7 Zen: la singularidad de la vida

No saben cuánto odio que alguien interrumpa algo que realmente estoy disfrutando hacer, como cuando estás viendo una lluvia de meteoritos y llega tu padre a regañarte por haber destruido el juguete de tu hermano. ¡No todos los días se ven una lluvia de meteoritos!, ¡y no todos los día se saca valor para invitar a la mujer que te gusta a cenar! ...Justo cuando estoy disfrutando de una cena en compañía de Ashtaria, aparecen los Croolers para arruinarlo todo.

Vienen cuatros Croolers corriendo hacia nosotros, son de aspecto reptil, estatura promedio y sabemos que su piel verde es muy difícil de atravesar. Hace una órbita llegaron a Mikadea para robarnos una gran cantidad de materia prima y si ayer regresaron a nuestro planeta es porque saben que tenemos recursos valiosos, como por ejemplo las reservas que tenemos de oro.

—Kiharu, hace tiempo que no tengo un duelo cuerpo a cuerpo, ¡estoy emocionada! —sí, lo veo en sus ojos, brillan de emoción.

—¿Te aterra que los Mikadeanos destruyan la ciudad y no los Croolers?

Gira a verme y sonríe de forma aburrida.

—No voy a tumbar cabezas Mikadeanas.

—Entonces vamos, es hora de degollar Croolers —sonrío levemente y golpeo la palma de mi mano con mi puño.

Si quieres asesinar a un malvado Crooler, tienes que tumbarle la cabeza, la piel del cuello no es tan resistente como el resto del cuerpo.

Ahí viene el primer Crooler, le doy una de mis mejores patadas justo en el pecho, luego una patada derecha a la cabeza y este cae al suelo. Otros dos Crooler vienen hacia mí, salto sobre uno, caigo sobre sus hombros y le quiebro el cuello con un agresivo giro en su cabeza.

Volteo a ver cómo le va a Ashtaria y ella no está teniendo problemas, con gran soltura y con golpes precisos tiene a su oponente prácticamente acabado, tengo que aceptar que es buena en duelos cuerpo a cuerpo, justo acaba de terminar con la vida de un Crooler.

El otro Crooler que tenía cerca de mí me ha visto desprevenido y ha atacado por mi espalda, el golpe fue tan fuerte que me ha lanzado contra la pared de un edificio y me ha dejado algo aturdido, todo por andar distrayéndome y contemplando a Ashtaria, tengo que estar más atento.

Entre el humo y los escombros que dejé al estrellarme contra la pared, puedo ver la silueta de Ashtaria, está combatiendo a dos Croolers, necesito ir con ella y ayudarla.

Voy corriendo y saltando los escombros a gran velocidad, ahora son cinco contra Ashtaria, ella está en problema, la están golpeando demasiado.

—¡¡¡Ashtaria, resiste!!!

Necesito acabar con ellos rápidamente para salir de aquí, son demasiado para combatirlos solo nosotros.

—Ashtaria, voy a entrar en modo ataque, tú sigue en defensa —creo que Ashtaria se ha desmayado, no está respondiendo...

Mientras sigo corriendo hacia ella, mi traje va cambiando de color negro a color gris, es una armadura más delgada y desde ella puedo crear armas sumamente afiladas y resistentes.

En mi brazo derecho empiezo a crear una larga extremidad y como si usara un látigo he degollado a dos Croolers en un único ataque, saco otra extremidad de mi otro brazo y perforo el cuello de otro Crooler, ya son tres Croolers menos.

Otro Crooler me ha atacado y al parecer tenía con él una daga, siento su filo en mi costado.

Mientras ese Crooler me tortura con su daga clavada en mí, otro se me para enfrente y con un buen puñetazo me golpea en la cara, fue un gran golpe pues me ha hecho caer al suelo... desde aquí y con mi rostro sobre la calle puedo ver que Ashtaria está despertando, ok... veo a dos Ashtarias y ahora siento que alguien me está moviendo el suelo... realmente me estoy mareando.

Los Crooler están hablando entre ellos, no entiendo su lenguaje, lo que sí comprendo es que justo ahora se están riendo de nosotros.

—¡Vengan a aquí, malditos!

Ahí vienen y yo sin poder levantarme... Tengo a un Crooler frente a mí y está a punto de acabar conmigo, creo que mi historia llega hasta aquí...

Algo acaba de salpicar mi cara... es sangre de Croolers.

—¡Aasshh…!, ¡qué asco! —digo con un rostro repulsivo.

El Crooler acaba de caer muerto sobre mí, y atrás de él esta Ashtaria en modo ataque.

—Agradéceme luego— me ha guiñado un ojo mientras sonríe.

—¡Ashtaria, cuidado!

Ashtaria, tu rostro es una mezcla de dolor y socorro, no me va a alcázar una vida para poder borrar esa expresión de mi mente, va a doler vivir recordándote así.

