webnovel

Capítulo 32: La Capital Real

Redakteur: Nyoi-Bo Studio

La Capital Real del País de Chu, que comprendía un área de más de 5 millones de kilómetros, era la ciudad más grande que había en todo el País de Chu y la población era diez veces superior a la de Ciudad Cielo Armonía. Era absurdo.

En este momento, en la entrada de la Capital Real, Wentian Qin estaba cubierto de polvo, montado sobre su caballo. No pudo evitar sentir un temblor en el corazón cuando inclinó la cabeza y contempló la majestuosa muralla de la ciudad.

Las murallas de la ciudad medían 16 metros de altura y estaban hechas de materiales especiales. Incluso alguien con nivel de cultivo que estuviera en la cúspide del Reino del Refinamiento del Cuerpo no podía aspirar a dañar esas murallas.

—Señor, hemos llegado, vamos a entrar en la ciudad —entonó Francis en voz baja.

Wentian Qin asintió levemente mientras los dos hombres desmontaban de los caballos y avanzaban a pie hacia las puertas de la ciudad y se unían a la cola que esperaba para entrar en la urbe. Las calles de la ciudad estaban enlosadas con piedras azules y tenían una anchura de más de 10 metros. Los rugidos de bestias se oían con claridad, a pesar de que no habían entrado en la ciudad todavía.

—Hay tantos cultivadores fuertes por aquí… Y pensar que muchas de sus monturas deben de ser en realidad bestias demoníacas.

Wentian Qin inspiró hondo mientras contemplaba entusiasmado el horizonte. A poca distancia, había una bestia demoníaca de un tamaño enorme que parecía un Simio Viridián. Pero lo que era realmente admirable era que el joven cultivador que lo llevaba estaba de pie sobre los hombros de la bestia.

El Simio Viridían era una bestia demoníaca de cuarto nivel, y poseía un nivel de cultivo equivalente al Reino de la Circulación Arterial. Y pensar que la usaban como una mera montura…

Las bestias demoníacas podían ser clasificadas en nueve niveles. Las bestias demoníacas del primer nivel tenían una base de cultivo que apenas era equivalente al tercer nivel del Reino del Refinamiento del Cuerpo; las bestias demoníacas de segundo nivel tenían una base de cultivo que equivalía justo al sexto nivel del Reino del Refinamiento del Cuerpo, y las bestias demoníacas del tercer nivel eran equivalentes al noveno nivel del Reino del Refinamiento del Cuerpo.

Basándonos en esta analogía, las bestias demoníacas de noveno nivel eran criaturas aterradoras que poseían una base de cultivo que se encontraba en la cúspide el Reino Yuanfu. Las bestias demoníacas que poseían una fuerza superior al noveno nivel eran capaces de adoptar la forma de humanos, transformaban la forma de su cuerpo demoníaco.

—Hermano pequeño.

En este momento, le llegó una voz que hizo que Wentian Qin volviera la cabeza en la dirección de la que esta procedía. Había dos siluetas que se encaminaban hacia él. Eran Luo Han y Montaña, de la Academia Estrella del Emperador. Se le dibujó una sonrisa en el rostro mientras Wentian Qin decía:

—¿Qué hacéis aquí?

—¿No es por culpa de hermano pequeño?

Luo Han se acercó y posó la mano en el hombro de Wentian, mientras su torso bien dotado acariciaba a propósito el cuerpo de Wentian Qin. Eso hizo que este sonriera amargamente. Menuda hermana mayor tenía…

—El Clan Ye suele tener un par de espías colocados aquí. Evidentemente, el maestro ha tenido que ir con más cuidado y por culpa tuya, yo, tu hermana mayor, he sufrido muchísimo estos últimos días. —Luo Huan aleteó las pestañas flirteando mientras hacía un mohín.

—Muchas gracias, Hermana Mayor Aprendiz —exclamó Wentian Qin.

De verdad sentía gratitud. El maestro Mustang lo había planeado todo: había mandado a los mayores de Wentian Qin para protegerle, temiendo que el Clan Ye pudiera mandar hombres para tenderle una emboscada aquí.

