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Cap 48

-No, no, no, no, no, no, no. –Hikari caminaba de un lado a otro de la cocina mezclando ingredientes en un plato mientras seguía repitiendo "no".

-¿Qué le pasa a Hikari? –Tohka se distrajo de la novela que veía con Yoshino al ver a Hikari tan extraño.

-No lo sabemos Tohka-chan. –Yoshinon hablaba por la niña, las tres miraban a Hikari agachadas desde el sofá de la sala.

-¿Por qué? ¿Eh? ¿Por qué? La práctica hace al maestro decían, sí, sí, cómo no… ¡No es así! –Hikari seguía su rollo y mezclaba ingredientes a diestra y siniestra, hasta que comenzó a mezclar todo con una cuchara y una vez terminado lo puso al horno, se sentó en una silla frente al mismo y no apartó la mirada de su plato.

-Algo no anda bien…

-S-Sí… Hikari-san no se pone así… -Se podía notar que Hikari estaba murmurando cosas mientras veía su mezcla tomar forma.

Entonces la mezcla quedó cocida, Hikari la sacó y la puso sobre un plato, entonces siguió abalanzándose sobre otros ingredientes de la cocina y decoró su obra sin que nadie lo viera, aunque el estómago de Tohka ya empezaba a gruñir por el olor.

-Le mostraré… se lo voy a demostrar, se lo demostraré a todos… -Hikari salió de la cocina, con un pastel, idéntico a los que hacen las pastelerías, era bastante más alto y su capa de crema era hipnóticamente más llamativa. -¿Alguien quiere?

-¡Yo! ¡Yo! ¡Yo! ¡Yo! –Tohka saltó del sofá y se sentó en el comedor, con algo de saliva en la boca.

-Y-Yo también quiero… -La niña se acercó tímidamente y se sentó en el comedor.

Hikari asintió y cortó dos pedazos para las chicas, entonces las vio un momento mientras comían.

-¿Y bien? –Hikari miraba con ojos expectantes a sus dos comensales, como si una carrera inventada dependiese de su respuesta.

-Está bueno, está muy bueno. –Tohka estaba devorado su plato, pero Hikari cayó de rodillas al suelo.

-¿¡H-Hikari-san!? –Yoshino dejó de comer para mirar a Hikari, Tohka también terminó de pasar lo que tenía en la boca y miró a Hikari algo preocupada.

-No puede ser solo bueno… tiene que ser rico, ese tipo tenía razón, pero no importa, no importa.

-¿H-Hikari?

-¡No importa! ¡Me volveré mejor cocinando! ¡Seré un maestro! –Hikari chasqueó los dedos y creó un maletín, allí guardó todas sus cosas referentes a cocina. –BB, nos vamos.

-¿Irte? ¿A dónde? –Tohka estaba cada vez más y más confusa, pero su mirada se desviaba un poco al enorme pastel que estaba frente suyo.

-Muy lejos a aprender el arte de la cocina, no me esperen. –Hikari salió con paso seguro de la casa, dejando a las dos chicas confusas y mirándose entre sí.

-¡Ah! ¡Hola, Hikari! ¿Qué estás haciendo…? –Kotori estaba saludando cálidamente a Hikari, pero se sorprendió al ver el maletín.

-Voy a mejorar en mis habilidades culinarias. –Hikari se había detenido en medio de la acera para hablar con Kotori.

-Pero ya eres bastante bueno….

-No lo suficiente. –Hikari siguió su camino con una seriedad única, Kotori se apartó de su camino y lo vio confundida…

-¡Pero vuelve antes de la cena!

-No creo que vuelva en una buena temporada… -Hikari susurraba para sí mismo, cuando chocó con alguien.

-¿Eh? ¿Hermanito? ¿Dónde vas?

-A ser un maestro… -Shidou miró confuso a su hermanito, lo más confuso de todo era el maletín.

-¿Tú también estás con el Pokemon Go? –Shidou sabía que este no era el caso, pero quería molestar a Hikari.

-¡NO! ¡Maldita sea! No es eso… -Hikari sabía que Shidou bromeaba con él, pero su misión actual era muy seria, demasiado, bueno, al menos para él.

Hikari siguió caminando hasta perderse por un pasillo oscuro de una calle oscura, por un barrio oscuro. Sacó su celular y llamó a un número privado.

-Jones, el día ha llegado, debo cobrarte un favor.

-Entendido, ¿Ahora?

-Sí, ahora. –Hikari chasqueó los dedos y desapareció de Japón, apareciendo en un edificio en Europa, en medio de una sala de una empresa enorme, frente a él solo estaba una mesa y un señor en una silla.

-Hola Hikari.

-Hola Jones, vamos, ya sabes que hacer. –Jones asintió.

-Carla, limpia mis citas de la tarde.

-E-Está bien señor… pero… ¿Por qué?

-No pregunte, también… despeja la cocina, nadie entra o se acerca a ese piso.

Hikari y esta persona de traje elegante y apariencia joven, se fueron hacia un ascensor, allí entraron ambos y Jones presionó un botón, mientras el ascensor se movía para llegar a su destino, Jones se miraba en el espejo que había dentro, peinándose su negro cabello y arreglando su bigote.

-Llegamos. –El ascensor se abrió y Jones llevó a Hikari hasta una enorme cocina, era en verdad enorme, era más grande que la casa de Shidou, pero esto no intimidó a Hikari, él entró con confianza y dejó su maletín en una esquina.