Estoy que no puedo levantarme del suelo, mi cuerpo está temblando y nada en mí reacciona... Tengo a Ashtaria frente a mí con un enorme punzón que le atraviesa desde la espalda hasta su pecho y estoy enloqueciendo... sí, definitivamente estoy enloqueciendo.

Estallo de rabia y dolor, grito al cielo tan fuerte que dejo escapar todo mi aliento junto a mi alma.

De mi traje he creado cinco armas en un solo momento, dos que están en mis brazos y tres salen de mi espalda. Con mi brazo izquierdo tumbo la cabeza de ese Crooler y para intentar calmar mi furia empiezo a punzar la cabeza del Crooler con mis cinco armas hasta que no quede ni un solo ceso visible... seguí haciéndolo por un buen rato, ya no queda nada y aun así siento la necesidad de seguir perforando el suelo, es que siento mucha ira dentro de mí, aún siento que tengo que rebanar muchas cabezas para vengarla, pero caigo en cuenta de que necesito llorarla un poco más y me detengo.

Agarro su cuerpo y me oculto de todo. No está respirando y su corazón ya no está latiendo.

Y entonces...

La tristeza me desploma...

Es tan agonizante dentro de mí, solo me queda dejarme llevar por la devastación que ha estado en aumento, dejo salir todo este dolor en forma de llanto... pero aun así, siento que llorar no basta para aliviar mis tristezas y sin poder contenerme varios grito salen de mí disparados con el poco aliento que tengo, gritos que hacen compañía a mis lágrimas... aun así me siento ahogado y en abrumadora agonía.

Por favor...

Regresa...

Por favor... no me hagas esto.

—Por favor...  no, Ashtaria, ¡no me hagas esto…! ¡No…! —le hablo a su cuerpo sin vida y con ella en brazos caigo de rodillas sobre el suelo.

«Ashtaria, no me había dado cuenta que ya estaba abrazando tu cuerpo... te abrazo tan fuerte como si aún no aceptara que ya te perdí, estoy tan destrozado que siento que me está costando respirar. Si pudiera, justo ahora, te daría mi vida solo para que regreses, aunque eso resulte el no estar aquí para volver a verte».

—Regresa, por favor.

De repente todo se ha vuelto extraño... ¿Qué está pasando…?, ¿por qué no escucho nada?, ¿será que mi tristeza me ha dejado sordo?

Esto es muy perturbador, el polvo en el aire no se mueve y justo acabo de chocar con un pedazo de piedra que está flotando en el aire, la estoy tocando y la puedo mover, pero no cae.

Puedo ver algo muy brillante... se viene acercando... ahora que está más cerca, puedo notar que tiene una silueta muy parecida a la mía, es un ser completamente de luz, no tiene rostro y no le tengo miedo.

—¿Qué cosa eres?, ¿acaso eres el creador de todo? —le pregunto al ser extraño.

—Soy solo una parte de él —me ha respondido.

¿Qué es lo que está pasado? ¿También estoy muerto?, ¿será que estoy aturdido y estoy soñando?

Esa cosa me ha hablado y sé que no entró por mis oídos, solo se ha filtrado por mi cabeza como si fuera telepatía.

—Soy Zen, una singularidad de la existencia, la singularidad de la vida misma. Estoy aquí porque tus deseos y tu fe son muy fuertes como para poder ser ignorados. Tu mente ha alcanzado un nivel asombroso, tu alma es tan noble y pura que ahora has sido elegido para portar el poder de mi singularidad.

—¿Singularidad de qué? ¿Elegido para qué? Te digo que no entiendo nada.

—Ven, acércate  —me dice telepáticamente.

Voy caminando sin miedo... y es que sinceramente quiero ir y tocar su luz, desde hace un rato que me atrae mucho.

—Kiharu, dame tu mano derecha.

Sin dudarlo y sin poder resistirme, extiendo mi mano derecha hacia él, luego de eso, Zen junta su mano derecha con la mía.

—El poder que reposará en tu mano derecha permitirá que el cuerpo de cualquier ser vivo envejezca más rápido, mientras más tiempo esté tu mano derecha sobre un cuerpo, más viejo será, todo en él envejecerá, sus órganos y su mente, incluso hasta llegar a la muerte —me ha empezado a explicar algo de un poder.

Este poder es muy fuerte y cálido, me gusta cómo se siente. Ahora me está pidiendo que extienda mi mano izquierda, yo le extiendo mi mano y las juntamos nuevamente.

—El poder que reposará en tu mano izquierda permitirá que cualquier ser vivo rejuvenezca más rápido, mientras más tiempo esté tu mano izquierda sobre un cuerpo, más joven será, todo en él rejuvenecerá, sus órganos y su mente, incluso hasta llegar a su muerte.

