1 Baum 1

Tres golpes sonaron, luego un pequeño silencio, un forcejeo se escuchó y la puerta se abrió, Baum que había despertado por los golpes fingió seguir dormido Maldita sea, para que tengo una puerta con cerradura si cualquiera puede abrirla, se escucharon unos pasos cruzar la habitación hasta la ventana del cuarto y abrió las cortinas, la tenue luz del exterior entro a la habitación Si crees que con eso me levantare no me conoces, otra vez pasos y esta vez se detuvieron frente a su cama. Baum estaba expectante por como lo iba a intentar levantar esta vez, de pronto una fuerte luz apareció en la habitación, Baum sintió esta luz aun con sus ojos cerrado, ya se sabia esta y esta vez si que iba a luchar, pero la luz se apago y se escucho un suspira de mujer.

- Señor se que esta despierto, tengo un mensaje de su padre – Baum se levantó en el acto y miro a Marie sorprendido, el mensaje debe ser por su mayoría de edad, Tampoco vendrá a este, con bostezo de por medio Baum contesto.

- Dámela la leeré ahora – Marie le paso carta con una ligera sonrisa, Baum con un gesto la abrió y empeco a leer el contenido, aunque sintió que algo malo había con la sonrisa de Marie.

"Hola hijo, me dirijo a casa, al momento de que te llegue esta carta ya habrá terminado mi visita en la capital, pronto es tu mayoría de edad, te mando esta carta para desearte feliz cumpleaños 17

PD: si no llego a tiempo dile a Marie que te pase la otra carta

Atentamente Notios Herrero"

- Aquí mi padre habla de otra carta ¿dónde está? – demando Baum mirando a Marie, no le sorprendió la brevedad de la carta.

- Lord Herrero, también me dejo un mensaje, me informo que hacer con la segunda carta – declaro Marie mientras caminaba a la puerta, se colocaba a un lado y acomodaba su traje de sirvienta este compuesto de un vestido negro, un delantal blanco con correas una banda blanca en su cabeza que sujetaba su pelo en un moño. La inquietud de Baum incremento ¿Qué horas eran?, Marie volvió a mostrar una ligera sonrisa esta mayor que la anterior, haciendo que se marcaran unas cuantas arrugas. Marie es una mujer de unos 50 años aproximadamente, su pelo cano manchado aun con unas manchas negras estaba amarrado por su banda, su rostro era la viva imagen de la Serenidad y firmeza, si no tuviera su traje cualquiera pensaría que era la señora del lugar. Baum se sentía inquieto por su sonrisa, así que pregunto la idea que lo venia molestando.

- ¿Qué hora es? – dijo con cierto temblor en la voz, la sonrisa de Marie se marcó más, Baum tembló ante esa sonrisa y ella le respondió con su cara seria, pero su tono la delataba.

- Señor, en vez de preocuparse por la hora, mejor no haga esperar al señor Towers, sabe que no le gusta que lo hagan esperar – Baum casi salto de la cama, Marie chasqueo los dedos y otra sirvienta entro con la ropa necesaria, una camisa blanca y unos pantalones grises, pesco la ropa y la sirvienta se retiró, Baum se colocaba la ropa lo más rápido que podría, Marie con los ojos cerrados seguía al lado de la puerta, miro a la venta y debían ser las 7 y algo Me va a matar, Baum se miró en el espejo y vio un joven blanco de ojos oscuro y de pelo largo aún más oscuro, alto , todo heredado de su difunta madre.

- ¿Por qué no me despertaste antes?, sabe que ahora me va a matar – dijo Baum que ya empezaba a sentir el sufrimiento que se le venía, ella respondió.

- Como mañana es su cumpleaños, pensé en dejarlo dormir señor, pero vi al Sir Towers y le pregunté sobre las lecciones de hoy me dijo que esta sería su regalo - Baum no pudo evitar sentir escalofríos. Se termino de vestir fue a su mesa de noche agarro su espada que aun estaba en su cinturón y se dispuso a salir.

