Provocando a Huo Siqian (7)

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Yang Meirong no pudo evitar reírse. —Porotito sí que tenía ocurrencias...

—Qin Mumu, ¿puedes por favor no usar esas tonterías para tratar de engañar a tu padre? Él todavía es bastante ingenuo y no ha descubierto tu verdadera esencia... ¿De verdad crees que es una buena idea inventar una excusa así, solo para que puedas comer lo que quieras? —Huo Mian le preguntó a su hija.

—Oh no... Mamá lo descubrió... Jaja... Solo bromeo con papá. No hay forma de que renuncie a mi felicidad tan fácilmente... No te preocupes, me aseguraré de mantener mi joven figura sexy.

Qin Chu estaba sin palabras.

Se dio cuenta de que se estaba haciendo viejo porque a menudo se encontraba incapaz de seguir la rápida lógica de sus hijas. A veces, ni siquiera sabía cómo responderles.

Cuando casi todos habían terminado de cenar, Pudín bajó las escaleras con una bata blanca de algodón.