68 Capítulo 68: ¡Tú, Pervertido!

Después de un período de tiempo desconocido, cuando Wang Baole abrió los ojos y levantó la cabeza, todo lo que vio fue la luz cegadora que se filtraba a través de los huecos entre las hojas de los árboles.

Se sentía como si hubiera estado en un sueño donde estaba siendo perseguido. Su conciencia alternaba entre períodos de claridad y confusión, pero el dolor indescriptible en todo el cuerpo lesionado lo despertó y rápidamente luchó por recuperarse.

—¡No morí! —Wang Baole se sentía contento antes de que las numerosas lesiones sangrientas que marcaron su cuerpo lo hicieran hiperventilar. Se sorprendió por la gravedad de sus propias heridas que habían sangrado y manchado su camisa roja. Todo lo que vio le recordó la batalla de vida o muerte que acababa de sobrevivir.