-Señor sus botas – Baum paro en seco, miro sus pies y si no tenia las botas puestas, miro rápidamente en su habitación y estaban a pie de su cama.

- maldición – mascullo.

Baum trotaba por el pasillo del segundo piso de su casa, bajo por la escalera mas cercana que era la izquierda de la casa y bajo tan rápido como pudo, se lanzo por las escaleras, llego al primer piso que esta como 3 metro abajo, la sirvienta de antes pego un grito, pero Baum la ignoro y salió corrió por el pasillo hacia la puerta que daba al patio trasero, mientras lagrimeaba de dolor por la caída. Esquivo algunos sirviente y finalmente llego al patio este era un lugar espacioso, un camino de piedras lleva al centro donde había una circunferencia de unos 4 metros que dada a 3 caminos aparte, a la izquierda uno de los caminos acaba en tierra, ya que por ese lado entraban los carros, el del medio llevaba un gran casa, más pequeña que la mansión, en esta vivían los sirvientes, a la izquierda de esta se encuentra el corral donde se dejaban los caballos y carruajes, el camino de la derecha lleva al almacén, todo esto sobre pasto y rodeado por un bosque.

Un hombre estaba parado en el centro, bañado por los pocos rayos del sol naciente, este hombre tiene 47 años, calvo y su cara es la de quien ha luchado en bastantes batallas, portaba dos espadas de romas y una espada guardada en la funda de su cinturón, iba vestido con unas botas negras acompañados de un pantalón azul marino y una chaque del mismo color, esta llegaba un poco más arriba de las rodillas y se cerraba por una serie de botones dorados en la parte del tronco, dejaba libre la parte inferior, tiene algunas decoraciones doradas en muñecas y cuello, se dio cuento de la llegada de Baum y se inclinó ligeramente para saludarlo, él es Sir Dastos Towers.

- Buenos días, Señor Heureruo, llega 15 minutos tardes – declaro y miro a los ojos a Baum -ya sabe lo que significa Señor - Sir Towers no tenía cara de muchos amigos. A Baum se le escapo una sonrisa, por como Towers pronuncio su apellido, está acostumbrado a que mencionaran mal su nombre, pero no podía evitar que se le escapara una sonrisa, Baum también se inclinó ligeramente.

- Buenos días, Sir Towers mañana es mi cumpleaños ¿no podemos descansar hoy y mañana? – al escuchar esto a Sir Towers se le fruncieron las cejas.

-Señor Heureruo, sus enemigos no van a detenerse porque mañana sea su cumpleaños, ni esperaran que se despierte para matarlo – Baum soltó aire exasperado y negó con la cabeza.

- ¿Qué enemigos tengo yo?, vivo en el culo del mundo, lo más interesante que pasa aquí es cuando se rompe la rueda de un carro en el pueblo, detengamos está perdida de tiempo, tampoco creo que gane ese torneo– expuso Baum, él no quería seguir con esta estupidez, Sir Towers suspiro y negó con la cabeza.

- Señor, pasando del tema de los carros – ahora miro con más firmeza a Baum haciendo que este sin querer se pusiera más serio y se acercó– Mire puede que no hoy, ni mañana, ni pasado, necesite pelear, y espero por el Protector que nunca, pero puede que un día necesite defender su vida y aun mas puede que un día necesite defender la vida de sus seres queridos, ese día agradecerá estas lecciones y le juro que vendrá arrodillado a agradecerme por haberle enseñado – hubo un silencio, la mirada de Towers mientras hablaba a veces parecía perderse en su recuerdos – Bien – corto el silencio – Empecemos con la lección.

- Entendido – dijo rendido Baum, Sir Towers empezó a tomar distancia entre ellos.

