El poder divino de tipo viento en su cuerpo se filtró dentro de Bloodviolet. De la nada, el borde de Bloodviolet se cubrió con un borde espacial fino, mientras que, al mismo tiempo, esa débil aura sangrienta comenzó a circular en la parte superior de Bloodviolet mientras dejaba salir sin parar un zumbido de espada parecido a un himno.
—¡Linley, detente, rápido, detente! —gritó Delia apuradamente.
Él inmediatamente dejó de usar su poder divino, girandose para mirar a Delia en confusión.
—Delia, ¿qué pasa?
Su rostro estaba pálido. Ella se quedó mirando a Bloodviolet en terror, diciendo con asombro: —Esa espada, ahora mismo...
—¿Qué pasó? Rápido, dime —preguntó.
El rostro de Delia lentamente volvió a su color normal, pero ella todavía tenía una pizca de miedo.
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