—Estoy interesada, pero también sé que en esta vida nada es gratis... Primero dime qué quieres.
Huo Mian sabía que Jiang Ye no era solo una persona generosa que la ayudaría a derrotar a Huo Siqian sin siquiera pedir algo a cambio. Debía estar detrás de algo.
Como era de esperarse, Jiang Ye sonrió.
—Presidenta Huo, en realidad es una persona inteligente.
—No perdamos el tiempo. Dime lo que quieres y veré si puedo hacerlo.
—No te preocupe, sé que puedes. No soy una persona tan codiciosa.
—¿Cuánto quieres? —preguntó Huo Mian.
—Sé que eres rica, pero no quiero dinero.
—¿Entonces qué quieres? —Huo Mian lo miró con calma.
—Quiero acostarme contigo.
Una oración sencilla. Huo Mian no estaba sorprendida porque desde hacía mucho tiempo que sabía de las intenciones de Jiang Ye. Probablemente ya sabía la respuesta, así que cuando escuchó lo que pedía, no se sorprendió.
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