ni siquiera sé sus nombres, es inútil que traten de arriesgar su vida por mí." Reveló Nicole con frialdad causando que la expresión de Octavio temblara.

Era muy probable que estuviera pensando que no era momento de crear divisiones, pero en esta situación lo último que deseaba era un cargo de consciencia porque alguien se sacrificara por lealtad.

"Lo sabemos. María lo mencionó." Respondió la mujer y cargando su rifle con balas especiales, añadió. "Igualmente pagas bien y cuidas al menos a tu gente."

¿Se refería a que cuido a las familias de aquellos que murieron trabajando para ella? No eran muchos, pero de cierta forma, la organización no era tan grande y el número podía considerarse considerable.

"Solo quédense atrás, iré primero." Dijo Nicole y sacando una varita con un hechizo, respiro hondo antes de hacerle una señal a Octavio, quien estaba dando una expresión seria.

Ese individuo estaba jugueteando con su anillo espacial y era posible que estuviera bastantes cosas guardadas para momentos serios.

Al ver su mirada, Octavio se acercó a la encrucijada sin atreverse a mirar al pasillo y preparando lo que parecía una bomba, le hizo una señal para que estuviera alerta.

"Es mejor que se rindan si no quieren sufrir." Dijo Octavio y cuando escuchó las risas del otro lado lanzó la bomba de humo con todas sus fuerzas.

Una flecha voló para golpearlo, pero el escudero lo tiró para atrás y la flecha atravesó la barrera, golpeando la pared cercana.

*Boom*

Al mismo momento, sus enemigos lanzaron otro hechizo explosivo de fuego y Nicole que había comenzado a moverse, corrió por el fuego confiando en sus barreras y su cuerpo.

Las llamas cubrieron su visión y luego el humo, entonces cuando estaba por llegar a la sala lanzó el hechizo de su varita mientras cerraba sus ojos.

"¡HAAAA!"

No hubo explosiones ni nada por el estilo, solo una brillante luz que incluso golpeó a Nicole en silencio, pero fue peor para aquellos que estaba viendo de forma directa y no cerraron sus ojos.

Sus córneas seguramente fueron quemadas y Nicole solo manteniendo los ojos cerrados y sus instintos activos, se detuvo de repente saltando para un lado y tras rodar por el suelo, pudo escuchar el golpe de una flecha, entonces volvió a cargar.

*Boom*

Cuando abrió sus ojos vio el mago de fuego al frente de ella y entonces vio su puño caer en la barrera del hombre, no solo destruyendo la barrera, sino que golpeando la mejilla del hombre quebrando parte de su mandíbula y cuello en tan solo un golpe.

Tras verlo volar y golpear la pared, ella volvió a rodar esquivando el lucero del alba de uno de sus oponentes y a la vez el látigo que golpeó el suelo.

Su esquivé fue en dirección de un lancero que cuando la vio empujó su lanza y Nicole tomo la mitad de la lanza empujándola al suelo a su lado mientras ella se levantaba.

"¡¿Qué?! Ugh…"

Como el lancero no soltó su lanza, perdió su equilibrio y empezó a caer al suelo, logrando que Nicole lo atrapara del cuello, moviéndolo a donde sentía el peligro, utilizándolo como escudo.

"Uhh…"

El escudo humano fue atravesado por una flecha que llegó a atravesar su barrera y rozar su hombro de forma ligera.

"…"

Sin contenerse tiró al lancero a donde venía el lucero del alba, cuya cadena era larga y cuando esa arma golpeó el cuerpo de ese hombre, la sangre salpicó para todas partes.

La diferencia de un rango S y un rango A era alta y el lucero del alba estaba diseñado para ser aterrador con los golpes … La sangre y las entrañas que mancharon su armadura y rostro fue la prueba de lo aterrador que era.

Nicole que no se había detenido y se había movido utilizando la visión asquerosa de la sangre como cubierta, saltó a donde estaba el hombre que utilizaba el lucero del alba.

La maza que era lanzada ya había quedo a su espalda y cuando la vio a ella acercarse, ese hombre tiró la cadena de inmediato.

Nicole pudo sentir el peligro a su espalda, pero en vez de retirarse, se acercó a ese hombre sonriendo de forma salvaje.

Si ella era golpeada por su espalda, él recibiría un puñetazo directo de una luchadora de rango S… Esa idea trasmitió y llevo a que el hombre parpadeara para retirarse.

A diferencia de ella que estaba restringida sin su parpadeo, ellos podían utilizarlo de inmediato y al ver que ese hombre desapareció también con su arma, Nicole al caer por el suelo, volvió a rodar para esquivar las flechas.

*BOOM*

Al levantarse, pudo ver al hombre con el lucero del alba, la mujer con el látigo y el arquero al frente de ella, junto a un par de rangos A, pero fue en ese mismo momento que drones salieron desde donde había estado antes y explotaron por todo el lugar.

