9 Capítulo 9.

Capítulo 9

Llego a la isla y voy directamente a la casa, el sol está en sus buenas hoy, y no deseo eso ahora. Reviso el lugar y todo está en orden, saco mi laptop, aunque no quería trabajar no me residuo, así que automáticamente, empiezo a revisar mercancías.

Ámbar Smith

Despierto, y me levanto con mucho ánimos, de gozar la vida y agradecer por el día. Esta soleado, y en ambiente se siente feliz, ya arreglada me hago un desayuno sencillo, para irme a trabajar.

El día pasa sin inconvenientes, he ganado muy buena propina, así que decido ir de compras, me encanta ver nuevas modas, estilos, todos únicos. El centro comercial está cerca de mi trabajo así que puedo ir caminando, y pensado me acuerdo de Black. Ni había pensado en el todo el día hasta ahora, si mundo me llena de incertidumbre y su personalidad aún más.

Es difícil creer que una persona tan joven, maneje tantas cosas y no solo eso, el dinero que debe ganar como para mantener medio mundo. Es un poco confuso, mis sentimientos hacia ese tema, me ansía conocer más allá de el, de lo que se, pero a la vez, es como que algo me dice que debo alejarme, las cosas no siempre salen bien.

Volviendo a la realidad, el centro comercial está abarrotado, por qué hoy es día de ofertas, aprovecho en caminar por los pasillos a ver qué hermosas cosas puedo encontrar. A lo lejos me fijo en un vestido, corto y sencillo, rápido voy para verlo mejor. De cerca es lindo, color rosa, tiros con moños, y falda con bordes, lo tomo y voy a caja a pagar.

Camino, veo y compro, en eso me paso unas dos horas, hasta que tengo dos grandes fundas de ropa, creo que es suficiente. Saco mi teléfono de mi mochila para entrar en la aplicación de Uber y pedir un taxi, sinceramente necesito un auto.

El Uber llega, y entró con mis fundas, Marco la dirección requerida y me relajo cómodamente en él asiento, reviso mis redes sociales y mis mensajes a ver quién se a acordado de mi. Tengo dos mensajes de mi mamá, uno de Sara, así que los respondo.

Hasta que al fin llego a mi humilde casa, dejo las bolsas en una esquina y me tiro en el mueble, que si será la gloria, por que mis pies arden de tanto caminar. Volteo la cabeza hacia la pantalla del televisor y veo mi reflejo, < si que parezco una payasa, ush, así es que me veo cada vez que salgo, por que pobre gente que me ves> . Me levanto para irme a duchar, la pereza que me alberga en este momento es de otro nivel, mejor decido ir a mi cama, ella no me falla nunca.

Tocó las suaves sabanas solo para sentirme aún más cansada, y mis ojos se van cerrando involuntariamente, hasta que me rindo y me duermo.

Líam Black

Dure unas dos horas de trabajo, y luego de eso me fui a poner mi traje de baño, para darme un gran chapuzón en la playa, el sol bajo un poco, así que el bronceado no dará gran paso en mi piel. Lamentablemente acá no hay chicas lindas que ver, pero con tal de ver las olas es relajante y muy motivador. Pero también me hace absoverme en un gran torbellino de pensamientos de toda mi vida, no quiero volver a momentos y recordar. < muchas veces nuestra mente puede ser nuestra mejor aliada, otras, nuestra peor enemiga> en el momento que tenemos un poco de silencio, llegan los recuerdos, llegan momentos, arrepentimientos, y una vez que tratas de no pensar en eso, es tarde. << Solo pienso en cómo llegue a esto, y aunque he conseguido mucho, me falta algo para sentirme completo, y se lo que es, tan sencillo como la palabra "amor". >>

Me quedo mirando el horizonte hasta que ya se hace tarde, me decido levantar para ir a cenar algo, y luego veré un poco Netflix, mi mente y yo somos un peligro.

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