-Bien, ¿Los llamarás?

-Sí, los mejor chefs del mundo vendrán, tendrás que aprender día y noche, tendrás que dedicarte al 100% a esto, ¿Preparado? –Hikari prendió una hornilla y empezó a preparar un huevo frito.

-¿Qué quieres de merienda?

Podría parecer un chiste, pero para Hikari esto era bastante serio, no iba a fallar, estaba muy determinado a convertirse en el mejor cocinero del mundo, entonces llegó la primera persona, una mujer alta, de piel morena, lo miró y sacó un recetario.

-Empecemos.

Las horas pasaban, Hikari miraba como la mujer preparaba diversos platillos que él jamás había visto, usando sus poderes memorizó al instante todos los ingredientes y sazones que la mujer había usado, pero cuando él intentó cocinar, las cosas no salieron iguales, al probar ambos platos, el plato de la mujer era superior, Hikari entonces le dio la mano, esto la confundió, pero no mucho, entonces Hikari copió sus habilidades de cocina, entonces volvieron a cocinar, pero aun así, el platillo de la mujer era superior.

-"No basta con copiar, hay que practicar". –Hikari asintió y siguió cocinando, Jones le traía los ingredientes necesarios para que siguiese cocinando, además que echaba mano a algunos platillos.

-No, aún no, tienes que ponerle menos de este y más de este. –La mujer corregía todos los errores de Hikari, algunos eran tan diminutos que creía que exageraba, pero a la hora de la verdad, la suma de esos diminutos detalles hacían la diferencia de sabor entre los platillos de ambos.

-Sí, así, así, chico, perfecto, perfecto…

-L-Lo logré… -Habían pasado más de siete horas cocinando todos los platillos que la mujer sabía, Hikari los fue dominando todos uno por uno y logró también superar el sabor de los mismos.

-Bien, ¿Listo para la segunda ronda?

-Sí. –Jones asintió y entró una persona con un traje elegante, detrás de él entraron diversas botellas.

-¿Cocteles?

-Sí.

-Okey, adelante con los cocteles. –Hikari aprendió cómo mezclar correctamente un coctel y se pasaron más y más horas hasta que mezclase la cantidad correcta de cada coctel, no solo eso, tuvo que aprender todos los cocteles que sabía aquél muchacho, no fue fácil, algunos se parecían a otros, pero tenían un ingrediente más, al final, logró aprender casi veinte clases de cocteles.

-Bien…

-Es de noche Hikari, ¿Quieres seguir?

-Claro. –Jones asintió y sacó su celular, luego de hablar, miró a Hikari. –Listo, ahora aprenderás a hacer jugos.

-¿Jugos? ¿No es un poco obvio?

-¡No! –Un señor entró con una enorme bolsa de ingredientes para jugos. –Hay que tener en cuenta el estado de los ingredientes, el sabor de los mismos, su color, su forma, su textura, una sola naranja puede afectar el resultado de la producción.

-L-Lo siento maestro, entiendo, empecemos. –El señor asintió y comenzaron con los jugos.

Contraria a la idea de Hikari, hacer jugos era tanto o más difícil que hacer cocteles, si no era lo suficientemente complicado saber qué frutas usar para cualquier situación, ver el esto de la fruta y además su sabor, aún faltaba el nivel de agua y azúcar, no tiene que haber ni mucho ni poco de ninguno de los dos, pero para hacerlo más difícil, llegaron los jugos de más de dos frutas… ahí empezó el verdadero reto, Hikari aprendió cientos de jugos, desde las frutas más comunes y cotidianas, a las frutas más exóticas y extrañas del mundo.

-Uf… uf… uf…

-¿Cansado?

-¡No! ¿¡Qué sigue!?

-Sopas. –Hikari ardía con su propia determinación y asintió.

El pobre no sabía a dónde se había metido, llegaron no uno, si no decenas de instructores para enseñarle sobre sopas, de todas partes del mundo, podría hacerse sopa con los ingredientes más exóticos y raros, desde una roca volcánica, hasta un caparazón de tortuga, pasando por un estómago de oveja, pero Hikari no se iba a rendir, sabía que no sería vencido por unas cuantas sopas y sería verdad… de no ser que no eran unas cuantas sopas, eran más de mil clases de sopas diferentes, pero eso no era lo peor, era que nuevamente tenía que seleccionar cada ingrediente con precisión y de forma correcta, además, entró en juego otro factor, las especias, hasta ahora estas no habían salido tanto, pero ahora… eran la diferencia del fracaso y la perfección, además… entró otro detalle que lo atormentaría desde entonces… la temperatura correcta, si bien para muchos era solo para prender la hornilla y ya, Hikari tenía que usar un termómetro para saber que la temperatura era la ideal y no hablamos de un termómetro medido en Celsius… Hikari tuvo que usar uno medido en Kelvin para ser más preciso supuestamente, para lograr la temperatura ideal, no solo era la hornilla, debía tener en cuenta el ambiente dónde se encontraba, la temperatura actual y la presión del cuarto y su zona geográfica, para lograr una estabilidad precisa, algunos platos requerían ser alejados durante momentos específicos, estos fueron los más difíciles, porque había que saber cuándo alejarlos y cuando acercarlos, además de no alejarlos demasiado y no acercarlos demasiado.

-Buen trabajo, dominar las sopas solo te tomó tres días…

-Je… je… ¿Q-Qué sigue?

-No te canses, no has ni comenzado.

