458 El Papa enfurecido

Al poner fin al experimento junto con su maestro, Prado se relajó mientras miraba y veía el resplandor de la onírica puesta de sol. Estaba más satisfecho que nunca, ya que había identificado con claridad el siguiente paso que iba a dar en la investigación: encontrar el neutrón para apoyar la teoría de la transmutación de la materia de Lucien Evans.

Solía ​​pensar que nunca llegaría al reino legendario y se convertiría en una "Excelencia" como su maestro, ¡pero Nueva Alquimia le había llevado esperanza en ese momento!

Con una gran sonrisa en su rostro, mezclado con emoción y alegría, Prado recogió la pluma.

«Primero, permítanme, como alquimista, expresar mi sincera gratitud a Lucien Evans, el autor del artículo. ¡Ha hecho realidad el sueño de generaciones de alquimistas!