Esos drones llevaban explosivos instalados tal vez por Octavio y la explosión fue intensa, lo suficiente como para que parte del suelo fuera destruido y algunos individuos quemados.

"¡Maten a esos bastardos!" Gruñó el hombre con el lucero del alba.

Justo cuando el arquero con los rangos A se estaba por girar, para disparar buscando eliminar al hombre con el escudo y la mecánica que había salido, junto a Octavio que tenía dos varitas en cada mano, Nicole se abalanzó de vuelta.

"¡Deja que ellos se encarguen!" Gruñó el hombre con el lucero del alba lanzándolo de vuelta mientras trataba de retroceder y Nicole al ver esa maza, cambió de dirección de inmediato al arquero, preparando su puñetazo.

Antes de que pudiera liberar su puñetazo con todas sus fuerzas, su puño se detuvo cuando el látigo de la mujer rodeó su brazo, cortando profundamente su carne.

El aura cortante y ardiente hizo que Nicole sintiera un terrible dolor, pero ella sonrió al tomar el látigo con fuerza rodeándolo en su muñeca.

En secreto utilizó su armadura de aura para protegerse sutilmente y si bien su rostro mostró dolor cuando la mujer tiró, luego vio que la mujer abría sus ojos al ver que su brazo no era arrancado.

"¡Mierda!"

Nicole escuchando el grito de pánico del arquero, tiro de la mujer hacia ella y solo sonrió cuando vio que la mujer que no parpadeo, dejando ver una expresión aturdida.

"¡¿Creen que solo ustedes pueden jugar el mismo juego?!" Gritó Octavio desde un costado a lo lejos.

¿Utilizó un pergamino de interrupción espacial? Ellos no podían utilizar parpadeo, así que era bueno volver todo equilibrado y que la otra parte no pudiera hacer lo mismo.

"Déjame y…"

Sonriendo con ferocidad, Nicole atrapó del cuello a la mujer y sin importarle sus palabras, apretó el cuello de la mujer con todas sus fuerzas.

Ellos atacaron de inmediato, ¿por qué ella debía contenerse ahora?

Los ojos de la mujer se volvieron rojos, tratando de escapar y como el hombre con el lucero de alba había parpadeado lejos, solo quedo el arquero que disparó su flecha.

Nicole movió su mano, 'atrapando' la flecha con su palma que fue atravesado, pero la flecha se detuvo sin tocar su propia cabeza.

"GGg…"

La mujer al darse cuenta de que no escaparía, sacó una daga de su anillo espacial y la apuñaló en su costilla, siendo las primeras dos apuñaladas jodidamente dolorosas para Nicole, pero a la tercera se debilitó y a la cuarta…

*Crack*

El cuello fue quebrado y al instante siguiente, Nicole utilizó el cuerpo de la mujer para protegerse en contra del lucero del alba.

Todo sucedió demasiado rápido y sus oponentes quienes creían que tenían la ventaja tuvieron complicaciones para reaccionar.

"Ggg…"

El escudo humano que estaba usando redujo el daño del mazo, pero el golpe la envió hacia atrás, rodando por el suelo y cuando se estuvo por levantar en una posición desequilibrada, una flecha atravesó su pierna, logrando que ella gruñera como una bestia.

La flecha siguiente fue desviada con sus guanteletes metálicos y a la tercera la pudo agarrar, pero…

*Boom*

Una explosión sucedió en su cara y si bien Nicole había cerrado sus ojos, pudo sentir el fuego quemando parte de su rostro.

Si no fuera por su máscara de huesos, el daño hubiera crecido y ella sin soltar algún sonido de dolor, movió su cuerpo siguiendo sus instintos.

*BOOM*

"¡Váyanse a la mierda!" Un rugido junto a una explosión vino de repente, sacudiendo el edificio y cuando Nicole abrió sus ojos vio al escudero atravesado por una flecha en su torso.

La mecánica tenía varios cortes en su cuerpo y Octavio estaba completamente bien, cargando un lanzacohetes que volvió a disparar.

El misil voló al hombre que llevaba un lucero de alba y que debido a que estuvo distraído por ella, decidió recibir el disparo.

¿Pensó que un simple misil no le haría daño? Del que estaban hablando era un reconocido Señor de las Armas y estaba claro que no utilizaría equipo barato.

*BOOOM*

Al recibir el misil, un fuego azul devoró las barreras mientras que ese hombre salía expulsado a la pared, rompiéndola mientras todo su cuerpo se quemaba.

Nicole escupió la sangre y volvió a cargar, sintiendo que las apuñaladas perforaron con algo de profundidad, no obstante, su cuerpo le decía que podía seguir.

Fue Alice quien literalmente la apuñaló destrozando algunos órganos y ella le enseñó que este dolor actual, era mínimo.

