6 Una cena caótica

Veamos qué tipo de pregunta tiene Handul para mi padre.

—Padre, supongamos los siguiente: Estamos en un Tiakam que es habitable para cualquier Mikadeano, el agua se puede tomar, podemos respirar sus aires y comer sus frutos. ¿Si llegáramos a encontrar vida con bajo nivel evolutivo... ¿podemos exterminarlos? Podríamos quedarnos con su planeta y habitar Tiakam. La gigante roja ya dejaría de ser un problema para los Mikadeanos.

De repente, todos han empezado a hablar. Unos parecen estar a favor de esa idea, otros solo nos quedamos callados esperando que mi padre responda.

—Definitivamente no, eso que sugieres está por debajo de mis principios como ser vivo que ama la vida misma —mi padre responde de forma contundente—. No vamos a arrebatarle el derecho de vivir y avanzar a seres que aún están iniciando una etapa evolutiva. Nunca en la historia un Mikadeano ha invadido un planeta a punta de muertes.

»Ahora... si resultara que el planeta está deshabitado y para nosotros es habitable, sí podríamos aceptar la idea de llevar a todo Mikadea a Tiakam.

»Ahora, voy a mencionar los equipos que le corresponderá a cada uno en Tiakam... —Handul se ha quedado callado y con cara de que no aceptó muy bien esta respuesta—.  Equipo de construcciones y estudios del suelo, líder Polh, vas a estar encargado de las construcciones de los asentamientos y granjas de cultivos.

»Equipo de astronomía y meteorología liderado por Ashtaria, este equipo va a estudiar el clima y sus pronósticos.

»Equipo de Defensa, liderado por Handul, velará por la seguridad de cada asentamiento.

»Equipo de Salud, liderado por Neefar, aparte de dar servicios médicos, también van a colaborar con los análisis ambientales y cultivos. Neefar y su equipo dará el reporte final de que cosas pueden perjudicar la salud de los Mikadeanos en Tiakam.

»Equipo de tecnología industrial, el líder será Brawn, se encargarán de construir las maquinarias de perforación y demolición. En caso de emergencia, también tienen permitido construir nuevas armas.

»Equipo de Naves Mineras. liderado por Kimku. Tú deber asegurar que los recursos pasen de las naves mineras a los almacenes de la nave nodriza.

»En la Nave nodriza va a estar el Capitán Yazu, él nos llevará  hasta Tiakam y también será el encargado de que la nave nodriza lleve las reservas a Mikadea.

»Y para terminar, equipo de exploración, liderado por Kiharu, van a explorar el planeta en busca de seres vivos y rarezas.

»Con estos equipos vamos a trabajar en Tiakam, cada uno es experto en su área, seamos cautelosos ante lo desconocido y de encontrar vida, respetémosla.

Después de unas palabras más, terminó la reunión, y como ya estaba por acabar el día, algunos iban de regreso a casa o hacer algunos otros asuntos personales, y Handul... él viene caminando hacia acá con palabras dentro de su boca, viene a escupirlas sobre mí.

—Hermano, que suerte tienes, te tocó un trabajo muy suave y que solo pueden realizarlo los débiles, prácticamente solo deber pasear por Tiackam y tomar evidencia de lo que ves.

—No creo que sea un trabajo para débiles, sabes que te hago buena lucha en combate.

—Pero nunca me has ganado.

—Porque no quiero que entres en estado de depresión, hermano. Eres muy orgulloso como para hacerte perder.

—Que mal perdedor eres, Kiharu. Mira las cosas que inventas solo para justificarte —me lo dice con una sonrisa cínica.

Handul después de decirme eso levantó su brazalete, activó un portal y desapareció con él. Ahora la bella Neefar se ha parado al lado mío.

—Kiharu, yo pienso que tu equipo es el más importante que puede tener la expedición. No hagas caso a las estupideces de Handul —ella es muy considerada.

—No te preocupes, ya es normal que mi hermano siempre quiera fastidiarme. Ya ni me afecta.

—Bueno... ya me dispongo a ir a mi casa, ¿por qué no vienes y me acompañas a cenar?, hoy me pasé en las porciones e hice de más —se nota que tuvo que sacar valor para invitarme, esa timidez la hace ver muy tierna.

—Oh... lo siento, Neefar, ya tenía planes.

Sin darme cuenta, Ashtaria aparece por mi espalda. —Kiharu, ya estoy lista para salir, me avisas cuando nos vamos.

—¡Ah!, oh, ok, vayámonos ya. Te pasaré las coordenadas para que actives el portal.

—Ehmm... yo igual me voy, nos vemos mañana —se despide Neefar.

—Adiós, nos vemos —Ashtaria responde con una agradable sonrisa.

Y así Neefar abre su portal y desaparece.

