1 El mundo de los vampiros I

Este abre un portal frente a él y dice

Voz del dios Invidente: niña de nombre Zafiro, esos portales aún no son adecuados para ti, este que está en frente de mi te guiará a eso que luego desearas.

Sabía que me daba una pista y un consuelo de que luego los volvería a ver, le dije que estaba bien y que iría allí, le sonreí a Manuel y me despedí de el dios allí y dije

Yo: vamos Manuel.

Por alguna razón el portal se expande un poco mas y nos deja entrar a ambos.

Entramos al portal y apenas empezaba el atardecer, vimos un enorme castillo y vi que estábamos algo lejos de los árboles y es donde pienso que este es mi fin ya que no veo nada blando para caer así que cierro mis ojos mientras pido caer en algo blando. Cuando oigo una voz con acento inglés preguntarme

Hombre misterioso: ¿Estas bien?.

Respondo sin abrir los ojos: no se, creo que estoy muerta.

Este ríe un poco y luego dice en tono serio: con eso no se debería jugar, abre los ojos.

Al abrir los ojos y ver como un hombre blanco, de ojos Ruby y cabello castaño con una barba baja me cargaba, me apeno toda y antes de abrir la boca oigo la voz de una mujer que trae en brazos un Manuel desmayado y dice

Mujer misteriosa: no hubiera sido mejor un portal de tierra y no aire -mientras me ve confundida-.

Como puedo me disculpo con ambos y le explicó lo del portal, estos sonríen y dicen que es primera vez que alguien aparece en un portal de aire, nos invitaron al castillo, era algo iluminado y grande, me contaron qué allí vivían más de 50 personas, a veces sólo habían 30 o 20 ya que los demás estarían en otros mundos haciendo deberes; Curiosa quise preguntar pero imagine que todo a su tiempo.

Pasaron 3 años y ya iba para mis 15 años, Paula y Jack me adoptaron como su hija, Paula es de descendencia Latina y Jack era Inglés, se conocieron hace años y por cosas de la vida en un accidente y no querer morir se dejaron transformar, ellos tenían una regla irrompible no transformaban a nadie a menos que estuviera al borde de la muerte y este lo pidiera, no les gustaba la sangre humana, aunque si tomaban sangre.

Conocí a varios países de muchas épocas desde el de mi madre biológica hasta de uno futurista, cada quien tenía su cuarto decorado a su manera y eran muy respetuosos en la privacidad, Jack era muy conservador de hecho si fuera por el viviría con vestido ancho y tapada, Paula era más liberal de jeams, camisa ligera, zapatos deportivos, así que poco a poco perdí la pena, ya que cada uno vestía a su manera; habían muchos de países extranjeros, aprendí varios idiomas, costumbres, muchas cosas modernas y algunas las probé de un anime llamado Air Gear donde son unos patines que puedes hacer algo de parkour y no caes tan rápido al suelo.

Claro eso lo probé lejos de Jack sino el sermón hubiera sido enorme, habían creado una sala donde tu oías todo en tu idioma es decir, yo podía hablar francés y alguien que no lo hablara me oiría en su idioma, fuera español, árabe, chino, japonés, etc.

En mis 15 hubo concierto en vivo de muchos fans de grupos musicales, me los disfrute por todo lo alto, cualquiera que me conociera pensaría que tuve una infancia feliz, pero siempre que veía los brazaletes sabía que no, pero mi adolescencia si que lo fue, como ya había confianza les pregunté por los portales prohibidos, me dijeron que cada portal era una llave pero no todas se abrían para cualquiera sino cuando la puerta viera que era el momento de ser abierta por esa persona.

Manuel había sido adoptado por otros vampiros y su padre Ideki le enseñó su mundo y allí lo entreno en la defensa, era un antiguo Guerrero ninja donde a cierta edad le daban la espada familiar y siguiera con el nombre del padre, Ideki me acordaba mucho a un guerrero llamado Kurogane del anime Chronicles Tsubasa, fue un excelente anime, aunque difícil de entender.

Manuel se volvió un excelente espadachín y su madre Camila una hermosa Italiana estaba orgullosa de el. Yo estaba feliz de que tenía tiempo sin pesadillas ni sueños curiosos pero presentía que eso no sería para siempre.

Una tarde me desperté con dolor de cabeza y como hacia cuando niña que no podía dormir iba por leche, así que baje a la nevera y la puse a calentar mientras abría el cajón con mi nombre y sacaba algo de comer, vi unas galletas y las agarre para comerlas tranquilamente, no me percaté de la presencia de Manuel que observaba lo que hacía, aunque en parte le agradezco que me espiara ya que en ese momento tuve una curiosa visión veía una hermosa llave con unos tréboles en su base y veía la puerta como brillaba y se abría y cuanto me iba a asomar oí la voz de Manuel llamándome; casi quemaba la leche y activo la alarma de incendio, Manuel de un golpe apagó todo y me llevo casi que cargada al sofá y me acostó con la cabeza en su hombro.

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