El siguiente tema fue… el desayuno… ¿Hacer huevos fritos y té verdad? ¡No! Había que elegir qué hoja de té ibas a usar, podría afectar al plato acompañante, que por cierto, también tenía que tener cocción precisa y en algunos casos… especias, aunque la magia del desayuno no terminaría ahí, también entraría otro detalle como la leche… sí, tenía que saber el estado de la leche y saber cuándo estaba fresca y cuando no, además de tener en cuenta la hora de cocción de la misma, por si fuera poco empezó a ver un poco de otro tema que vendía después… masitas, pero alejándonos de eso…

-Mmm… un día para el desayuno, nada mal, nada mal…

-¿V-Ves…? t-te lo dije…

-No te sientas tan cómodo, aún no terminaste con el desayuno.

-¿Eh?

-Te falta el desayuno de trabajo.

Ah cierto, el desayuno de trabajo, usados en entrevistas y reuniones, mucho más complejos que los normales, porque a diferencia de estos, los desayunos de trabajo tienen una duración, no pueden ser muy grandes o muy pequeños, tienen que durar aproximadamente unos seis minutos, ahora… prepararlos es otra historia.

-Ja… ja… ¡Ja! ¡Solo medio día!

-Nada mal, nada mal, pero aún no acabamos…

El siguiente en la lista… Meriendas, claro, era obvio que ese seguiría, con las bases del desayuno y los desayunos de trabajo, esto debería ser fácil, ¿verdad? Pues no, esta vez las meriendas suelen durar más tiempo, ya que al ser hechas en las tardes, son usadas para hablar, aquí Hikari se enfrentaría al reto de la duración, las meriendas no tienen una duración como el desayuno de trabajo, es más, pueden durar hasta dos horas, así que tenía que preparar más comida, pero cuidar que no sea pesada… hablando de eso, el siguiente fue… picnic… a Hikari le traía recuerdos, pero no podía desconcentrarse, tenía que estar en el presente, por más fácil que pueda sonar, el picnic le tomó casi tres días, porque tenía que hacer uso de todas las cosas que había aprendido.

-¿Aun quieres más?

-¡Jones! ¿¡Dónde está el siguiente instructor!?

Hicieron una parada en los platillos, para adentrarse en platos típicos de fiestas… como platillos navideños o de otros días festivos… ¿Fácil? Ya deberían saber que no, Hikari tuvo que aprender todos y cada uno de los platos tradicionales de cada festividad, ¿Suena fácil? Sí, sí, lo sería, de no ser que tuvo que aprenderse de todas las festividades del mundo, cada festividad tenía una fecha y un platillo, que nuestro joven chef debía aprender, cuidando todos sus detalles…

-Ja… ja…

Bueno, ahora, llegaban los pesos pesados, comida de otros países… uf… uf… por dónde empezar… veamos… comida peruana, americana, española, mexicana, argentina, hindú, árabe, por mencionar algunos, pero naturalmente no fueron las únicas, vinieron maestros de todos los países del mundo… esta vez nuestro querido Hikari tuvo mucho más peso encima, porque al ser comida tradicional de sus instructores, no eran nada piadosos a la hora de juzgar el trabajo del Anti-Espíritu.

-No sé si estarás listo…

-¿L-Listo? No he dormido durante todo este entrenamiento… aún… aún falta.

-¿No quieres dormir?

-¡Dormiré cuando me muera! Ahora… ¿¡Qué sigue!?

Pues bien, era el turno de las carnes, naturalmente una vez más, instructores de todo el mundo fueron invitados a enseñarle, horas y horas de preparación, kilos y kilos de carne y comida saliendo lista, con su respectiva guarnición claro está, mientras Jones… montaba su pequeño negocio y vendía lo que Hikari preparaba.

-Cinco días para las carnes…

-¿¡Qué sigue!?

Bueno, lo siguiente… fue la comida contemporánea, recetas nuevas y frescas que recién habían sido creadas, tan frescas como los ingredientes que Hikari debía elegir, cosas nuevas, cosas recientes, cosas… exóticas, nuevamente los chefs más conocidos y nuevos fueron llamados, Hikari fue inculcado en el milenario arte de la improvisación… ahora no solo tenía recetas, empezó a crear algunas él mismo…

-Están muy buenas…

-Lo sé, aunque esté mal que yo lo diga… ¿Quién viene ahora?

-¿Te has acostumbrado a no dormir?

-De hecho… yo no dormía antes, tuve que acostumbrarme a dormir, así que me siento más fresco que lechuga.

Turno de la comida vegetariana, no siempre se toparía con personas fanáticas de la carne, pero había que estar preparado para cualquier tipo de visitante o situación, así que… a aprender comida vegetariana… y eso hizo, le tomó casi el mismo esfuerzo y tiempo que las carnes… habían tantos platos nuevos y curiosos…

-¿Qué sigue?

-Mariscos.

Pues bien, hora de volver a concentrarse en que tan fresco es un producto, aprender a ver esto fue más complejo de lo que habría pensado, todo era nuevo en tanto a mariscos y pescados, no nuevo del todo, porque conocía esa comida, pero no mucho, ahora… tuvo que aprender a ser un maestro en esta…

-Nada mal, nada mal… solo cuatro días…

-Sí… dos pescados… dos mariscos…

A modo de descanso vino los desayunos continentales, no le tomaron a Hikari ni un día, porque teniendo tantas bases, sabía lo que debía hacer…

-Toca el brunch

-¿Brunch?