—Hermano pequeño se vuelve tímido con demasiada facilidad, no te volveré a tomar el pelo. —Luo Huan, al ver la mirada avergonzada e incómoda de Wentian Qin, se alejó unos pasos mientras posaba la vista sobre la mascota blanca que llevaba en los brazos—. Qué pequeñín tan bonito, ven aquí con tu hermana.

La mascota blanca parpadeó y saltó directa al escote de Luo Huan. Allí, empezó a frotarse las patas contra los dos pechos de Luo Huan, mientras el resto abría los ojos como platos y Wentian Qin abría la boca de par en par. En su cabeza aparecieron líneas negras: ¿por qué la mascota que había adoptado era un perro tan pervertido?

Luo Huan se quedó petrificada y luego echó a reír. Miró a Wentian Qin con esos ojos preciosos y le hizo enrojecerse de la vergüenza.

—Vaya, entiendes a la perfección las intenciones de tu amo, pero eres mucho más atrevido que él.

Luo Huan abrazó al perro níveo mientras lo decía, algo que provocó que las líneas oscuras de la cabeza de Wentian Qin se multiplicaran. En este momento, Luo Huan soltó un silbido que hizo que en el cielo resonara el grito estridente de un águila. Al cabo de unos segundos, un águila enorme y negra descendió y se posó en el suelo detrás de Luo Huan.

—Hermano pequeño Qin, todo el mundo me llama Montaña. No te preocupes por Luo Huan, siempre se comporta así, ya te acostumbrarás. Deja que nos montemos en el águila negra.

Montaña parecía ser mucho más sencillo y sincero. Esbozó una sonrisa. Wentian Qin asintió mientras pensaba que tendría que templar su fuerza de voluntad si quería salir con Luo Huan. ¡La tentación era demasiada!

—La Capital Real es enorme, demasiado. Si no usamos un transporte volador, tardaríamos demasiado en llegar a nuestro destino. Partamos y mientras tanto te ofreceré una breve introducción a los lugares de la Ciudad Real.

Montaña echó a reír. Parecía amigable y de trato fácil. Sin embargo, Wentian Qin había sido testigo del poder que Montaña era capaz de blandir cuando soltaba su Simio Demoníaco y su Alma Astral del Hombre de Piedra. Poseía una fuerza de batalla tiránica así como una defensa aterradora.

Wentian Qin y Francis dejaron que sus caballos vagaran libres y los cuatro se subieron a lomos de la gran águila negra. El animal soltó un grito estridente al despegar y surcó los cielos de forma que provocó una ráfaga de viento que les agitó las ropas.

—Hermano pequeño Qin, aunque la Capital Real es enorme, cada sector tiene sus propias leyes de disciplina. El sector en el que estamos se llama "Los Barrios Bajos", porque es la sección de la ciudad que está habitado por visitantes temporales y gente sin dinero o autoridad. La zona de este barrio, además de ser la más poblada en densidad, constituye la mitad de la población de toda la Ciudad Real.

Las palabras de Montaña provocaron que Wentian Qin se quedara conmocionado. Al mirar desde las alturas, lo único que veía era prosperidad: edificios majestuosos y altos, calles concurridas, monturas que eran bestias demoníacas por todos lados. La Ciudad de Armonía Celestial no podía compararse a esta y aun así, este solo era el sector de "Los Barrios Bajos".

—La Capital Real tiene un total de siete sectores o barrios. El primer sector es "Los Barrios Bajos". El segundo sector es un lugar donde reina el caos, una zona donde los peces y los dragones se mezclan, donde los sinvergüenzas se mezclan con la gente de bien. El tercer sector es donde se encuentran las Nueve Academias y los incontables clanes menores. El quinto sector es el "Sector Aristocrático", el lugar donde residen los nobles y los clanes más poderosos. El sexto sector es el Palacio Real. Y finalmente, el séptimo sector es "El Bosque Oscuro".

Montaña primero le contó la distribución general de la Capital Real antes de entrar en detalles. El Bosque Oscuro se encontraba en las afueras de la Capital Real. La frontera externa de la mitad del terreno que pertenecía a la Capital Real estaba rodeada por el Bosque Oscuro. Allí abundaban las bestias demoniacas, lo que significaba que la periferia de los sectores sexto, quinto, cuarto y tercero era la misma: el Bosque Oscuro, un lugar peligroso sin parangón. Trataban el peligroso Bosque Oscuro como terrenos de entrenamiento.

