—Qi de Espada
Mu Baifei y los otros dos espadachines fruncieron el ceño. Una resplandeciente luz de espada, parpadeó alrededor de Qin Wentian, su resplandor le envolvía. La Luz Astral se transformó en un sinnúmero de espadas impecablemente afiladas, cada una emitiendo un agudo gemido.
Ondas implacables de Qi de espadas monstruosamente afiladas brotaban de cada una de las espadas formadas a partir de la Luz Astral.
—Qué increíble.
La multitud miró a Qin Wentian, atónita. Ese tipo no era de ninguno de los poderes trascendentes, así que, ¿cómo podría su destreza en el combate estar a un nivel tan alto?
Y, sin embargo, el aura de Qin Wentian seguía subiendo sin señales de detenerse. Se podía sentir una presencia increíblemente demoníaca, mientras el sello de sangre dentro de su cuerpo se multiplicaba. Mientras los sellos temblaban violentamente, el aura sangrienta cubría todas y cada una de las espadas astrales.
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