- Le felicito, hoy vino con su espada, parece que escucha mis lecciones, colóquese su cinturón y tome – le lanzo una de las espadas romas, que Baum agarro en el aire – hoy practicaremos defensa – se puso en postura y ataco.

Rechazo el ataque con una mano y pego un salto para atrás, Maldito viejo ¿traigo la espada para esto?, tiro la su espada aun lado, se puso a la defensiva y Towers ataco, Baum rechazaba los ataques sin muchos problemas, Towers hiso un ataque ligeramente más amplio, Baum ataco, pero recuerdos de palizas llegaron a su mente y retrocedió.

- Bien joven, parece que aprende - tomo una gran bocanada de aire y parecía concentrarse, Baum sintió como Towers hiso una corriente de flujo hacia él, como si hubiera una fuente con agua e hicieran un oyó en la parte de abajo, Baum entendió que estaba haciendo y él también lo hiso, se abrió al flujo, lleno sus músculos con él, Towers volvió a atacar y Baum se defendía, se estaba hartando, detuvo un golpe y de una maniobra ataco, con un pequeño movimiento Towers esquivo el ataque, se acercó y con un puñetazo golpeo a Baum en el costado, este salió volando un metro hacia un lado y quedo tirado en el suelo, el golpe dolía como si se hubiera roto todo, suerte que Baum alcanzó a concentrar flujo en su costado, sino seguro hubiera muerto, Maldito viejo, me quieres matar - Señor Herueruo, no deje que sus emociones lo dominen, levántese - Baum se levantó y siguió con el entrenamiento.

La lección fue dura, las lecciones de defensa consistían en detener ataques, contratacar y moverse por el terreno, cuando Baum lanzaba un contrataque, Sir Towers lo golpeaba con la espada y luego le decía sus errores, nunca podía golpearlo, pero que más podía hacer Baum, Sir Towers amigo de su padre, era un reconocido caballero, que se ganó un nombre en las batallas de Fuerte Lunin, uno de los mejores caballeros del reino.

Baum estaba sudando a mares, tirado en el pasto mirando al cielo mientras intenta recuperar el aliento, el maldito Towers esta como si nada parado en centro incluso después de 4 horas, como maldecía estos entrenamientos, terminaba todo sudado y no podía devolver ningún golpe – ¿He mejorado Sir? – exhaló, Towers lo miro lo pensó unos segundos y dijo.

- Ha mejorado Señor, tiene un talento interesante con la espada, pero tiene mucho que mejorar, si lo vemos desde que llegue aquí ha mejorado gran medida, incluso lo llamaría prodigio – Esas palabras impactaron enormemente a Baum, nunca le había dicho eso, siempre se refirió a él con que tenía que mejorar y en los días malos le decía que no tenía talento, Baum se puso a pensar por que lo diría, mientras estaba en eso, Sir Towers volvió a hablar – Levántese – le ofreció la mano para ayudarlo, Baum la pesco y se paró, le dolían todo el cuerpo – Creo que ya se habrá dado cuenta, pero ya casi han paso 6 meses y mi tiempo aquí ha llegado a su fin – Baum lo pensó y era verdad, Sir Towers llego hace 6 meses para trabajas como su maestro de la espada durante medio año, para preparar lo para el torneo de los Anglerson que se disputara en más de un mes, pero aún faltaba unas semanas para que acabara el trato con su padre.

- ¿Se ira antes por mi cumpleaños? – Bromeo Baum, mientras se quitaba sudor de la cara, Towers sonrió, esto volvió a impactarlo, casi pensó que estaba en un sueño o tal vez en una pesadilla.

- Los salvajes en el sur están inquietos este último mes, mi familia me pide volver y responderé – dijo Sir Towers con un tono triste – Como faltaba poco para su cumpleaños he atrasado mi partida, aunque esta tradición de su familia me parezca una…. Pérdida de tiempo – Baum sabía que evito decir Towers y sonrió.

