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La reunión secreta

Emilia descansaba echada en el sillón del estudio, estaba agotada. El proceso de limpieza de sus circuitos mágicos había sido extremadamente doloroso, por suerte Astalris había estado guiándola y apoyándola en todo momento lo que había reducido exponencialmente el dolor y complejidad de la técnica.

Finalmente Emilia suspiró, sabía que el esfuerzo había valido completamente la pena, se sentía renacida.

Sus circuitos mágicos ya no tenían impurezas u obstrucciones, incluso su piel y contextura se veían diferentes, sin imperfecciones y más delicadas, lo que le daban a Emilia el aire de diosa de otro mundo.

Astalris leía un libro mientras ella descansaba, de repente lo cerró y voltio a ver a Emilia, "Toma esto, estudia y apréndelo bien, te servirá."-, dijo entregándole una pequeño cristal.

Emilia aceptó alegremente el cristal de memoria y empezó a recibir la información.

Si cualquier otra persona supiera el contenido de dicho cristal estaba claro que lloraría de envidia.

Astalris acababa de transferirle manuales y técnicas de Nivel Emperador.

Ríos de sangre cruzarían la ciudad si esto se supiese.

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En otra parte de la ciudad en un poco iluminado cuarto una conferencia se llevaba a cabo.

La mesa era de cuadrada de madera de roja y en ella había tres personas que permanecían en silencio.

Una de ellas era un hombre de apariencia mayor ya canoso, si Astalris hubiera estado presente en la habitación habría podido reconocer al dicho hombre como el consejero del príncipe Robert Gallian, que estuvo presente en su ceremonia del despertar de su signo divino, Augusto Maneris.

Las otras dos personas consistían en primer lugar en una señora también de apariencia madura, de unos 40 años de edad pero que aún conversaba rasgos de su belleza juvenil, estaba claro que en sus años de juventud había rotó muchos corazones. Mientras que el otro integrante era un hombre de aspecto joven de unos 30 años edad, de contextura delgada pero con músculos, tenía la apariencia de un guerrero.

De repente la única puerta de la habitación se abrió y una persona encapuchada ingreso al cuarto. Los presentes se levantaron de sus asientos y agacharon sus cabezas en señal de respeto. Entonces Augusto el Consejero habló, -"Lo estábamos esperando su Alteza, ¿Tuvo complicaciones para poder burlar a la guardia?-"

El hombre se retiró la capa y entonces los integrantes del cuarto pudieron apreciar su hermosa cabellera dorada, era el príncipe Robert y contestó la pregunta de Augusto evidentemente irritado, "-En efecto, al parecer Alfred ha ordenado a sus guardias que me mantengan vigilado bajo todo momento con la excusa de preocuparse por mi seguridad, tuve que esperar ocultó en un arbusto por dos horas hasta que la guardia hizo su cambio de turno, malditos imbéciles."-

Luego miró a la señora de apariencia madura y preguntó, -"Adalía ¿Lograste confirmar mis sospechas? ¿Cómo va el establecimiento de la red de espías en está ciudad?-"

La señora asintió ante la pregunta y respondido, -"Su majestad, mis fuentes han confirmado lo temido, el Duque Alfred Sabino se ha unido a la facción de su hermano Henry. No obstante, por alguna razón está relación es un secreto para muchos, debe haber alguna finalidad."-

Adalía sacó de su bolso unos reportes y se los entregó al príncipe, luego continuo, -"Lo que sí he llegado a confirmar, es que el Duque esta proveyendo de armas y armaduras al ejercito personal de su hermano Henry."-

-"¿Uh? No habíamos tomando acciones en el supuesto de que esto pasara? ¿No habíamos manipulado a un herrero para que creara un gremio que obstruyera a Alfred?-", preguntó el príncipe Rober sorprendido.

El consejero Agusto respondido a la pregunta, -"En efecto su Alteza, manipulamos indirectamente para que el herrero de Nivel Experto Curtís Wimor encendiera la llama de la inconformidad con el resto de herreros y crearan una facción que se opusiese al Duque, pero no contábamos que el Duque tomara bajo su ala a otro herrero de Nivel Experto llamado Krenalis Ith'laris, juntó a él, han creado otra facción que rivaliza con la de Curtís y están entrenando sus propios herreros. Hemos intentado eliminar al herrero, Curtís incluso contrató con la Daga Roja y se enviaron asesinos en varias oportunidades asesinos, pero no hubo resultado alguno. En el último intentó incluso el mismo Atir a encenagarse del objetivo, pero de igual manera ha desaparecido."-

El príncipe frunció el ceño al escuchar las noticias, -"Atir de La Daga Roja era un guerrero Nivel Santo, ¿Me estáis diciendo que Alfred ha conseguido el apoyo de un Guerrero o Mago de Nivel Santo? Debemos solucionar esta situación de inmediato, debemos debilitar y cortar el suministro de armas y armaduras de Henry, pero ahora tenemos un usuario de Nivel Santo del que no tenemos idea ni pista alguna y ..."-. De repente el príncipe hizo una pausa y miro a Augusto.