—Te espero en el sitio, Kiharu —seguido de decirme eso, Ashtaria abre el portal, me sonríe, y bajo la noche desaparece.

Al atravesar mi portal, llego al portal principal del restaurante, ahí me está esperando Ashtaria, ya la puedo divisar, está recostada a un lado del portón metálico que está en la entrada principal del restaurante. La débil brisa le está moviendo sutilmente su lacio y sedoso cabello plateado, acicala un perfecto flequillo que alcanza la parte inferior de sus cejas y lleva puesto una blusa negra, una oscura minifalda de color gris y una translucida túnica de un rojo vino que llega hasta sus caderas, no es la misma que llevaba en el parlamento, creo que hizo cambios en su nanotraje antes de que yo llegara... Se ve hermosa.

Qué mejor forma de terminar el día que con una cena en el mejor restaurante de la ciudad acompañado de Ashtaria.

—Ya estoy aquí —es mi forma de saludar a Ashtaria.

—¿En serio?, ¿estás seguro que estas aquí y que no me has dejado plantada? —aun cuando es sarcástica es linda.

—Bueno, creo que no soy una proyección astral, ¡je! —trato de ser chistoso.

—Mejor entremos al restaurante —lo dice mientras se ríe de mí.

Nos dirigimos a la mesa que reservé y luego nos sentamos en las sillas. Automáticamente sobre la mesa se muestra un holograma táctil que muestra el menú, no solo muestra el precio y los ingredientes, sino que también te permite sentir el olor y probar pequeñas porciones del platillo debido a las partículas saborizadas que se levantan junto a la proyección.

—¿Ya sabes que pedir, Ashtaria?

—¡Ujum! Esta carne sabe muy bien —lo dice mientras prueba la carne.

—Para tomar te recomiendo una botella con jugo de frutas, es riquísima.

Hago la orden seleccionando desde el menú, este desaparece y en unos diez minutos nuestros platos y la botella sale desde el interior y centro de la mesa.

Su delicadeza al comer me tiene cautivado, su mirada en ciertos momentos me atrapa, estoy disfrutando esto como no tienes idea, podría quedarme aquí sentado, solo viéndola toda la noche.

—Kiharu, te agradezco la invitación, este lugar es hermoso, he quedado fascinada.

—Sí, yo también estoy fascinado —estoy muy sonriente.

—¿Verdad que sí? —ella igual me está sonriendo—. Esto es tan elegante, tan perfecto.

—Prometo invitarte una segunda vez.

—¡Genial! —se ve felizmente sorprendida—. espero y cumplas tu palabra. Definitivamente tengo que regresar aquí, estaré esperando esa invitación... ¡Es que incluso la comida!

—Dalo por hecho —le sonrío algo atontado.

Justo cuando estoy por dar mi primer bocado, veo como un misil pasa en la distancia, cae no muy lejos del restaurante y explota de forma descomunal. La onda expansiva del misil destruye hasta dos locales de enfrente y en el restaurante todos los vidrios del local se rompen. La cantidad de humo empieza a asfixiando, necesitamos sacar a todos los Mikadeanos de esta zona y saber que está pasando o quién nos está atacando.

—¡Ashtaria!, ¿estás bien?

—¡Sí, necesitamos salir de aquí junto con toda esta gente!

Sin pensarlo mucho y con claro instinto activamos el modo defensa de nuestros nanotrajes... Y aquí estamos, cubiertos de esas partículas de metal por segundo día consecutivo, el caos continua y presiento saber quiénes son los responsables.

Al salir del restaurante y haber evacuado a los ciudadanos, veo que en el nocturno cielo aparecen las flotas de la armada que lidera Handul. También estoy viendo otras naves que no me son desconocidas, de ellas están saliendo unas naves más pequeñas, se están desplazando a una gran velocidad.

—¡Kiharu, nuevamente los portales están fuera de servicio!, ¡deben estar saturados!

La miro fijamente a los ojos y comprendo que necesito protegerla, así que le sujeto de un brazo mientras le empiezo a hablar.

—Es hora de salir de aquí, vamos con la fuerza armada, es mejor estar juntos.

Empezamos a correr entre el caos y si alguien nos necesitaba nos deteníamos para ayudar.

—Kiharu, no creo que estén por irse pronto —lo dice mientras observa el oscuro cielo.

—Sí, tienes razón, creo que dentro de poco entraremos en modo ataque... Míralos, están empezando a saltar de las naves.

—Sí... ya puedo reconocerlos. Después de tanto tiempo han regresado —ha ceñido su entrecejo y apretado los puños, clara señal de que se está preparada para entrar en batalla.

—Sí, son los Croolers —le respondo mientras veo a los Croolers caer parados sobre las calles.

avataravatar
Next chapter