La verdadera dueña de la tarjeta

Yvonne nunca había considerado que la tarjeta fuera robada a alguien más.

Después de todo, era imposible que Nora hiciera algo así cuando ya tenía a Justin. Lo único que pensó fue que se había producido un problema con su puntuación de crédito.

¿No había mucha gente que no pagaba las facturas de sus tarjetas de crédito después de usarlas? Eso ya era bastante embarazoso.

Inesperadamente, tan pronto como el pensamiento se formó en su mente, el gerente dijo con entusiasmo: —¿De qué está hablando, señor Smith? ¿Arresto? Sólo queremos invitarle al banco como invitado. ¿Por qué íbamos a arrestarle?

Sus palabras hicieron que la sala se callara por un momento. Yvonne, desconcertada, le miró incrédula.