La maldición del universo

El Dios Supremo solo podía ver como el cuerpo principal de Yale y la encarnación se fusionaron porque la encarnación era la única capaz de moverse en ese momento.

Sin embargo, no lo temía porque un Yale de poder completo no podía derrotarlo antes, así que aunque tendría que perder más tiempo, no dudaba de que Yale acabaría acorralado nuevamente.

El Dios Supremo no estaría tan tranquilo si pudiera ver la sonrisa en el rostro de Alter Yale cuando Yale absorbió la encarnación.

—Como lo esperaba, pero el siguiente paso es crítico. No me decepciones porque el fracaso no está permitido. Puede ser cruel ya que no sabes nada acerca de este plan, pero no puedes saberlo, o todo perdería sentido.

Alter Yale tenía fe en Yale y el plan, y él creía que todo funcionaría bien, pero era imposible que pudiera estar seguro de cómo iría todo.