Al cargar por el fuego azul que devoró su barrera llegó al hombre que se estaba levantando con su cuerpo quemado y…

*Boom*

"Ghh…"

Su patada en el pecho de ese hombre lo hundió en la pared y luego…

*BOOM*

Sus puñetazos con sus guanteletes con pichos, hizo un desastre del rostro de ese hombre y la sangre salpico por todas partes y…

*BOOM*

"GHGgg…"

Ella lanzó su puñetazo, pero al instante siguiente sintió el peligro.

Llevando a que tuviera que retorcer su cuerpo, logrando que pudiera esquivar una flecha dirigida a su corazón, que termino atravesando su hombro… Literalmente hasta el otro lado.

El dolor y el impacto llevo a que tuviera que moverse para esquivar y rompiendo la punta de la flecha, conteniendo su dolor.

No soltó lágrimas, sino que se dejó llevar por la adrenalina, el dolor y la ira controlada que ahora estaba dirigida al arquero.

El escudero y la mecánica que estaban con Octavio ahora estaban heridos y este último estaba poniendo una carga de explosivos en la pared lejana.

"Se han avistado… Es recomendable…"

"Necesitamos… Recuperarla… AHORA… Destruyan… Mansión."

Las voces entrecortadas de la red de comunicación dejaron ver que la destrucción estaba alcanzando el punto más alto.

Nicole al ver que el arquero se estaba girando para matar a Octavio, ella corrió directamente a ese arquero, quien se giró mostrando una sonrisa.

Fue una trampa y Nicole tuvo que desviar la flecha con su muñequera derecha y la siguiente con la izquierda, entonces cuando estuvo por ser golpeada directamente en la cabeza, continuó y…

"!¡"

Los ojos del arquero se abrieron al ver como su armadura de aura se generó superficialmente desviando la flecha mortal.

No la reconoció, ya que 'Nicole' era desconocida, no obstante, que mostrara una pizca de su armadura de aura, significaba que podrían identificarla en el futuro y conectar los hilos.

Nicole no lo iba a dejar vivir y corriendo con toda velocidad, le dio un golpe que causó una gran destrucción, pero que el arquero esquivó y ella volvió a moverse.

Golpe, tras golpe, el arquero que no podía parpadear tuvo que utilizar su arco para protegerse y ella soltó su 'explosión de fuerza', que como Bastet no utilizaba.

*BOOOM*

La explosión fue más aterradora que antes y las paredes se hicieron añicos, pero fue el hombre que recibió el golpe directamente, quien soportó la mayor parte del daño.

Su puño que golpeó el estómago lo envió volando, pero en medio del impacto, Nicole había sentido como la había quebrado varios huesos, algunos de la columna.

*Boom*

*BOOM*

Cuando se estaba acercando al hombre, que apenas seguía vivo, dos explosiones sucedieron al mismo tiempo.

Una provino de Octavio en la parte trasera de la sala y otra fue de adelante, cuando una enorme presión de agua bajo destruyendo gran parte del edificio y revelando el cielo.

En el aire, aparecieron las autoridades locales y alguien que Nicole reconoció.

"¡Somos las autoridades imperiales! ¡Están detenidos!" Rugió Sergio Linhares, el aprendiz del General del Mar, Rivas.

Reconocido héroe, el agua se convirtieron en espadas de agua, dejando ver que su título de 'Espadachín Acuático' no era una broma.

Nicole al ver las autoridades se puso algo nerviosa a pesar de que sabía que esto podía suceder y tal vez debido a que la adrenalina se redujo un poco, su cuerpo pudo sentir la sustancia extraña que se extendía en su interior.

Veneno… Ese pensamiento vino a su mente y sin saber si vino del arquero o de la mujer del látigo, ella se movió al arquero sin dudarlo.

El veneno no era tan fuerte y su cuerpo lo estaba combatiendo, lo que significaba que con alguno de los antídotos que tenía podría ayudarle, no obstante, necesitaba eliminar a ese arquero, sin dejar rezagados.

"¡Detente!" Ordenó Sergio lanzando decenas de espadas de agua que volaron a gran velocidad y que Nicole tuvo que esquivar.

Soltando, rodando y utilizando plataformas, al final dio un salto y llego al arquero que estaba muriendo, entonces cuando cayó, solo pudo aplastar el vacío.

Ese héroe se lo llevo con su magia de agua y cuando estuvo a mitad de camino, decenas de agujas atravesaron el cuerpo del arquero, asesinándolo en el acto y al momento siguiente, vino una gran bestia.

"¡GRRA!"

*BOOM*

El puma humanoide que era Ignacio saltó rasguñando la barrera de Sergio y sus dos rangos S, que lo acompañaban y cuando la barrera se debilitó, una enorme hacha golpeó el escudo de un policía de rango S.

