En medio de la noche podía escuchar una voz tan agradable y tranquilizante, entonando una alegre canción. Con pasos ligeros me acerco a aquella puerta que me separaba del pasillo oscuro del hospital. Luces tenues alumbraban mi habitación pero aún así podía sentir todo a mi alrededor brillar con una sonrisa suya. Sé que con el tiempo todo puede cambiar pero esta marca en mi corazón no lo hará.