Temprano en la mañana la sensación de dolor era mínima en sus pies la verdad esa crema era muy buena también el medicamento había hecho efecto.
Algo raro pasaba a su alrededor estaba muy concentrada en poder despertar, aclarando sus ideas que había pasado anoche.
Un dolor no muy agradable le recordó que ayer había bailado mucho en sus piernas temblorosas se sentía el trabajo del musculo que había sido forzado hasta las últimas, sus brazos tenían temblores, sus pies no toleraban las sábanas, era una sensación rara en el cuerpo.
Abrió los ojos y las mucamas ya hacían esperando en la habitación
Señorita buenos días –
Una de ellas se acerca para ayudarla a levantarse, al hacer el mínimo esfuerzo su cuerpo se queja por el dolor
Señorita se encuentra bien, ¿necesita que ver al doctor? –
Me duele el cuerpo, es por el cansancio de anoche –
Necesita tomar estas pastillas, le ayudaran a sentirse mejor –
Asiente con la cabeza, la verdad el dolor la está matando en todos los músculos
Al tomar la medicina, las mucamas empiezan a preparar su baño, agua caliente en sus músculos es buena le ayudara a relajarse
Después de tomar el desayuno y estar un rato en la bañera, el efecto del medicamento empieza hacer efecto, su cuerpo no duele y ahora es fácil caminar a pesar de las pequeñas ampollas las cuales se sosiegan con unas pantuflas.
El príncipe que había sido notificado que ya estaba despierta y del estado que se encontraba, subió rápidamente a la alcoba
Buen día Leila, como te sientes -
Un poco mejor -
Quiero pedirte una disculpa, fui un insensible y una persona sin sentimiento no creí que tu cuerpo era muy delicado me siento tan mal que mi corazón duele -
No se preocupe mi cuerpo puede ser sensible pero no es débil -
Eso no me ayúa a sentirme mejor, déjame hacer algo por ti para que reivindicar mi comportamiento para expiar mis pecados -
No es necesario la verdad su trato ayuda mucho -
En un rato llegara el médico para revisar tu estado es lo menos que puedo hacer en estos momentos -
Es usted muy amable aceptare esta vez creo que si lo necesito -
El príncipe asintió con su cabeza y salió de la habitación
Después de que llegara el doctor le diera unas pastillas, crema y una inyección para relajar el cuerpo, por el almuerzo los efectos del medicamento están surtiendo efecto, ya con la crema y la vendas en los pies pudo caminar, toda la tarde se la pasaron en la laguna debajo de un árbol, las risas no se hicieron esperar, las anécdotas que contaba el príncipe eran hilarantes y sacaba a la luz su verdadera personalidad.
Me gustaría conocer más de ti, tienes algún pasatiempo o cuál es tu sueño -
Mmm, bueno siempre he querido dedicarme a diseñar ropa -
Eso es diferente de lo que creí -
En serio que sería lo que usted piensa que me gustaría -
Bueno esta opinión la tengo por el tiempo que llevo de conocerte que no es mucho -
En serio, me intriga quiero saber -
Bueno, bueno... tal vez te vería como maestra o doctora -
En serio como llego a esa conclusión -
Bueno es que siempre estas al pendiente de la gente y te gusta ver que todos esten bien, eso es algo que me llama mucho la atención -
Jamás lo habría notado yo, es que siempre he sido ahí -
Bueno eso es mi punto de vista, dime algo como te sientes quieres regresar al castillo -
Me gustaría estar un rato más aquí la vista es hermosa además está muy pacífico sin gente y todo silencioso -
Si este es mi lugar favorito esta retirado del castillo y eso lo hace más especial -
Si es muy importante estar solo algunas veces es un estresante vivir en este lugar -
Me imagino que el estrés algunas veces a de superar la cordura -
Se puede decir que muchas veces -
La platica fue amena y muy liviana, las horas pasaron y la noche los alcanzo algunos sirvientes llegaron hasta la laguna
Príncipe, ya casi es hora para la cena y para tomar las medicinas de Lady Leila -
Claro tienen razón, regresemos -
El viento era refrescante, la luz se iba despidiendo de ellos el árbol aquel que les había dado su sombra cada vez era más distante, un poco de nostalgia a la soledad y tranquilidad se hacían cada vez más fuertes, el castillo hervía de gente, los de mantenimiento, las servidumbre de la cocina los jardineros etc.
Mucha diferencia no crees -
Si el cambio es muy radical -
Al llegar a la habitación se encontraban la servidumbre listas para atenderla.
