Debido al malentendido, Han Sen continuó desafiando el nivel evolutivo de Mano de Dios, pero estaba progresando poco incluso cuando usaba Piel de Jade.
Yang Manli se mostraba satisfecha con el desempeño de Han Sen. Él había terminado todas las tareas que ella le había asignado y los datos del entrenador de gravedad volvieron a ser normales. Ella pensó que era porque él había dejado de explotar la brecha, pero poco sabía que en realidad estaba aumentando la dificultad para que su resultado se viera normal.
Era casi medianoche y Han Sen era el único que quedaba en el gimnasio, jugando Mano de Dios. Había descubierto que el juego estaba casi diseñado para él.
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