-Es un tentempié, a media mañana…

-Pues venga.

Ja, ¿Creías que saber hacer desayunos te daría una ventaja? No, para nada, este tentempié fue el inicio, Hikari empezó a ver que se enfrentaría a platillos principales, la verdad, detrás del brunch, vinieron seguidos, el almuerzo, el acompañamiento, platos principales y ensaladas, todo seguido, sus maestros eran cada vez más y más estrictos…

-Vaya… todo eso, en nueve días…

-Sí… ya, ya… ¿Qué sigue?

Bueno, hora de los bocadillos, panecillos y cremas, además de las masitas, ya los había visto un poco antes, pero ahora se enfrentaría a la tarea de prepararlos de forma profesional, la verdad, preparar pan era más difícil de lo que parecía… bueno al menos con la precisión que le exigían…

-¿Quieres un batido?

-Ya sé lo que sigue.

Naturalmente, ¿Cómo olvidar los batidos? Imposible, usando sus bases de cocteles y jugos, tuvo que ingeniárselas para no confundirlos con batidos, pero no tardó tanto como había tardado con sus predecesores.

-¿Alguna vez volaste en un avión?

-No…

-¿En tren?

-Sí… no digas más, ya sé qué viene.

Catering, síp, era el turno del catering, Hikari tuvo un gran reto, lograr que la comida de aviones fuese agradable, si bien tenía que limitarse a cosas simples, tuvo que hacer que esas cosas simples fueran deliciosas, cuestión nada sencilla, debido a la imagen estereotipada de que la comida de avión es mala.

Pues ahora vino otro reto, chicharrones, al parecer era un platillo de múltiples lugares, Hikari no conocía este plato y le costó un poco más adaptarse a este, pero con su experiencia en carnes, ya estaba casi preparado para este reto…

-¿Me dijiste que una amiga tuya le gustan los dulces?

-A varias… ¿Por qué?

Porque querido Hikari, tu siguiente reto… bueno… retos… chocolatería, pastelería, panadería, dulcería, postres… todo en uno, en una gran y extensa sesión de clases, Hikari tuvo que enfrentar a todos estos platillos que eran titanes a la hora de ser complejos, todos los detalles afectaban de sobremanera el resultado… le tomó casi una semana entera terminar con estos…

-Ja… ja…

Bueno, para terminar, comida rápida, curioso que fuese el tema final, pero no por eso iba a ser fácil, había comida rápida tan curiosa y extraña, Hikari no conocía más de la mitad de los platos que empezó a cocinar, pero finalmente lo logró…

-¡Lo logré!

-Sí, lo sé, lograste terminar el curso, nada mal, nada mal, solo falta que te especialices en algo.

-¿Especializarme?

-Sí… ¿Un buffet? ¿Una parrillada? O tal vez un Fondue, tú eliges, por cierto, ¿No quieres pasar otros cursos más? –Hikari miró a su alrededor, esa cocina se había convertido en su hogar en estos días, pero… sí, le había entrado curiosidad, curiosidad de saber qué más podría aprender, así que… ¿Por qué no? además… le daba más tiempo para pensar en su especialización.

-"Honey, Darling, Love, Sweetheart."

-"¿Lilith? ¿Qué haces en el canal mental?"

-"Bueno, todas nos preguntamos cuándo vas a volver… Tohka ha comenzado a culparse de tu partida por decir que tu comida fue buena y no rica…"

-"Tranquila Lil, volveré, pero aún no, tengo más cosas que aprender, dile a Tohka que no se preocupe, no es su culpa, volveré siendo mejor."

Hikari siguió a Jones hasta un piso en la cima del edificio, estaba repleto de ventanas que le mostraban la ciudad, estaba completamente vacío, tenía una habitación, una cocina y un baño, además de que sus salas eran enormes, tenía siete enormes salas.

-Por cierto Hikari, si necesitas más espacio, solo avísame, podemos ampliarlo.

-¿Bromeas? Este lugar es enorme, cada sala es casi tan grande como una casa… y bien, ¿Qué haremos primero? –Mientras Hikari hablaba, sintió una mano tocarle la espalda.

-Saludarme. - Allí se pudo ver a una chica de cabello azul, vestida de maid, su traje era azul y blanco, sus ojos color miel conectaron con los ojos de Hikari, su sonrisa cálida lo hizo calmar.

-¿Lilith?

-Hmph, Li-chan. –Lilith hizo un puchero y le dio la espalda a Hikari.

-¿L-Li-chan?

-Sí, dime así… -Lilith seguía dándole la espalda a Hikari, pero lo miraba de reojo.

-S-Sí… Li-chan… -Hikari se sonrojó un poco al llamarla así, no sabía por qué, pero Lilith sonrió y se dio vuelta a abrazar a Hikari.

-Gracias, Hi-kun, ahora… ¿Qué ibas a hacer? –Hikari se sentía calmado al ser abrazo por Lilith, se le desdibujaba el mundo, entonces sus ojos se fueron cerrando… finalmente los días y días de no dormir le fueron cobrando factura y se quedó dormido, su cuerpo se recargó sobre Lilith, ella no se lo esperó y ambos cayeron al suelo, Lilith lo miró sorprendida ya que Hikari estaba apoyando su cabeza en sus pechos, pero sonrió, debía estar sumamente cansado.

-Ah, por cierto Li-chan…

-Lilith-san para ti.