- Supongo que gracias Sir Towers – este sonrió – ¿Se marchara mañana? – dijo mientras seguía quitándose el sudor, Maldito verano.

- Si partiré con las primeras luces, ¿espero poder despedirme de usted mañana? - Baum asintió, ¿por qué no? tal vez sea la última vez que vea a este viejo. – Debido a que estoy por irme, le daré esto – hiso una señar y una sirvienta se acercó con un par de guardabrazos que se veían muy caros, este era negro con diseños plateados – Mi padre me dijo que un Caballero debe hacer dos cosas, no tomar antes de un combate y tener unos fuertes guardabrazos - los tomo y se los ofreció a Baum, esto los recibió - Pruébatelos – se los coloco, ajusto las carreras y probo movimientos, no sintió nada incomodo, casi parecía que no los tuviera puesto.

- Son muy ligeros – dijo sorprendido Baum, mientras seguía haciendo movimiento.

- Son de acero Imperial – Baum se sorprendió, este es un famoso acero creado en el imperio Tero por herreros del norte de su territorio.

- Tuvo que ser difícil de conseguir – se sacó los guardabrazos y se los quedo mirando – Gracias Sir Towers, me es difícil aceptarlo sin nada a cambio- este negó con la cabeza.

- No se preocupe, no es difícil de conseguir si sabes con quien hablar – se disponía a irse – Feliz cumpleaños joven – Baum se quedó mirando mientras se iba con paso firme – tiene que trotar 30 vueltas a la propiedad por llegar tarde, a Baum se le cayó el mundo.

- Mi padre esta por llegar puede que llegue mañana o pasado – Sir Towers asintió.

Luego de dar las vueltas se lavó se puso unos pantalones y camisa negra, dejo los guardabrazos en su pieza y fue a comer, bajo con la espada a su lado, en el comedor en el primer piso mientras le servían pregunto si había alguna noticia de su padre, Marie que se encontraba ahí respondió.

- Su padre esta en camino es lo único que se – Baum mientras comía recordó el torneo en el cual tendría que participar, Lord Anglerson lo anuncio con bombo y platillo, invito a lores de todo el reino, parece que hiso un trato con los del otro lado del mar y estableció rutas de comercio, e hiso este torneo para celebrarlo, pero aun así lo más sonado de la competición es que iría la princesa a verla, supuestamente la mayor joya del reino, nunca salía de castillo.

Ya era tarde, la noche había caído se quedó un tiempo en la sala de estar calentándose con la chimenea, procedió a subir a su cuarto, cuando esta apunto de entrar siento como si algo lo atrajera, el miro en la dirección tirón, juraba que vino del cuarto de su padre, se quedó unos segundos esperando, pero nada sucedió, entro y se acostó hasta dormirse.

Tuvo un sueño estaba en un lugar de absoluta obscuridad, sentía que alguien lo miraba, el miedo empezó a brotar, no quería estar ahí, un ser de oscuridad absoluta apareció frente a él, no se podía ver, pero estaba ahí, intentaba tocarlo intentaba tocar todo su ser, Baum empezó a llorar, pero el ser desistió.

- Mi vástago, porque me es difícil tocarte – la voz era profunda y quebradiza, volvió a intentar tocarlo esta vez con más fuerza todo su ser tembló, Baum lloraba desconsoladamente, sabía que se iba a romper y no quedaría nada de el Protector sálvame – No te sirve llamarlo, hace tiempo mate a ese bastardo, jajajaja – está el ser ataco con todas sus fuerzas, Baum sabía que iba a morir.

Una luz apareció y corto la oscuridad como si fuera una espada, el ser dejo de tocarlo – Ya veo, aun eres un problema para mi Tarnizon jajajajaja – el ser cargo hacia Baum y este sintió que era con todo su poder, y sintió como un fragmento de ese ser entro en él, la luz desintegro toda la oscuridad mientras se oían risas.

Baum despertó con una espada a su lado.

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