La Capital Real era inconmensurable y estaba repleta de poderes menores y mayores. Las Nueve Academias se encontraban en el corazón de la ciudad. La velocidad del águila negra era muy alta y, al cabo de unas cuatro horas, se detuvo planeando en el aire.

—¡Hiaa!

—¡Grr!

Los ruidos de las bestias demoníacas creaban una cacofonía incesante de estrépitos. Las pupilas de Wentian Qin se contrajeron cuando divisó los corceles demoníacos que surcaban los cielos así como la variedad de bestias demoníacas que ocupaban las calles. No puedo evitar pensar que había muchísimos cultivadores fuertes y, por tanto, había muchísimas bestias demoníacas.

—¿Pero qué especie de lugar es este?

Wentian Qin estaba conmocionado hasta la médula. A sus pies había varias calzadas principales que convergían en el mismo punto y al mismo tiempo conducían al mismo lugar: a través de una puerta inmensa con forma de arco. El otro lado del portal era increíblemente espacioso, pero aunque había mucha gente, no había corceles que volaran.

—Ja ja ja, ya hemos sobrevolado el primer sector y el segundo, y después de pasar por encima de ese portal en forma de arco, se puede decir que hemos llegado al corazón de la Ciudad Real: el tercer sector, donde se encuentran las Nueve Academias. En el tercer sector no está permitido que la gente normal vuele. Es un privilegio especial que solo se concede a cultivadores del Reino Yuanfu y nuestro destino se encuentra tras pasar el portal: los terrenos de examen del área de reclutamiento de las Nueve Academias.

—Venga, déjanos bajar. —Mientras la voz de Luo Huan resonaba, esta saltó de los lomos del águila negra antes de caer con gracilidad sobre la tierra y unirse a la corriente interminable de gente que se encaminaba hacia el arco.

«El comienzo de la primavera también es el día en que las academias comienzan su reclutamiento. La mayor parte de los jóvenes de la Capital Real eligen venir aquí, por eso hay tantísima gente» pensó Wentian Qin para sí. Había incluso gente que era de Ciudad Cielo Armonía que había venido a la Capital Real con la intención de someterse al examen de reclutamiento.

—Hermano pequeño aprendiz no necesita volver a examinarse, puedes ir directamente al maestro que está al cargo de los exámenes y obtener tu Medallón de Jade de la Estrella del Emperador. Este Medallón de Jade de la Estrella del Emperador es algo que solo posee tu Academia de la Estrella del Emperador y es sumamente importante. La academia solo permite que el maestro que está a cargo dé el medallón a los futuros estudiantes durante esta época del año, por eso el maestro Mustang no te lo ha dado antes —le explicó Montaña mientras caminaban por la calzada.

—Claro. —Wentian Qin asintió levemente; sin embargo, en este momento, una oleada de gente se les echó encima.

—Uy, ¿qué ocurre?

Montaña frunció el ceño. A lo lejos, vieron que la interminable procesión de gente se había separado en dos y que había un caballo draconiano con un palanquín encima que trotaba hacia adelante. Mucha gente estaba de puntillas y estiraba el cuello mientras miraba en esa dirección.

—Ah, vale, es esa chica, no me extraña que haya creado esta conmoción —se rio Luo Huan bajito. El palanquín avanzó poco a poco y a través del ligero material de gasa que lo cubría, se veían dos siluetas preciosas y gráciles en su interior.

—Guau.

El perrito níveo que Luo Huan tenía en brazos saltó y corrió hacia el palanquín, lo que provocó que la expresión de Wentian Qin se congelara.

En el interior del palanquín, Qingcheng Mo no tuvo tiempo de exclamar de la sorpresa antes de ver a una sombra tan blanca como la nieve saltar a sus brazos.

—Ay, pequeñín, ¿qué haces tú aquí?

Nolan, que estaba junto a ella puso los ojos en blanco:

—Este pillín está a la altura de un fantasma pesado que insiste en rondarnos.

