¿Weibo?
Fu Jiu se durmió tarde y se despertó tarde. Desde el momento en el que abrió los ojos, ella empezó a empacar y planeaba darlo todo de sí durante los entrenamientos.
Ella no tenía un Weibo.
¿Así que nadie podía etiquetarla?
Pero Fu Jiu podía notar que algo pasaba por la voz de Xue Yayao.
Ella agarró una laptop y la prendió.
—Primero, déjame que me haga una cuenta.
Xue Yaoyao estaba confundida.
—¿Hacerte una cuenta? No hace falta, el jefe Feng ya nos creó una a todos nosotros. Están todas conectadas a nuestros números de teléfonos y están verificadas, así que, Su Alteza Jiu, puedes directamente iniciar sesión en tu cuenta con tu número de teléfono. El jefe Feng te lo mandó.
Fu Jiu inclinó la cabeza al costado y miró la pantalla del teléfono.
—Hay un mensaje sin leer. Okey, te veo en el aeropuerto.
—Okey.
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