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04

Era un viaje muy largo, Sam puso la radio, se escuchaba una suave melodía, era una canción romántica. A ambos lados de la gran carretera se veían grandes y hermosos árboles. Isabella va muy concentrada en la melodía mientras observa a Sam que la sorprende y le pregunta

Vamos a cantar algo de música- la mira sonriendo.

Ahh, no, no soy buena cantando-responde isabella un poco nerviosa- me da mucha pena.

Yo tampoco soy buen cantante- le dice Sam- pero vamos a divertirnos un poco.

Nooo, por favor- le dice ella

Sam le toma la mano muy fuerte, isabella se pone muy nerviosa, sus mejillas se tornan de color rojizo, su corazón le late con mucha fuerza y amenaza con salírsele del pecho. Sam se le acerca un poco y le dice en un tono muy amable, el cual le resulto un poco extraño a isabella.

No seas tan penosa- le dice Sam- vamos a cantar.

Al final ella acepto, no podía seguir negándose a esa forma tan tierna de Sam pedirle las cosas, era tan amable. Sam estaba cantando y sonriendo a isabella, también estaba sonriendo y tenía un poco de pena. Los dos siguen cantando, Sam aun le tiene la mano tomada a isabella como si estos fueran pareja, ella está muy nerviosa y su corazón sigue latiendo con mucha fuerza.

Pasado un rato llegaron a la entrada de una casa grande, adornada por unos hermosos árboles, la casa era de color blanco y azul, tenía un gran jardín adornado con unas hermosas rosas de color rojo. Isabella se bajó del auto y miraba todo a su alrededor, parecía como un sueño, esa casa era hermosa, tendría mucha inspiración para todas sus pinturas, pensaba en todo: la escuela, en Sam, en cómo sería su habitación, como sería ser la nueva en la escuela, como sería su nueva escuela. En medio de sus pensamientos Sam la sorprende tocándola por un brazo

En qué piensas- le pregunta Sam- te gusta nuestra nueva casa.

Claro que me gusta y mucho- le responde ella- no estaba pensando en nada en concreto, solo boberías jaja

Jaja vamos a entrar a la casa que tengo muchas sorpresas que mostrarte- le dice Sam riendo

Por dentro la casa también es muy hermosa, Sam toma a isabella de la mano y le muestra toda la casa, hay una sala, cocina, ambas habitaciones, una frente a la otra, un comedor, afuera hay una mesa de ajedrez y en el jardín hay una hamaca y una fuente con agua, junto a esta está puesto su tablón para hacer sus pinturas.

- tengo una sorpresa para ti- le dice Sam- vamos a ver tu habitación. 

Le toma de nuevo la mano a isabella y suben las escaleras hasta sus habitaciones, se paran frente a una puerta que tiene el nombre de isabella puesto con letras doradas, al abrir la puerta isabella se queda con la boca abierta, era una habitación enorme, tenía las paredes pintadas de azul con mariposas negras por todos lados, era hermosa y a isabella le había encantado.

-Te gusta? - le pregunta Sam

- siii, me encanta, esta perfecta- responde isabella- muchas gracias.

- jjj, estuve pensando mucho en ti y trabaje duro para arreglar tu habitación  le dice Sam- espera aquí te tengo otra sorpresa.

Sam se fue, isabella estaba feliz como nunca antes, pensaba en si ya era tiempo de decirle a Sam que el era su primer amor, pero tenía miedo de que este no le correspondiera ¿y si sus tratos amables habían sido porque él también estaba enamorado de ella?, no podía ser pues él la trataba así porque la veía como una hermana o eso creía isabella.

Estaba sentada en la cama mientras acomodaba en una mesilla las fotos de sus padres y una de Sam y ella cuando eran pequeños, ambos se abrazaban, se querían mucho. Isabella sonríe mucho y recuerda todo el tiempo que pasaba sola antes pero ya no lo pasara más porque Sam le prometió que nunca la dejaría sola. Mientras tanto Sam sube las escaleras con una caja de regalos en la mano, al llegar al cuarto encontró a isabella sonriendo y pensó en lo tierna que se veía cuando sonreía y en lo mal que él se ponía cada vez que la veía llorando por estar en su casa sola o por no poder contarle como estuvo su día a sus padres

Esto es para ti- le dice Sam- abre la caja.

Isabella toma la caja entre sus manos, un poco nerviosa comienza a deshacer el moño rosa que esta tenia, se sorprendió mucho al ver una pequeña cachorra real, era un hoski siberiano de color negro

-Te gusta? - le pregunta Sam.

-Siii me encanta- responde isabella muy feliz- Que hermosa perrita. Porque tú eres tan amable conmigo todo el tiempo

- recuerdas que yo te prometí que te regalaría una mascota real- le pregunto Sam

Isabella abraza a Sam y le da las gracias por todo lo que ha hecho por ella, y este le da un tierno beso en las mejillas.

Dime que nombre le pondrás a nuestra perrita  le pregunta Sam

- Mmm.... me gusta mucho Sachy .... Y a ti te gusta

- me gusta mucho Sachy, perfecto, si a ti te gusta a mi igual.

Luego cogieron las cajas y comenzaron a acomodar todo en su nueva casa, antes de empezar Isabella puso un poco de música en su teléfono y conecto sus audífonos, luego subió hacia su habitación que sería lo primero que ordenarían, ambos comenzaban por las habitaciones, isabella iría luego para el baño mientras Sam acomodaba el garaje, luego ambos organizarían la sala y la cocina.

El ritmo de la música era demasiado pegajoso y mientras barre, isabella comenzó a bailar dejándose llevar por la melodía de la canción. Por otra parte, Sam fue a llevar sus cajas cuando de repente vio que Isabella bailaba y se divertía, se quedó un rato observándola y después se fue para no incomodarla. Cuando ya habían acabado las habitaciones, el baño y el garaje, ya era de noche.

Sam y Isabella estaban muy agotados, Sam fue a la cocina para hacer unas pizzas mientras Isabela se tomaba una ducha, luego isabella fue para la cocina y le dio de comer a Sachy para después sentarse con su compañero a comerse la pizza.

-Ya es tarde Isabella, hoy trabajaste mucho y debes descansar, mañana iremos a buscar los uniformes y algunas cosas que nos faltan para a casa- le dijo Sam

- está bien- le contesto isabella- pero tú también debes descansar, trabajaste mucho cargando cajas.

-vamos a arriba le dijo Sam

Cuando subieron las escaleras ambos se quedaron parados en frente de sus habitaciones, no sabían cómo despedirse, amaban estar juntos. Luego de unos segundos ambos se fueron a despedir, pero sin querer chocaron y ambos labios quedaron unidos en un corto y rápido beso. Luego isabella entro y cerró la puerta, estaba asustada y muy nerviosa por lo que acababa de pasar. Sam por su parte llevo sus manos a sus labios y entro a su habitación . Esta sería una noche muy larga.