Cuando Su Qianci se despertó, era mediodía.
Li Sicheng se había ido a trabajar. Comprobó la hora y se dio cuenta de que era muy tarde para ir a clase, así que decidió no acudir a ninguna de las clases de esa mañana.
A pesar de la profunda fatiga que sentía, se puso un camisón y se levantó. Tropezando hacia el cuarto de baño, se dio cuenta de que estaba cubierta de marcas azules y moradas por todo el cuerpo. Tenía un aspecto miserable.
"Su Qianci, dame un bebé".
Después de que él dijera eso, ella no había sido capaz de descansar en toda la noche y, en algún momento, se desmayó en el coche. Cuando se despertó, alrededor de la medianoche, estaba en la cama de su casa, pero Li Sicheng seguía penetrándola. Sintiendo dolor en todo su cuerpo, Su Qianci apenas pudo abrir los ojos.
Miserable...
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