Se movió tan rápido que, aunque An Xiaxia había movido la cabeza para esquivarla, el agua le llegó de igual manera. Su cara y pelo estaban empapados. Goteaba agua, haciendo un lío. Le temblaban los labios mientras miraba a Mu Li, estupefacta.
—¡An Xiaxia! —sonaba muy segura mientras gritaba—. ¡Tu papá mató a un hombre y escuché que anoche se lo llevó la policía! ¿Qué haces aquí? ¿Intentas vengarte hiriendo a tus compañeros? Chss, chss. ¿Quién dice que la hija de un asesino no es una asesina también?
Su voz era tan fuerte que bastantes estudiantes se reunieron a ver. En ese momento, gente de la clase de An Xiaxia comenzó a llegar. Al ver esto, se juntaron en grupos de dos y tres, murmurando entre ellos.
—Mierda. ¿Qué está pasando?
—Chss, chss. Suena tan segura. ¡Debe ser verdad!
—Nunca imaginé que An Xiaxia tuviera un secreto tan grande... ¿Ha estado fingiendo todo este tiempo?
"…"
¡Mu Li estaba muy satisfecha con sus reacciones!
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