La diferencia de poder fue tan enorme que cayó al suelo tosiendo sangre debido a que no pudo resistirse y cuando María estuvo por cortarle la espalda al tercer rango s, una ráfaga de agua de Sergio se extendió alejándola.

Ellos eran tres rangos S y su grupo eran cinco contándolo a ella… Y Nicole pudo sentir por la mirada asesina de Ye An, el salvajismo de Ignacio y la frialdad del Conde Lakatos, que la situación estaba a segundos de irse de las manos.

Tenían superioridad y podían ganarles a las autoridades, quienes posiblemente prepararon esta redada a toda prisa.

Esa era la única explicación cuando Nicole podía acceder a la base de datos privada del Emperador Víctor y ver lo que planeaban la policía, aunque fuera ultra secreto.

"Es mejor… Ugg…"

Antes de que pudiera hablar, Nicole tosió sangre cuyo color y forma no se veía para nada natural.

María que estaba bastante manchada por la sangre de sus víctimas, frunció el ceño y se acercó a su lado, sacando un pergamino de curación.

"Ustedes deben rend…"

"¡GRAAAA!"

Cuando Sergio estuvo por hablar para decir que se rindieran, Ignacio soltó un rugido bestial silenciando a ese hombre.

Su solo poderoso rugido fue aterrador y dejo ver que ese bestia humanoide era fuerte.

"Estoy envenenada…" Susurró Nicole a María, quien abrió los ojos por sorpresa y se calmó.

El veneno dio la impresión de ser normal, pero ahora estaba golpeando con fuerza como si hubiera esperado a que se relajara.

Maldiciendo ante su falta de conocimiento de venenos, mientras su visión empezaba a distorsionarse y su cuerpo se empezaba a agotar, Nicole vomitó sangre en medio de la sala.

"¡Nos retiramos, ahora!" Ordenó María con una voz fría.

Una sola mirada fue suficiente como para que el Conde Lakatos e Ignacio se movieran cubriendo la retirada mientras María y Ye An la sacaban, ayudándola a cargarla.

"Dolerá. Aguanta…"

La voz de Ye An vino de repente y Nicole se dio cuenta de que estaba perdiendo la consciencia.

Hace unos momentos había estado bien y ahora el mundo parecía girar, mientras que apenas podía sentir su cuerpo y junto a la voz, sintió un dolor en su pecho.

Un líquido se extendió por su cuerpo contrarrestando lo que fuera que estuviera recorriendo sus venas.

Viendo de reojo como la batalla comenzaba a su espalda cuando las autoridades quisieron detener su retirada, no pudieron cuando decenas de cazadoras y francotiradores dispararon desde el bosque.

Llevando a que cubrieran el cielo con sus habilidades y disparos, permitiendo que se retiraran.

Gran parte del exterior de la mansión estaba completamente destruido y estuvo claro que la batalla fue de alta intensidad en este lugar.

Ese pensamiento pasó por la mente de Nicole, quien no dejaba que su conciencia cayera y se trataba de afirmar a la realidad.

"Puedes descansar. Me encargaré de ti." El susurro de María vino a su oído y extrañamente Nicole sintió algo de alivio en la voz de esa mujer.

¿Debía quedarse inconsciente al lado de criminales? Ese pensamiento no paso por la mente de Nicole, quien se dejó caer en los brazos de María, perdiendo la consciencia ante el cansancio.

******

Mirando los cadáveres cortados de algunos engullidores que empezaban a llegar, Aurora limpió la sangre de su espada.

Era fácil deshacerse de esos engullidores debido a que tenían fuerte sentido de olfato y seguían los olores y en este punto, podían utilizar carnes o drones bañados de sangre, para extender el aroma y atraparlos.

Y en ese lugar su número comparado a las diferentes oleadas, no era tan aterrador.

"Se han detectado una tormenta extraña." Dijo Minerva de repente por su reloj holográfico.

Aurora frunciendo el ceño, saltó a la gruesa raíz en donde estaba cerca y luego saltó y empezó a volar.

A lo lejos en la dirección a donde había estado la tribu de los Kaniatha, estaba viniendo lo que parecía una tormenta extraña de tinieblas.

Todo estaba oscuro, pero era imposible no notar la extrañeza de esas tinieblas que ocultaban todo alrededor.

¿Era algún tipo de fenómeno natural o algo más?

"Según los Zarquianos nunca antes había sucedido." Añadió Minerva con seriedad.

Algo más… Minerva le dio la respuesta que buscaba y Aurora dio una expresión fría, llena de seriedad.

Faltaba poco para que llegara la mañana y que Alice terminara su trabajo, pero la situación parecía por complicarse.

"Prepárense para lo peor." Ordenó Aurora con seriedad.

Estaban en la etapa final de que todo terminara y en la parte más crítica, que algo apareciera en este momento, era sumamente preocupante.

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