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—Este dolor de cabeza me está volviendo loca —se quejó Yu Lili.
Ella había dejado de llorar, y su estado de ánimo era bastante más tranquilo que hace unos minutos. Yu Lili se sentó en una silla con la cabeza entre los brazos y miró hacia delante con consternación.
Shen Zhilie miró a Yu Lili con compasión y estuvo a punto de decir algo cuando vio el dolor en sus ojos. Yu Lili inclinó la cabeza hacia sus brazos y mencionó:
—Este dolor de cabeza me está volviendo loca.
—Trata de no pensar en el dolor de cabeza. Toma una siesta. Aquí, cierra los ojos y duerme bien. —Shen Zhilie se inclinó y susurró—: Duerme ahora.
Yu Lili sintió que sus párpados se volvían más pesados. Rápidamente cerró los ojos y se durmió. Shen Zhilie se inclinó, la levantó y salió de la habitación.
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