401 Las razones

Duda aún estaba en pánico después de matar al otro noble por error y experimentar todos los cambios en el palacio subterráneo. Al ver que alguien estaba de pie justo frente a él, su cerebro se quedó completamente en blanco. Lentamente, levantó la vista y vio al hombre que llevaba un par de botas nuevas.

—Eres tú... —Duda se alivió un montón al ver a su amigo, Andris. Después de lanzar un suspiro, el corazón de Duda comenzó a latir rápida y ferozmente de nuevo, como si su corazón estuviera tratando de compensar los latidos que perdió en los segundos previos.

—Soy yo —dijo Andris con la comisura de su boca.

—Te lo contaré. ¡Este palacio subterráneo es horrible! Los círculos mágicos de teletransporte no funcionan. Ven aquí, Andris. Esperaremos aquí hasta que termine la competición... —Duda le contó a su amigo de confianza lo que había sucedido a toda prisa, pero no mencionó la parte en la que mató a alguien.

Entonces, Duda se confundió.