"-¿Ith'laris? ¿No es ese el apellido del mocoso ese del rango SSS?"-

Augusto contestó nerviosamente al ver la ira que empezaba a nacer dentro de Robert, -"En efecto Alteza, es el hijo de Krenalis."-

La cara del príncipe se arrugó de la cólera hasta que un gestó horrible se empezó a formar en su rostro, había rasgos de locura en ella, -"Entonces por eso rechazó mi propuesta el mocoso, probablemente a través de su padre ya fue reclutado para la facción de Henry. Debemos eliminarlo, tanto al niño como a su padre, es un factor demasiado impredecible. Puede que incluso no importe si gano el trono, bastará que Henrey se oculte unos años y nutra al maldito mocoso. Con un nivel Santo y su ejercito fácilmente podría intentar realizar un golpe de estado y usurpar mi corona. NO PERMITIRÉ QUE NADIE ME QUITE EL TRONO ¿ENTENDIERON?"-

"LOS QUIERO MUERTOS A AMBOS YA, NO ME IMPORTA QUE HAGÁIS, ADALÍA ENVÍA A TUS MEJORES ASESINOS, EL NIVEL SANTO NO PUEDE PROTEGER A AMBOS AL MISMO TIEMPO."- gritó furiosamente el príncipe.

De repente el joven de contextura delgada que había permanecido en silencio sonrió y hablo, -"Su Alteza, no hay necesidad de exaltarse. Recientemente me he enterado que La Mansión de los Siete Placeres subastará varías técnicas y manuales, entre ellas una es de Rango Santo. Como bien sabe soy un guerrero de Nivel Experto, no quiero ser pedante pero fácilmente diría que soy de los más fuertes del reino, ya hace unos meses que estoy a un pie de ser un Nivel Santo, solo carezco de la técnica o del manual.

De lo divulgado por la casa de subastas los puntos fuertes de la subasta son "Una técnica de fortalecimiento corporal de herrería de Nivel Experto, una formula de píldora alquímica de Nivel Artesano, dos técnicas marciales de Nivel Santo y una técnica marcial de Nivel Rey", si su alteza lograse conseguir una o dos técnicas de Nivel Santo fácilmente podría yo alcanzar dicho nivel y el problema del guerrero Santo desaparecería junto con todos sus otros contratiempos, podría decirse que su ascenso al trono estaría asegurado"-, dijo sonriendo el hombre.

La proposición tomó por sorpresa al príncipe Robert, en efecto el respaldo de un guerrero Nivel Santo era algo que sonaba muy tentador. Si bien los usuarios de Nivel Santo no eran tan escasos como los de nivel Rey, seguían siendo una fuerza considerable en el reino. Por ejemplo, ni su hermano Henry ni su hermana Olivia tenían expertos de Nivel Santo bajo su control, solo el Rey tenía unos cuantos.

En cuanto a la lealtad de Jair, que era el hombre que acababa de hablarle, no estaba en discusión, pues ambos tenían una trayectoria de negocios y trabajos oscuros. Estaba seguro que ninguno se delataría y Jair era un hombre de palabra.

Tras meditar la propuesta el príncipe Robert concluyó, -"Esta bien, creo que es la forma más segura de eliminar los problemas, no ganaríamos nada enviando nuestros hombres a una muerte segura. Pero Augusto, también apoya al herrero Curtís, generen presión sobre Krenalis traten de interrumpir el envió de armas, de ser posible intercepten los envíos."-

Luego miró a Adalía y a Augusto para decir, -"Reúnan los fondos que tenemos, los necesitaremos para la subasta, estoy seguro que no soy el único con el mismo plan. Averigüen quien es el dueño de las técnicas, traten de reclutarlo."-

El restó asintieron a las ordenes del príncipe.

Al cabo de un rato y de pulir otras decisiones de menor importancia, los presentes abandonaron la habitación y con ellos el príncipe se dirigió nuevamente encapuchados a esperar sentado en el arbusto nuevamente.

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