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Sweet murder

Sentí fuego, un fuego que entraba y parecía decidido a quedarse. La forma de su cuerpo como se había acoplado al mío y sus poderosas manos me habían saciado hasta dejarme en el medio del limbo.

Su aliento cerca de mi oído y de mi cuello, no hablaba no pronunciaba palabra alguna. Le mordí el lóbulo de su oreja y quería marcarlo como él lo estaba haciendo conmigo.

Vi sus ojos cuando llegue al orgasmo y acerqué mi boca a la suya. Él me correspondió, pero sentí que había una promesa oscura y oculta en ese beso.

Al despertarme al día siguiente, o más tarde de ese día, me asombré con encontrarme en mi cama y ví que estaba desnuda al salir de la misma. Fuí al baño y me asombré al ver cómo mi cuerpo había adquirido un leve tono rosado, como una novia virgen. Las marcas que tenía por el accidente habían transformadas. Ya no me parecían horrendas, él las había visto y las había acariciado como si no tuviera un impedimento por hacerme gozar.

Me ruboricé al notar que él me había convertido en la mujer que estaba escondida en mi interior.

Me bañé para sacarme el olor a sexo que desprendía mi piel. Me arrepentí por el simple hecho de que las manos de ese hombre se estaban borrando.

Salí hacia afuera y mientras caminaba hacia al trabajo, pensé en Ivanhoe. Sus besos no llenaba el vacío que habitaba en mi interior. Era algo inferior a lo que sentía.

Me asusté mucho al darme cuenta de que ese hombre se había pegado a mi ser y que al no tenerlo cerca de mí, sentí como un abismo empezaba a crecer y amenazaba con destruir mi independencia.

Sentí como si algo me faltara, como si no fuera un ser completo, y solo con él iba a serlo.

Qué demonios estaba pasándome.

Al llegar a casa después de un arduo día de trabajo y mi padre me recibe. Me mordí el interior de mis mejillas. No creo que haya sospechado que tuve una poderosa conexión con alguien, además de la física.

Cuando era media tarde, tocaron el timbre y la señora fue quien abrió.

Mi padre al poco tiempo sube a mi habitación:

-- Debes ir a ver a tu tío Jekill-- estaba agitado y con un poco de miedo por lo que podría llegar a pasar.

Me condujo por la puerta de atrás.

Al llegar a la vereda de enfrente, ví a Ivanhoe y lo que sería sus amigos hablando con mis padres. Los golpeó salvajemente y luego los mató descuartizándolos.

Ahí supe que él era diferente a mí.

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