-E-Está bien Lilith-san… El cuarto está por allá. –Jones señaló hacia un pasillo. –Por cierto, solo hay una cama, espero que no les moleste.

-No, para nada. –Lilith sonreía y se llevó a Hikari al cuarto, allí lo recostó en la cama y se echó a su lado, mirándolo al rostro. –Dulces sueños, querido.

-¿Mmm? ¿Mmm?

-¿Hikari? ¿Despertaste ya? –Hikari se movió dentro de su cama… hasta mirar a Lilith frente a frente.

-¿Lil? –Hikari abrió más los ojos para ver que estaba en la misma cama que Lilith y que ella estaba solamente con su ropa interior. Hikari se sonrojó y le dio la espalda. -¿Q-Qué haces?

-¿Uhm? ¿Qué hago? Duermo contigo, digo creo que es bastante obvio, ¿no crees?

-¡Ya sé! ¡Te pregunto por qué estás en ropa interior! –Hikari seguía de espaldas, cuando pudo sentir el abrazo por la espalda de Lilith y sus pechos chocando su espalda.

-¿Esto? Ah, tenía calor.

-¿Calor? Pero en la noche normalmente hace frío…

-Sí, pero has estado durmiendo por más de una semana, ¿Crees que en las tardes no hace calor? –Hikari movió ligeramente la cabeza.

-¿Más de una semana?

-Sí, el cansancio finalmente pudo contigo y dormiste lo que se te antojó, por cierto, me quedé contigo todo ese tiempo para que no estés solo.

-G-Gracias… Li-chan.

-De nada Hi-kun, ¿Y bien? ¿Qué harás ahora? –Hikari se levantó de la cama y sacó su celular.

-Hora de aprender…

Albañil, mecánico, herrero, carpintero, bombero, pintor, dentista, arquitecto, abogado, médico, ingeniero de mecatrónica, ingeniero de sistemas, ingeniero químico, ingeniero físico, diseñador gráfico, contador, ingeniero civil, psicólogo, sastre, salvavidas, policía, plomero, piloto, fotógrafo, florista, fontanero, electricista, cirujano, actor, astrónomo, astronauta… músico… tallador, escultor, peluquero, biólogo, arqueólogo, antropólogo, artista, oculista, oftalmólogo, nutricionista, gimnasta, periodista, político, geólogo, agrónomo, topógrafo, pianista, director de cine, guionista, esgrimista, arquero, escalador, administrador de empresas violinista, bailarín… etc…

-Hikari…

-¿Si?

-Ven a dormir, te espero en la cama. –Lilith estaba echada en el cuarto, Hikari estaba en la sala esculpiendo, tratando de hacer una réplica del David de Miguel Ángel, la verdad, le salía bien, solo le faltaban los ojos.

-Está bien… -Hikari saltó un pequeño robot que había hecho, se deslizó entre los documentos de un caso legal que seguía y pasó al lado de la computadora donde tenía un juego a medio programar y entró al cuarto.

-¿Ya hablaste con aquel sujeto de esa empresa?

-Sí, nuestras acciones subieron, luego tendremos que enfrentarnos al siguiente reto, el banco tiene que darnos un préstamo, por suerte conozco a alguien ahí dentro, tendré una entrevista con él mañana. –Lilith bostezó, Hikari sonrió y se echó a su lado, Lilith aplaudió dos veces y las luces se apagaron, ella se acomodó en su lado de la cama y Hikari se quedó pensando.

-"Anomalía".

-¿Eh?

-¿Hikari? ¿Pasa algo?

-N-No Lilith… tú duerme… -Ella asintió y volvió a tratar de dormir, cosa que no le costó mucho.

-"Duermes tan fácilmente…".

-"¡Anomalía! ¡Contesta!".

-"¡Ah! ¿S-Sí?".

-"Estoy en el techo de la casa, ven a verme". –Hikari chasqueó suavemente y se tele-transportó al techo, allí una chica estaba mirando a la ciudad.

-Judgment, hola. –Hikari se acercó a la chica, ella se dio vuelta a mirarlo, sus ojos eran de color arcoíris, que además los colores de su pupila giraban, su pelo también era de color arcoíris y también los colores cambiaban, parecía una especie de luz.

-Hola mi querida anomalía.

-¿Por qué no me llamas Hikari? –Judgment sonrió y se sentó en un borde del edificio.

-Ven, siéntate conmigo Hikari. –Él así lo hizo y se sentó a un lado de la pacificadora.

-¿Qué haces aquí?

-Esa debería ser mi pregunta Hikari, ¿Sabes cuánto tiempo ha pasado desde que te fuiste de casa de Shidou-san? –Hikari miró al cielo…

-¿Un mes?

-Nope.

-¿Dos?

-Nope.

-¿Tres?

-Cinco.

-¿Cinco meses?

-Sip.

-Oh… -Hikari bajó la cabeza…

-¿Las extrañas?

-La verdad sí… después de todo comencé este viaje para mejorar en mi cocina para ellas, pero terminé aprendiendo muchas cosas más… demasiadas la verdad, tengo una especie de segunda vida aquí…

-Mmm… ¿A quién extrañas más?

-¿A quién? A todas, las quiero a todas. –Judgment agarró la mano de Hikari y lo miró.

-Háblame de las espíritus, ¿A cuál quieres más? Ya sé que las quieres a todas, pero dime, ¿Qué haces con cada una?

