Lian Chengyu se desplomó en el suelo. Había vomitado la comida que había comido además de la sangre. Realmente estaba en un estado patético.
—El quinto crimen. Buscabas a las jóvenes de la tribu para que fuesen tus esclavas. No solo les robaste sus cuerpos, sino que también abusabas de ellas. Siempre codiciaste a mi hermana de quince años. La obligaste a entrar en una esquina, intentando hacerla caer bajo tus garras. ¡Esta vida es lo que debes a las jóvenes de la tribu y a mi hermana!
Lian Chengyu estaba tendido en el suelo con la cabeza hacia Yi Yun. ¡Yi Yun le envió una patada directamente a la cabeza!
"¡Peng!"
Con un ruido sordo, Lian Chengyu voló como una pelota y cayó hacia atrás antes de estrellarse pesadamente contra el suelo.
Después de rodar por el suelo varias veces, se tendió en el suelo con el cuerpo desplomado. ¡Sus huesos nasales habían sido completamente destrozados!
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