Te espero en la cena tomate tu tiempo -
Muy hábilmente se acerca y le da un beso en la mejilla rosando inocentemente la comisura de sus labios, las sirvientas miraban atónitas y guardando la discreción para no incomodar
La dejo en sus manos -
Las mujeres se inclinan y el sale de la habitación
Acompáñenos por favor -
El baño fue agradable el olor era muy suabe y casi embriagador, en verdad estaba rodeada de paz, se sentía un poco culpable, como estaría su hermano, tal vez estaría triste y con mucho trabajo, decidió no molestarlo necesitaba estar a su nivel para no causar problemas, el príncipe era agradable aun a pesar de lo que había acontecido la primera vez que lo conoció ahora se comportaba distinto, tan distinto que parecía otra persona.
Para Leila que no conocía el concepto de maldad y traición, no sabía cómo actuar ante esta situación, como podía salir de ese entorno su madre siempre había perdonado a su padre que no quiera verlas y siempre estaba disponible para él, cuando la necesitaba, si tía perdonaba al padre de Heinrich cada vez que regresaba y no le importaba que días completos sufriera porque ella lo amaba y tenía que perdonar. no tenía ni idea de lo que era una sana convivencia.
Pero el príncipe se comportaba diferente era un chico, aunque con demasiadas excentricidades tenía una elocuencia al hablar que endulzaba sus oídos, tal vez y solo tal vez el solo necesitaba compañía.
La cena llego, llena de platillos e ingredientes que jamás había probado
Leila dime si algo del menú no te gusta o deseas comer algo más -
Muchas gracias, hay muchas cosas aquí y de verdad quisiera probarlas -
Que bien el chef tiene un exquisito gusto veras que no te decepcionara -
Leila queria devorar todo, pero con el temor probo algunos platillos
El día de mannana me gustaría que pudiéramos salir, cerca de aquí a unas cuantas horas se encuentra la costa me gustaría que fuéramos -
Me encantaría acompañarte, me gusta mucho el mar -
En verdad si tanto te gusta podemos pasar unos días ahí el clima es espectacular además hay menos gente que aquí, entonces sería más relajado -
En verdad -
Si, es más pequeño y además es difícil el acceso a sí que casi nadie sabe de este lugar -
Tengo curiosidad ahora -
Ja ja, ja, bueno déjame hablar para que esté lista para nuestro viaje -
Al terminar la cena pasaron a la sala, el príncipe la invito a caminar en el jardín la noche era fresca y agradable despejado y las estrellas se podían observar muy claras, la vida del príncipe era muy solitaria sus padres siempre estaban fuera y casi nunca veían al príncipe, tenían muchos asuntos que arreglar la crisis que dejo su abuelo era muy grande, y su padre después del título de rey había heredado también una enorme deuda que amenazaba con llevarlos a la banca rota esa era la razón porque las dos familias tenían disputas ya que el abuelo de Heinrich siempre habia sido bueno para los negocios había aprovechado que el rey era un torpe para hacerse de dinero.
Aun a pesar de que la vida extravagante del padre de Heinrich nunca abandono sus responsabilidades en los negocios y la guerra era inevitable.
Como es tu escuela príncipe -
Aren, llámame Aren -
No podría -
Claro que sí, mientras estemos solos puedes hacerlo, me hará sentir más a gusto y aceptado -
Está bien, si eso lo hace feliz le diré Aren -
Es tan agradable que alguien me llame así -
Aren se detuvo y cerró los ojos tomo una bocanada de aire llenado sus pulmones y grito al cielo
Me llamo Aren y si existo -
Rio con una carcajada y abrió lentamente sus ojos y miro a Leila
Aren -
Con una voz tranquila pronuncio su nombre, corrió hacia ella y la beso voraz e intensamente
Lo siento Leila, me deje llevar por el momento -
No se preocupe, no es nada sigamos caminando Aren -
El asintió y siguieron caminando al final del camino se encontraba un quiosco con una banca y una mesa pequeña.
Toma asiento la comida estuvo rica y el camino aún más -
Me gusta este lugar es muy lindo y tranquilo no hay nada que moleste y la comida es deliciosa -
Me agrada que estes a gusto -
Aunque aún no he recibido clases -
Ja ja ja, es verdad, lo recordé en la tarde, pero estamos de vacaciones y creo que la práctica es mejor que un libro -
Claro es su forma de enseñar -
Confía en mi veraz que en la casa de la playa todo será más fácil -
Toda la conversación había servido para aclarar sus dudas su hermano no tenía tiempo y el príncipe en verdad se estaba esforzando para agraciarse, tal vez el alcohol de la última vez había segado su verdadera forma de ser.
Cuando uno está carente de afecto tiende a justificar a las personas que nos hacen daño tratando de dar sentido a nuestras decisiones.