489 Más por venir

Dentro del tubo translúcido había un material incoloro congelado que emitía un frío extremo. Incluso mirarlo haría a uno helarse hasta los huesos.

Mientras Lucien conjuraba el hechizo, el material en el tubo empezó a hervir y parecía que iba a romperse en cualquier momento.

Al ver aquello, Rudolf II sacudió ligeramente la cabeza. Sabía lo que Lucien iba a hacer, y también era consciente del gran problema con ese hechizo: el tiempo de recitado era demasiado largo, tanto que podía romperlo con facilidad.

Las páginas del libro situado a su espalda pasaron y lanzaron un hechizo de desaceleración a Natasha. Mientras tanto, Rudolf II voló en la otra dirección y abandonó el espectro donde el poder espiritual de Lucien estaba fijado.

Rudolf II había visto a Lucien conjurar ese hechizo, Látigo de la Diosa de la Nieve, antes. Sabía cuáles eran las ventajas y desventajas.