Estaba en medio de la sala, tendida en el suelo subiendo y bajando mis caderas con ayuda de mi mejor amigo, Min YoonGi. Él al igual que yo estábamos cansados de hacer esto, pero es lo que nos entretiene los fines de semana cuando estamos aburridos.
— Por amor a Dios, Brianna, no siempre yo tengo que hacer todo el trabajo— gruñe en voz baja apretando su agarre en mis caderas para hacer más fuerza.
— Tú solo sigue con lo tuyo, Min— jadeo cansada, ya que habíamos llevado toda la mañana haciendo esto.
La alarma de mi celular empieza a sonar, anunciando el final de la rutina de ejercicio. Por fin.
YoonGi suelta mis caderas de manera brusca a lo que yo me quejo y seguidamente golpeó su brazo.
— Creí que no tenías fuerzas ni para golpearme— alza una ceja en mi dirección mientras se soba el área afectada.
— Las estaba reservando, contigo nunca se sabe— respondo en tono burlón, viendo cómo mi amigo rueda los ojos.
— No entiendo cómo es que estoy contigo si lo único que me haces es bullying— se levanta del suelo y me tiende una mano para ayudarme—. En cambio, yo soy un amor de persona contigo.
— ¿Ah sí? Diles eso a mis ex-novios.
— Te hacía un favor, ninguno de ellos era digno— me pasa una toalla para secarme el sudor y él hace lo mismo.
— No digas eso, al menos Will era lindo, tierno, dulce y completamente bueno en la cama.
— Pervertida de mierda, te salve de cometer más pecados, con esa mente me sorprende que no me hayas llevado al lado oscuro.
— ¡Ja! Mira quién lo dice— ambos sabíamos que entre los dos, YoonGi era el más pervertido— deberías verte en un espejo.
— Lo haría pero no podría porque ningún cristal resiste mi belleza.
— Por lo que más quieras, YoonGi, ¡Dame tu confianza!... ¿O es tu ego? — digo con un atisbo de burla en mi voz.
— Ja-Ja, llámalo como quieras, pero para mí eso es ser... Único, inigualable, bello y...
— ¿Un completo idiota?
— Esta pendeja— golpea suavemente mi cabeza— iba a decir perfectamente...
— ¿Perfectamente egocéntrico?
— No lo soporto más, ¿sabes qué? Me voy— tira la toalla y se va, pero solo llega hasta la puerta para devolverse.
— No resistirías un día sin mí, YoonGi— sonrió, acto seguido dejó un beso en su mejilla.
— ¡Iugh! No, aléjate de mí, nena. Apestas a sudor.
— Y luego te preguntas que por qué no soy cariñosa contigo, así no se puede.
Nos reímos durante un rato hasta que la puerta se abre dando paso a la presencia de May.
— Ya llegue, cariño, quiero comida— nos saluda con un abrazo y un beso en la mejilla, luego se dirige al comedor.
— ¿Cómo entraste? La puerta estaba cerrada— cuestiona YoonGi entrando a la cocina, segundos después trae los platos del desayuno.
— Tengo una copia de las llaves del apartamento— sacude el objeto mencionando en sus manos.
Ay no. Ahora no.
— ¿Le diste una copia de las llaves a ella, pero a mí no?— lleva la mano a su pecho indignado— Creí que eras mi amiga.
— Lo es, pero a mí me quiere más— May muestra su lengua infantilmente.
— Perdón, sabes que te quiero— sonrió inocente acercándome a YoonGi.
— No me toques Brianna, esto no puede seguir así, ¿tienes alguna idea de lo mucho que me hieres?— finge indignación—. Se supone que somos amigos, y en una relación como esta es importante tener confianza.
— ¡Te lo compensare!, vas a tener una copia de las llaves de la casa y una salida al cine para ver Avengers End Game.
— Ya nos estamos entendiendo, buena chica— sonríe satisfecho y ambos procedemos a desayunar.
— ¡Oye! eso no es justo, yo también quiero ir a ver la película— comenta la pelirroja terminando de comer.
— Claro que es justo, además ella me lo está dando como una compensación por confiarte primero las llaves de su casa que a mí— muestra su lengua infantilmente, justo como lo había hecho May minutos atrás.
Luego de la breve discusión entre mis amigos, terminamos de desayunar, nos sentamos en el sofá y encendimos la televisión.
— Chicas ¿esa no es la publicidad que hizo su empresa?— pregunta el pelinegro señalando la pantalla del televisor, en la cual pasaban un comercial de un perfume, y efectivamente si era promocionado por la empresa en la que trabajamos May y yo.
— Ah sí, en una parte nos quedamos sin extras y a los empleados nos tocó reemplazarlos, si pones atención y miras al fondo, en una de las mesas que están afuera del restaurante, aparecemos las dos— comenta ella con diversión.
El coreano pausa la escena y la retrocede para poder hacer zoom en el momento exacto donde aparecemos en la imagen y confirmar las palabras de mi amiga.
— Por Dios, ustedes para comer son todas unas damas— exclama YoonGi con notorio sarcasmo en su voz.
— Que conste, los de producción solo dijeron: "Hagan como si estuvieran comiendo". Nos pusieron comida de verdad en nuestros platos y teníamos hambre, nosotras ayudamos a que eso se viera más real— hago la explicación haciendo reír a YoonGi, sin embargo su escándalo termina cuando vuelve la mirada hacia la pantalla y arruga su seño.
— Oigan, ¿soy el único que se dio cuenta de que el chico de atrás las está viendo fijamente con una cámara?— su pregunta me deja confundida e imitó su acción.
Cojo el control y hago más acercamiento a la imagen.
— Si, tienes razón, ese es el chico de las fotos— afirma May con una sonrisa— pero no nos está fotografiando a las dos, solo a Brie.
— No, debe estar simulando, si lo avanzamos un poco, se puede ver que luego desvía la cámara a la chica que usa el perfume— y así es como bajo de las nubes a los locos que están a mi lado.
— Amiga, Kim TaeHyung parece que te ve como su musa— las palabras de May me dejan pensando, pues ella sabe que siento una ligera atracción hacia TaeHyung, no obstante prefiero arruinar mis ilusiones hacia algo que yo sé que jamás pasará.