272 ¡El Viaje de la Venganza!

Wang Baole no se movía rápido dentro del bosque, pero su velocidad seguía siendo escandalosa. Con el movimiento de su brazo, los mosquitos se dispersaron por el área que lo rodeaba, proporcionándole un amplio campo de visión. Sin embargo, cuando Wang Baole sintió la espada voladora dentro de su cuerpo, se dio cuenta de que dos mosquitos aún no habían salido volando.

Uno era negro y el otro morado.

Los dos mosquitos eran como maestros arrogantes; permanecían dentro de la vaina, sin obedecer las órdenes de Wang Baole. La calidad de la vaina parecía ser demasiado baja para forzarlos a salir.

«¿Son ellos?»

Los dos mosquitos adicionales hicieron que Wang Baole recordara las sucias existencias que una vez estuvieron presentes en su cuerpo. Viendo que ya habían entrado en la vaina y se habían convertido en mosquitos, tuvo algunos pensamientos, y un fuego empezó a arder en su corazón.