244 Seducción peligrosa.

_Querida quieres tomar un trago conmigo?

_Claro que si señor Mattel.

_Oh tu voz es dulce, muy bonita seductora diría yo. El hombre le extendio el brazo y la llevo al segundo piso, Era alto rubio y muy guapo, su mirada era intensa.

Cuando llegaron solo habían 3 parejas conviviendo, era un lugar más privado.

_Dime querida, que haces por aquí? sabes me intriga algo de ti.

_Si, de mi? como que? Ivonne lo miro con su mirada tierna.

_Mmm eres como un lienzo en blanco no veo nada en ti, y eso me intriga mucho, no sabes quien soy?

_No, debería saberlo?

_Soy el dueño del bar, y de casi todos los centros nocturnos y casinos de NY.

_Ah... wow eso no lo sabia...señor... Alex dime Alex.

_Bien Alex, por que dices que soy un lienzo en blanco?

_No veo tu futuro ni quien eres.

_Que? por que deberías? dijo ella.

_Soy alguien especial no me gustaría que csyeras en manos equivocadas una hermosa mujer como tú debería temerle miedo a un hombre como yo.

_Bueno si es así mejor me voy. Ella se levanto y la detuvo.

_Cariño es broma ven, tomemos algo, wow eres encantadora enserio quién eres? alguna clase de bruja blanca que vino a seducirme?

_Ah no sé si eso es un cumplido.

El se acerco mucho a ella y le dijo al oido.

_Puedo ser muy insistente si quieres irte, no te vayas quedaré con migo.

_Por que debería quedarme contigo?

El hombre se sentía incapaz, está vez ni sus encantos ni su labia ni sus fines lo ayudaban, no sabia nada de la mujer, absolutamente nada, le daba un mal presentimiento pero ella no demostraba ni siquiera la más mínima expresión de nerviosismo. Ella estaba más tranquila que las aguas del mar muerto.

_Señor Alexander, puedo tomar agua? ya tome un trago hace unos minutos. y no soy buena bebedora, disculpe me.

_Ah nena no me decepciones toma una y listo te prometo que solo será una. El pensó que embriagándola diría quien la mando. Pero le traía ganas de estar con ella, al hombre le gustaban las mujeres rubias e interesantes y había encontrado una, llevaba meses sin tener acción en su vida, lo malo era que las mujeres que dormían con el no vivían para contarlo.

_Está bien y luego me iré. Creo que me estarán esperando en casa.

_Eres niña de casa? tus padres te buscaran?

_No, vivo con una amiga, pero no me gusta estar en la calle mucho tiempo.

_Ya veo, eres perfecta vamos, brindemos por lo hermosa que eres. Sonrió la mujer y tomo, después de unos minutos, y Ivonne fingió estar mareada.

_Señor Mattel, me siento un poco mareada, creo que me iré. Ella se levanto y el la abrazo diciendo.

_Mi amor pasa ami oficina para que no llegues a si antu casa.

_Mmm no sé, no creo que sea correcto, mejor me iré gracias.

_Insisto mi amor vamos no haré nada que no quieras hacer.

_Bien...

La llevo al tercer piso por las escaleras cuando entraron a su oficina, Ivonne sintió un fuerte olor a incienso, si algo detestaba Ivonne era ese olor por año lo había olido y nunca le gustó. Y comenzó a toser.

_Te hace mal el humo querida?

_Si, perdón es que soy alérgica alnpolvo el humo creo aie sera mejor irme.

_No, no lo apagare si mi amor.

Apago el humo y la hizo que se sentará en el sillón de piel negro.

_Quieres agua ? para qué te sientas mejor?

_Si por favor. Ivonne comenzó a observar la oficina, era grande y había muchos libros, algunos eran de magia negra, blanca hechizos otros de política y finanzas, no podía pensar en sus planes y fue hasta que ella pensó donde podría poner otro escalón para los libros.

_Si querida también e pensando poner otro escalón para mis libros. Ivonne se dio cuenta que si no pensaba nada, el no podría enterarse de nada, y menos de lo que ella quería hacer. Así que ideo su plan, calentar los ánimos entre el y ella.

Ivonne comenzó a pensar en él, que se veía muy guapo y sexy, que sus labios eran una perdición y que le gustaría besarlo.

El se acercó y le dijo.

_Entonces hazlo, no te quedes con la ganas. Ella se puso algo temerosa, y se decía así misma que no.

_Querida no te detengas, está bien no diré nada solo demonios una oportunidad de conocernos mejor.

Se acerco a él, la comenzó a besar con dulzura, se dejaba que el siguiera los manoseos llegaron, Ella lo paro y le dijo. No, no está bien mejor me iré.

_No, no, ven dejate llevar vamos quiero hacerte mía. Lo miró a los ojos, se habían vuelto mas oscuros que antes.

_Si está bien... fue lo único que pudo decir ella.

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