-¿Hacer? Bueno… Tohka, es una de mis mejores amigas, ella es muy dulce y siempre la veo feliz, si no es así, pues tengo que hacerla feliz, sé que su apetito es casi insaciable, pero no me molesta, si verla feliz significa gastar cantidades industriales de comida, pues eso haré, es muy adorable cuando ella sonríe y normalmente no le puedo decir que no cuando me mira con esos ojitos… me gusta tocarle la cabeza y verla sonreír, siempre que necesito algo, ella está ahí, aunque a veces no sepa sobre muchos temas, ella quiere ayudar, por cierto… es muy inocente, cada que alguien le dice algo raro estoy al acecho de evitar que haga algo que no debe, por suerte tiene un sentido común decente… cuando salgo con ella, siempre paso adrede por el sector de ventas de comida para comprarle algo, ella lo sabe.

-¿La niña?

-¿Yoshino? Ella es la definición de adorable, cuando estoy con ella solo sonrío, a veces nos quedamos en casa viendo novelas o salimos a jugar de vez en cuando, su sonrisa es tan pura y gentil que normalmente me hace sonrojar cuando me mira así, además de que a esa carita es imposible decirle que no si te mira con pena o con deseos de algo, me he acostumbrado a tomarle de la mano normalmente, no sé, me da una sensación de que se siente más segura así, ella es un pequeño sol que me ilumina con esa sonrisa suya, la quiero.

-¿Oh? ¿Kurumi-san?

-¿La Kurumi de mi mundo? Ella, je, ella es una de mis amigas más queridas, es muy divertido pasar el tiempo con ella, cuando camino con ella siempre, siempre trata de hacerme una broma o hace un comentario, la verdad me he acostumbrado a eso, pero aunque algunos solo hayan visto una cara de ella, yo vi más caras de ella, es muy dulce y adorable también, la vi como es con ciertas personas, la vi sonriendo al agarrar unos gatitos, esa sonrisa suya, esos momentos donde la veo feliz, son tan preciados para mí, quisiera que duren por siempre, cuando camino con ella, para molestarme agarra mi mano y finge que soy su novio, me he acostumbrado a eso, incluso hacemos bromas con esa temática, llevarla de compras es muy divertido, porque no sé cuándo intentará jugarme una broma.

-¿Qué hay de la comandante?

-¿Kotori? Ella es mi linda hermanita, detrás de la comandante se encuentra una dulce y tierna chica, no te voy a mentir, cuando se pone seria, hay que hacerle caso, puede ser muy terca en muchos casos, pero cuando no es una comandante enojada y es la comandante buena, es muy tierna, me gusta pasar tiempo con ella, cuando salgo de compras en fines de semana, ella me acompaña siempre, yo aprovecho para comprar todo lo que ella quiere, como unas cajas enormes de sus dulces o también hay veces en las que quiere comer algo en especial y yo se lo preparo, cuando tiene ratos libres, a veces la saco de paseo a algún parque de diversiones para que se distraiga un poco de sus deberes, o si no nos ponemos a cocinar alguna merienda para todos, además de que yo la oculto cuando quiere comer un dulce y Shidou no le deja, además de pasarle dulces por contrabando debajo de la mesa del comedor.

-¿La quieres?

-Sí, la quiero.

-¿Qué hay de las gemelas? ¿Alguna sobresale más para ti?

-¿Kaguya y Yuzuru? Sí y no, ambas sobresalen para mí, pero ninguna más que la otra, es divertido verlas en sus pruebas para ver cuál es la mejor, normalmente me llaman para ser juez y tengo que ser imparcial aunque pongan sus caritas dulces para sobornarme, esas caritas les funciona para pedirme lo que quieran normalmente, pero no cuando tengo que ser juez, normalmente después de sus competencias salimos a un parque de diversiones o vamos por un helado o por un refresco y a veces hacemos todo eso, individualmente, Kaguya siempre está activa y sonriente, mi misión es hacerla feliz, es algo despistada, pero para eso estoy yo, además de ser su guía por la ciudad, siempre dirijo por los lugares que le gusta visitar y compramos algunas cosas que quiere, suelo ayudarla a estudiar junto con Tohka, luego está Yuzuru, muchos dirían que es poco expresiva, pero para mí, es muy expresiva, estar con ella es divertidísimo, sus expresiones, aunque ligeras, son suficientes para hacerme el día, no se equivoca tantas veces, pero cuando lo hace, puedo hacer alguna bromita con ella y la pasamos bien, su sonrisa es mágica, igual que la de Kaguya y que decir cuando las veo a ambas sonreír.

-¿La Idol?

-¿Miku? Ella… bueno, ella es… bueno, se podría decir que es lo más cercano a mi mejor amiga entre los espíritus, a ella le puedo contar mis cosas, mis problemas, mis inquietudes, es cierto que cuando salgo con ella, normalmente hace que me vista de chica, no te negaré que no soy fanático de eso, pero lamentablemente ya me he acostumbrado, las primeras veces que la vi era muy fría conmigo, casi ni me veía, pero ahora, charlamos, me muestra lugares, yo la llevo a otros, ella a veces no tiene reparo en tomarme de la mano o ir a comer algo conmigo, se siente muy bien, su sonrisa igual me hace sonrojar y ella se burla de mi con ese argumento, yo asisto a todos sus conciertos, la ayudo a ensayar, la ayudo en todo lo que pueda y al final del día, una gran paga es que me diga gracias, o a veces es algo más demostrativa, lo… lo…

-¿Eh?

