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Capítulo 23 - ¡Cómo Puede Ser Ella La Señora Li!

Redakteur: Nyoi-Bo Studio

Liu Anan se sonrojó y asintió rápidamente.

—¡Sí, hermano Li! El año pasado nos conocimos en tu fiesta de cumpleaños. Yo llevaba...

De repente llamó a Li Sicheng "hermano" y a él no le gustó. Li Sicheng se impacientó y dijo:

—¿No te contó ella que estaba casado?

Liu Anan se sorprendió y asintió. No era ningún secreto que Li Sicheng estaba casado. Pero la boda fue muy discreta y los medios ni siquiera averiguaron la identidad de la novia. ¿Por quéél sacaba ese tema de repente?

Liu Anan no entendía a ese hombre. Sin embargo, era exactamente el hecho de que fuera misterioso lo que le hacía tan atractivo para las mujeres. Con valentía, Liu Anan miró Li Sicheng sin pudor. Su mirada era tan lasciva que resultaba obscena.

Li Sicheng era inmune a ese tipo de miradas. Pero pronto se acordó de que Su Qianci le había mirado de la misma manera hacía un par de días. Sin embargo, hoy... Finalmente entendió en qué había cambiado ella.

¿Estaba haciéndose la dura?

Li Sicheng le echó una mirada fugaz a Su Qianci.

—No creo que sea muy inteligente insultar a mi mujer delante de mí.

Lo dijo con tranquilidad, como si estuviera hablándole a la gente de algo banal. Pero sus palabras sorprendieron a todos.

Liu Anan era la más sorprendida de todos. Inmediatamente, gritó:

—¿Cómo es posible? ¿Ella es tu mujer?

Fu Lengbing también estaba estupefacto y miraba a Su Qianci con incredulidad. La familia Li era una de las más importantes de Kingstown. Tenían profundas conexiones con el gobierno. De los tres hermanos de la familia, Li Sicheng fue el único que eligió dedicarse a los negocios. Aun así, todas las personas de esa familia pertenecían a la élite.

Fu Lengbing sabía muy bien lo difícil que era casarse en una familia como esa. Alguien como Su Qianci... ¿La familia Li la aceptaba? Ni Liu Anan ni Fu Lengbing podían creerlo.

¡Pero Li Sicheng lo estaba admitiendo!

—¿Qué? ¿Ella es la mujer del presidente?

Una de las dependientas estaba tan sorprendida que casi no se podía tener en pie. ¡La mujer que había llegado con esa ropa barata era la mujer del gran jefe!

—¡Así que ella es la señora Li! —exclamó uno de los mirones—. Yo diría que la señora Li es extraordinaria. ¿Una amante? ¡Ja! Es muy malo ser una mujer celosa.

—¡Exacto! Esa mujer ha sido tan agresiva que casi creí que decía la verdad. ¡Menuda zorra!

—La señora Li es tan bella que ella y el presidente hacen la pareja perfecta.

—Es verdad. Además, ¿quién es ese hombre que está a su lado? ¿No es de la familia Fu?

—Creo que sí. ¿Esa mujer es su novia?

—No puede ser. ¡Qué mal gusto!

La gente hablaba cada vez más fuerte. La cara de Fu Lengbing empezó a tomar un tono carmesí y se alejó de Liu Anan.

Liu Anan no podía estar más sorprendida. No tenía ni idea de que Fu Lengbing se sentía así de resentido con ella en ese momento. Liu Anan miró a Su Qianci con incredulidad y dijo:

—Es totalmente imposible. ¿Cómo ha podido una mujer como tú casarse con alguien de la familia Li? Debes haber jugado muy sucio. Sí, seguro que ha sido así. Su Qianci, ¡no tienes vergüenza!

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