Zen ahora me pide ambas manos, él junta mis manos con las de él y continúa diciendo:

—Tu poder será tan grande que, al tocar un cuerpo con ambas manos, podrás obtener su vida y materializarla en forma de energía, a esta energía se le llama Zenfrex y tiene el poder de evolucionar las mentes, también puede dar y quitar vida.

A mí todo esto me parece una locura, pero siento que debo de creerle.

—Ahora... lo que te voy a explicar es muy importante, presta atención y no lo olvides: El Zenfrex se puede obtener de cualquier cuerpo vivo o muerto, este Zenfrex es beneficioso para la evolución de la vida, un ser vivo que consuma del Zenfrex puede aumentar su nivel evolutivo de forma inmediata.

»El Zenfrex se obtiene de un cuerpo vivo y podría ser utilizado para revivir a un cuerpo muerto.

»Al extraer el Zenfrex de un ser con vida, este morirá inmediatamente.

»Si obtienes el Zenfrex de un cuerpo con vida, este morirá inmediatamente.

»El Zenfrex tendrá dos estados, Zenfrex verde y Zenfrex maduro.

»El Zenfrex que es recién drenado de un cuerpo estará en estado verde, para que el Zenfrex tenga efecto deberás esperar a que este madure, un Zenfrex demora en madurar unos 30 días Mikadeanos.

—¿Estás diciendo que me das la oportunidad de revivir a Ashtaria?

Estoy por creer que todo es parte de una broma o es que... ¿todo esto es cierto?

—Podrás comprobarlo por ti mismo, sé que he dejado el poder con alguien responsable, confío en ti, Kiharu.

De repente la roca que estaba flotando cayó al suelo y  regresa a la normalidad. Zen a desaparecido y ya puedo escuchar hasta el más mínimo sonido, en este caso, las explosiones y los gritos de los Mikadeanos.

Antes de que vengan más Croolers, necesito comprobar si realmente puedo revivir a Ashtaria, pero no quiero matar a alguien inocente, no tengo el coraje, nunca pensé en hacerlo y sabía que nunca llegaría a pasar.

Pero ahora tengo la oportunidad de regresarle la vida a alguien importante para mí. Dicen que uno hace locuras por amor, ya empiezo a entender lo acertado de esa frase. Ahora que tengo el cuerpo de Ashtaria sobre mis brazos, siento que necesito volver a ver su dorados ojos y esa sonrisa que ilumina aun en la más espesa oscuridad.

¿Será que afectará en algo el tipo de vida que escoja para Ashtaria? Darle la vida de un inocente o la de un criminal... no quiero a una Ashtaria villana, no se... ya me está dando miedo.

¿El tiempo de vida es algo que tengo que tener en cuenta? Si obtengo la vida de un anciano o alguien que está próximo a morir, puedo regresarla a la vida pero… ¿le duraría poco?

Ese Zen no me explicó muchas cosas y ahora tendré que descubrirlo por mi cuenta.

Talvez pueda tomar la vida de un criminal, o mejor aún... tomar la vida de un Crooler, es que no me atrevería a matar a un inocente. Veamos qué pasa.

Voy a dejar el cuerpo sin vida de Ashtaria justo aquí, donde nadie podrá encontrarla. Necesito encontrar a un Crooler que esté apartado del resto para poder atacarlo.

Ok, desde aquí puedo ver a uno... al parecer ha asesinado a un Mikadeano, odio ver como disfruta destruir su cuerpo.

Voy acercándome de forma cautelosa, aún no se ha dado cuenta de mi presencia. Ya estando cerca, corro y me le lanzo encima de él. El Crooler está luchando para sacarme de encima, pero yo estoy bien agarrado de su cuerpo, ya tengo mis 2 manos encima de él y puedo sentir como una energía es almacenada en mis manos, poco a poco el Crooler va perdiendo fuerza pero aun así sigue resistiéndose. Salto de encima de él y le doy un derechazo dejándolo tambaleante, vuelvo y pongo mis dos manos sobre él para seguir drenando, y finalmente este cae al piso.

«¿Realmente esto está pasando?».

Mis manos están calientes y están rodeadas de una luz verde neón, solo con pensarlo hago que esa luz se materialice y salga a flote sobre mis manos.

Ahora voy corriendo a buscar el cuerpo de Ashtaria, llevo conmigo el Zenfrex, de seguro puedo revivirla tal como dijo Zen.

Me acerco al cuerpo de Ashtaria, y lo único que se me ocurre es poner el Zenfrex sobre el cuerpo de Ashtaria y empujarlo hacia dentro de ella. Sorpresivamente ha funcionado, solo es cuestión de esperar que ella despierte.

«¿Será que vas a regresar a la vida…? Despierta y mira como me tienes, estoy que sudo de puro nerviosismo».

«Por favor, regresa».

avataravatar
Next chapter