Qingcheng Mo dirigió una mirada a Nolan mientras se echaba a reír. El sonido de esa risa musical era capaz de emocionar incluso a las almas humanas. Extendió la mano y corrió las cortinas que cubrían el palanquín, lo que provocó que los ojos de la mayor parte de la muchedumbre se clavaran en ella.

—Qué bonita.

—Es la más bella del País de Chu, es demasiado bella. Si pudiera pasar una noche con ella, no me importaría morirme al día siguiente.

—Qué mujer tan hermosa.

Wentian Qin había visto montones de mujeres preciosas: Yao Qin, Nieves de Otoño… Todas eran grandes bellezas de Ciudad de Armonía Celestial. Pero comparadas con la muchacha del palanquín incluso las mujeres más hermosas de Ciudad de Armonía Celestial perdían parte de su brillo. Qingcheng Mo sonrió después de divisar a Wentian Qin y volvió a cerrar las cortinas.

—¿Me acaba de sonreír? —preguntó alguien al lado de Wentian Qin, aturdido.

—Que te lo crees tú, me ha sonreído a mí.

Al oír cómo se desataban este tipos de conversaciones a su alrededor, Wentian Qin parpadeó. ¿Acaso él, igual que el resto de la muchedumbre, se había creído lo que no era? Le parecía que la mujer del palanquín le había sonreído a él.

—¿A que es bonita? —dijo una voz.

—Muchísimo —respondió Wentian Qin con toda naturalidad antes de adoptar una expresión rígida y enseguida volvió la cabeza, sonriendo con ironía—: Pero la hermana mayor aprendiz también es bonita.

Sin embargo, Luo Huan no era alguien que se dejara llevar por estas tonterías. Se limitó a quedarse a un lado, observando a Wentian Qin con aire socarrón.

—Em, basándome en los encantos de hermana mayor, si tuvieras que competir con el número de hombres que se han enamorado de ustedes, sin lugar a dudas, ganas tú —continuó Wentian Qin mientras el sudor le recorría la espalda.

—Qué dulce eres —rio bajito Luo Huan—. Pero en lo que respecta a esa muchacha, posee una belleza de las que hacen derrocar reinos. No me extraña que te hayas distraído. Si yo fuera hombre, también me enamoraría de la mayor belleza que hay en el País de Chu.

—Ja ja ja —saltó Montaña, que estaba a un lado, para mostrar que coincidía.

—Pero después de pensárselo mucho, los 10 prodigios de Capital Real van detrás de ella. Sin embargo, ni uno solo ha conseguido obtener su aprobación. Y los hombres corrientes que aun así quisieran irle detrás, me temo que no se comerían un rosco.

—Vaya, al parecer, todavía conoces tu propia valía —se rio Luo Huan mientras, en ese mismo instante, una mancha blanca saltó de nuevo sobre sus pechos—. Qué mascota tan pervertida.

Luo Huan miró al perrito y vio cómo este se acurrucaba entre sus pechos, negándose a ceder ni un centímetro, mientras la miraba con ojitos de cordero degollado. Era tan adorable que hizo que la gente se derritiera. En el palanquín, Nolan miró a Qingcheng Mo y le preguntó:

—¿Era él de verdad?

—Sí. No me esperaba que también viniera a la Capital Real y he visto que ese pequeñín lo ha acompañado. —Qingchen Mo sonrió levemente—. Me pregunto por qué habrá venido aquí.

—¿Qué? ¿Nuestra gran belleza, la señorita Mo, se preocupa ahora por un tío cualquiera que ha conocido? —se metió con ella Nolan.

—¿Quién ha dicho eso? —Qingchen Mo fulminó a Nolan con la Mirada.

—Tenéis razón. Al fin y al cabo, nuestra gran belleza la señorita Mo le salvó. Y no solo eso, también hubo un contacto físico muy cercano, por lo tanto es perfectamente normal que una se preocupe. Pero qué pena, ese pobre chaval no sabe que fuisteis vos quien lo salvó —continuó pinchándola Nolan. Qingchen Mo tenía curiosidad, de modo que lo único que podía hacer era sacudir la cabeza con amargura y soportar las burlas de Nolan.

Nächstes Kapitel