En una habitación oscura y secreta en el Edificio 33.
Hong Zhuang yacía desnuda sobre una mesa de operaciones mientras su cuello y extremidades estaban atadas. Había un joven en la habitación. Aunque llevaba un abrigo verde y la máscara cubría la mitad de la cara, todo el personal del Edificio 33 reconocía que era el subdirector, Wu Sheng.
—Una piel tan hermosa... es una pena que ahora sea inútil —Wu Sheng se puso un par de guantes mientras la acariciaba de su muslo hacia arriba—. Pero podría disecarte.
—¿Crees que puedes asustarme así? —frunció el ceño con una expresión insultante.
—No te estoy asustando. Sólo quiero ver cuál es tu respuesta cuando tus partes del cuerpo están siendo desmembradas una por una mientras estás despierta —deslizó el cuchillo de cirugía a través de su cuerpo suavemente desde su vientre a sus grandes pechos y se detuvo en su barbilla.
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