-Lo triste, es que no en todas las dimensiones es así, verás, cuando viajo o viajé a otras dimensiones, me topé en muchas ocasiones con ellas, pero de otras dimensiones, si bien la mayoría de ellas siguen normales… a veces, las que cambian son Kurumi, Natsumi, Nia, a veces Origami, pero siempre la Miku de ahí es diferente, la verdad, cuando la veo en cualquier dimensión, siento el impulso de saludarla y hablarle, pero… bueno, luego recuerdo que es como un borrón y cuenta nueva, pero… aunque duele verla distante y ajena, nunca me he perdido un concierto suyo, aunque es cierto que hay ocasiones donde ella… sigue siendo ella y probablemente no tome a bien verme ahí, siempre veo sus conciertos, aunque oculto, pero no me he perdido ningún concierto de ninguna Miku, ¿Sabes? Cuando una Miku es ajena conmigo, me duele cada instante de verla y no poderle tratar como siempre, pero… bueno, es lo que toca, a veces ella se hace amiga de otros… y bueno, tengo que aceptarlo y me mantengo al margen.

-Aun así, te duele, ¿verdad? –Hikari no respondió, pero ella entendió. –Entonces… mencionaste a Natsumi, ¿Qué con ella?

-La bromista de mi Natsumi, me encanta estar con ella, es súper adorable, aunque no quiera admitirlo y se sonroje por ello, ella me juega bromas normalmente, yo también lo hago, siempre reímos y jugamos, ella a veces me molesta con su forma Onee-sama, pero yo respondo con mi forma de Hikari-chan y pasamos unas risas, sé que cuando caigo en alguna broma, se trata de ella jugando conmigo y me toca devolverle el chiste, cuando salimos juntos, al igual que Yoshino, agarro su mano, es algo tímida y creo que así la ayudo un poco, pasamos por casas de la risa, a veces vamos a ver películas o disfraces o pasarelas, aunque se cansa con facilidad y normalmente la traigo en la espalda, aunque a veces me pide que la cargue porque sí… claro, que es diferente en otros mundos, allí… es fría o distante, o desconfiada… o todas esas cosas, a veces al verla quiero abrazarla y decirle que yo ya conozco como es y la acepto así… pero… bueno, es solo una idea estúpida.

-Ya veo, pero ella no es la única espíritu que cambia, ¿verdad?

-Nia, ella es otra, incluso en algunas dimensiones ella no aparece, igual que Mukuro no apareció aquí todavía, pero aunque la extraño en esas dimensiones donde no está, siempre tengo a mano esto. –Hikari sacó un libro con una portada blanca. –Es un libro donde ambos escribimos nuestro diario, un diario conjunto, un día escribo yo y otro día escribe ella, aunque a veces ambos escribimos algo sobre el día anterior para que el otro sepa nuestro punto de vista, cuando salgo con ella, ella es la que me jala del brazo a todas las tiendas que pueda, pero la verdad estoy acostumbrado, me gusta verla sonreír cuando me muestra un libro o una figura que le gusta, a veces en las noches ella venía a mi cuarto o yo iba al suyo para leer unas páginas de alguna novela, a veces hacemos juegos de roll y nos disfrazamos, otras veces la ayudo con sus escritos, dice que soy más rápido que una imprenta y más crítico que un editor, eso último se debe a que me inculcó en esos detalles con sus gustos.

-Ya veo… mencionaste que ella no está en algunas dimensiones… ¿Hay alguna otra?

-Ja, sí las hay, una es Origami, ella es una amiga frecuente, a pesar de su forma de hablar y actuar con Shidou, puede ser muy buena cuando lo intenta, me invitó a su casa un par de veces, allí la ayudo a limpiar y normalmente me hace preguntas de todo lo que pasa en casa de Shidou, he salido con ella un par de veces, pero el tema de conversación el 90% de las veces es Shidou, aunque ocasionalmente hablamos de otras cosas, un detalle divertido de ella… es que cuando empieza a discutir con Tohka de algo, me usa de escudo o argumento para defenderla y Tohka también, así que termino en medio de su discusión, es una hábil hechicera, cuando visito a Ryouko normalmente me cuenta de ella o la veo allí, es muy respetada y temida, aunque yo para romper el ambiente suelo despeinarla cuando todos la ven con miedo…

-Mira tú… tienes una conexión con todas y cada una de ellas, es… interesante, ¿Por qué no vuelves? ¿No las extrañas?

-B-Bueno… ha pasado tiempo, no lo sé… la verdad, las extraño demasiado, ojalá pudiera recuperar el tiempo perdido, no me molestaría para nada, aprender tantas cosas fue divertido y todo, pero al final… ¿De qué sirve si no tienes amigos con los cuales compartir?

-En verdad las amas.

-¿Eh? ¿Dijiste algo?

-¡Las amas! Pero, te puedo hacer un favor, pero será costoso…

-Es decir, me vas a cobrar. –Hikari sonreía de forma sarcástica.

-No, no, no es eso, te puedo retroceder en el tiempo para que estés en casa el mismo día que te fuiste, habrán dos Hikari en el mismo tiempo, pero no puedo transportarte con todo tu conocimiento actual… tendrás que guardarlo.

-Todo por ellas, ¿Qué guardo?

-Todo lo aprendido después de tus cursos de cocina, que es lo más complejo. –Hikari asintió, Judgment le dio una caja para que pase la información ahí y así lo hizo.

-Si algún día la necesitas, podrás usarla. –Hikari asintió y la guardó en el bolsillo, pero apenas lo hizo, se olvidó completamente de la caja, Judgment levantó las manos y Hikari y Lilith desaparecieron y reaparecieron en una calle, Hikari miró a su alrededor y vio el momento exacto donde su versión del pasado se iba por una calle oscura a empezar sus cursos, entonces él salió, le dijo a Lilith que volviese a casa y él se dirigió a la residencia Itsuka.

-Rayos… Hikari se fue… -Todas las chicas estaban ahí… tenían una expresión triste y entonces Hikari entró.

-¿Me perdí de algo?

-¡Hikari! –Las chicas se arremolinaron a Hikari, estaban sonrientes y felices de verlo, Hikari las miró y se sonrojó al instante.

-¿Sonrojado tan pronto?

-Ara, ara, querido. –Kurumi y Miku despeinaron un poco a Hikari y él sonrió. Entonces sintió un estirón por la espalda.

-Queja. No lo acaparen, acaba de llegar.

-Bueno, en realidad hermana mía, acaba de regresar. –Las gemelas comenzaron a discutir y Hikari vio esto divertido, mientras que las chicas rieron por lo bajo.

-Es bueno ver que recapacitaste al final y decidiste no irte. –Kotori le dio un golpecito en el hombro a Hikari, él la miró y vio que estaba sonriendo.

-S-Sí… -Yoshino se ocultaba su carita, pero Hikari le acarició la cabeza, ella se sorprendió, pero se veía feliz.

-Al final, todo fue una broma más, ¿verdad? –Natsumi saltó a la espalda de Hikari y él la cargó.

-Vaya premisa, tengo algo de inspiración para mi siguiente tomo. –Nia fingió buscar ángulos de fotografía, Natsumi agachó la cabeza y se ocultó detrás de Hikari.

-Perdóname Hikari, yo siempre quise decir que tu comida es rica, pero…

-¡Lamento la tardanza! Pero me encontré con Hikari y decía que se iba… -Shidou había entrado a la casa interrumpiendo a Tohka, ella lo miró con un puchero, pero se calmó al ver que llegó con mucha carne y comida.

-Ya sé, por hacerlas preocupar, cocinaré algo, ¿Sí?

-¡Sí! –Todas estaban alegres y se fueron a sentar al comedor, Hikari entró a la cocina con todas las cosas que Shidou había traído y revisó también lo que había en la cocina.

-"Yakan, Ellen, Mana, vengan a comer".

-"¿¡Hermano!? Ah, claro… el canal mental, sí, sí, iremos en breve".

-"Podrías avisar antes de usar este canal, ¿Eh?"

-"Bueno, así es el capitán".

Hikari sonrió y se dispuso a hacer la comida, mientras la hacía, Mana, Ellen y Yakan llegaron, junto con ellas Origami se había colado a la casa y Tohka ya comenzaba a discutir con ella, todo normal, Yoshino y Natsumi hablaban alejadas de las discusiones mayores, las gemelas discutían por algo, Kurumi y Miku charlaban de algo… Nia escribía en su libreta, Tohka y Origami discutían con Shidou en medio, Yakan y Ellen tenían una conversación mientras miraban las discusiones de las chicas, Mana y Kotori entraron a la cocina para ayudar con algo, pero se toparon con que Hikari parecía sentirse en su ambiente, preparaba todo como todo un profesional.

-¿Hikari?

-…

-Hikari.

-…

-¡Hikari! –Hikari miró a ambas hermanas, ellas lo miraban con un puchero, mientras Hikari seguía cocinando aún sin ver las hornillas.

-Perdón… pensaba en algo…

-¿En qué?

-En que en todos estos días intenté hacer una parrillada perfecta, cuando me faltaba un ingrediente… aún no sé cuál es, pero sé que si lo hago para ustedes, me saldrá mejor. –Las chicas lo miraron confusas, ellas no entendían bien, pero Hikari sí y sonrió.

-¿Por qué?

-Porque… porque…

-¿Sí?

-Porque las amo a todas. –Un silencio llenó la sala, Hikari había repetido lo que Judgment le había dicho, pero no se esperó que todas lo comenzaran a ver, todas se ruborizaron y Shidou lo vio con asombro y luego sonrió.

-¿¡Q-Qué cosas dices!? –Fue una respuesta general, mientras muchas de ellas desviaban la mirada con sus caras coloradas.

-Pero es la verdad…

-¡Hikari! –Mana abrazó a Hikari. –Yo también amo a mi hermano.

-"Oh no…" –Hikari desvió la mirada a Kotori, ella ya estaba lista para abrazarlo, luego miró a las chicas y tenían la misma expresión… -¿C-Chicas? ¿Y si dejamos los abrazos para después de comer?

-Ara, ara, tranquilo Hikari, este… es tu platillo de entrada. –Kurumi se levantó y corrió a la cocina… y no fue la única.

-"Anomalía, deberías aprender a no tomar tan a la ligera las cosas que dice… por cierto, algún día tendrás que decirme lo que haces con las anti-espíritus y me debes lo que haces con Mana, Yakan y Ellen". –Judgment había regresado a su dimensión extraña y miraba lo que le sucedía a Hikari desde una pantalla.

-"¿¡Qué me hiciste decir que causó esto!? ¡Me las vas a pagar pacificadora! No negaré que se siente muy bien… pero también un abrazo grupal duele muchísimo…a-ayuda…

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