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Sebastián

Ella bajó al salón lista para irse al campus, cuando se logró tranquilizar, después de su discusión con Drogo.

No se explicaba el problema, no veía ningún problema con Sebastián, definitivamente él era muy cautivador, sin ningún esfuerzo había logrado acercarse a Alhelí como si tan solo fuera un viejo amigo que no veía hace mucho tiempo.

Más que eso, algo que ella nunca hubiese querido admitir, se sentía especialmente atraída por él; el maestro sabía jugar bien sus cartas, pero aún sino hubiera sido ella su objetivo, tan solo por su belleza siempre la hubiera buscado.

-Buenos días, Nicolae- Se acercó despacio. Sabia que en toda la casa se había escuchado lo ocurrido. -Amm... Yo.. lo siento-

-No te preocupes. Lo entiendo, hoy Peter irá contigo-

-Y.... Drogo...?- Nicolae la miró fijo. -Ah, entiendo. Está bien, entonces..- Peter apareció ya en la puerta y se fue con él.

Mientras entraba al auto de Peter, Nicolae salió para despedirse.

-Ten un buen día, y también ten cuidado, por favor- Esas palabras podían llevar alguna intención diferente, y ella se dio cuenta.

-No te preocupes, Nicolae. Estaré bien. Te aseguro que no corro peligro con... Nadie- Enfatizó muy bien sus palabras y se subió al auto.

En momentos como este, siempre prefería estar con Peter, sabía que el era el único en la casa que no le diría nada y que solo escucharía si ella tuviera alguna queja, pero en esta ocasión se fue callada, no quería hablar del asunto, para ella Sebastián era digno de su confianza y aunque en alguna parte de su interior se sintió molesta por que había descubierto algo que no quería de él, de alguna manera presentía que algo pasaba, que este perfecto maestro ocultaba un secreto, y ahora podía entender mejor esta teoría.

Llegaron al campus...

-¿Nos vemos en el almuerzo?-

-Si, nos vemos. Gracias por traerme, Peter-

-Descuida. Creo que Drogo no vendrá hoy, así que también volveremos juntos-

-Supongo que de verdad está molesto conmigo-

-Ya se le pasará, solo dale tiempo...- La campana sonó para entrar a clases. - Ya me voy, cuídate-

-Adiós-

Justo lo que Nicolae le dijo con aquella mirada cuando ella preguntó por él -Necesita tiempo-.

La mañana pasó muy rápido, y la ausencia de Drogo se hizo sentir para ella, lo extrañaba, solo unas cuántas horas habían pasado desde que lo había visto pero ya sentía como su corazón pedía a gritos verlo, -aunque sea unos segundos, verlo unos pocos segundos- pensaba constantemente, ni aún la compañía del profesor podía compensar su ausencia, pero trató de contenerse.

-Entonces ¿Qué libro vas a leer? En esta parte hay unos muy interesantes, mira...- Paseaba con Sebastián por los estrechos pasillos de la biblioteca.

Ella iba con la mirada pérdida, viendo uno a uno los libros de diferentes tamaños y colores.

-¿Alhelí? ¿Estás bien?- Ella salió de su trance.

-¿Ah? Perdón... ¿Qué fue lo que me dijo?-

-Veo que estás en otro mundo. ¿Ha sucedido algo? Toda la mañana te he notado.. Distante-

-Ah, no. Estoy bien, quizás solo un poco cansada. Mmm... Creo que ya me voy...-

-¿Pensé que querías pasar la hora del almuerzo aquí?-

-Si, pero...-

-¿Puedo ir contigo?- Le interrumpió.

-No. Peter me estará esperando con los demás, pero gracias. Lo veo después ¿Si?-

-Si. Nos vemos-

Se fue prácticamente corriendo a la cafetería, los demás ya estaban ahí, la vieron ir a pedir su almuerzo y sentarse junto a ellos.

-¿Dónde estabas? Creí que no ibas a venir...- Luna le pasó un vaso de agua para que se calmara después de su llegada.

-Es que pasé por la biblioteca, y me entretuve. Lo siento- Empezó a comer sin ganas de hacerlo.

Miró por un momento la silla vacía a su lado y sus ojos se tornaron vidriosos pero resistió, Peter se dio cuenta, pero simplemente guardó aquella imagen como recuerdo para Drogo, cuando pudiera enseñárselo.

Pasaron las siguientes horas. Ella iba hacia la salida, después de despedirse de sus amigas y saludar a Fred con Sara, solo pasó por su casillero y Sebastián la detuvo.

-Que bueno que te encontré, pensé que te habías ido...-

-Jeje, no. ¿Qué sucede?-

-Amm, es que cuando te fuiste de la biblioteca le pedí a la encargada si guardaba los libros que habías escogido, te fuiste tan rápido que olvidaste llevartelos, yo no pude hacerlo por qué tuve que ir a una reunión, y quería ir contigo ahorita pero...- Su teléfono comenzó a sonar en el bolsillo de su chaqueta. -Ash... Lo siento, he tenido unos asuntos y...-

-Descuide profesor, yo iré a buscarlos ahora. Imagino que porque ya vienen los exámenes esta así de ocupado-

-Jejeje, algo así...-

-Bueno entonces puede irse, yo iré a traerlos, de todos modos son míos, gracias por recordarme. Adiós y nos vemos mañana-

-Está bien, cuídate- Se fue con el teléfono en la oreja.

Ella regresó a la biblioteca que estaba completamente sola, en el pequeño escritorio de la encargada estaba una pequeña pila de libros con una nota encima:

"Para Srta. Alhelí Janer: Aquí le dejo sus libros reservados, el profesor Jones me pidió que se los entregara, pero tuve que irme antes de tiempo.

Favor entregarlos la fecha acordada."

Los tomó y los guardo en su mochila, salió de nuevo al pasillo y todos los alumnos ya habían salido de las instalaciones, empezó a caminar a la salida, pero antes de girar en dirección al pasillo principal sintió que una fuerte mano la tomó de la muñeca y la empujó con fuerza contra los casilleros que habían en la pared...

-Hola, Chica Bartholly. Ya no hemos podido hablar, ¿Cierto?- Loan con dos de sus más grandes amigos la rodearon (Los tres eran como uña y carne).

-Loan, déjame pasar, por favor- Intento dar un paso, pero éste la volvió a empujar con fuerza contra los casilleros. -¿Qué quieres?-

-¿Qué, que, quiero?- Giró su rostro hacia sus otros dos cómplices con una risa burlona. -Ay, preciosa. Lo que quisiera es que todo este tiempo no me hubieses ignorado, pero que podemos hacer...? Lo hecho, hecho está-

-Me tienes aquí, solo por que te he ignorado...?-

-Si. Te puede parecer ridículo, pero nadie lo ha hecho nunca, y tú no vas hacer la primera...-

-¿Acaso no dijiste que ya lo había hecho? Pues si ya lo hice, entonces, "Upsiii"- Dijo en tono cantado y burlesco. -Ya fui la primera-

-¿Y todavía te burlas? Cada vez me gustas más...- Se acercó con paso sigiloso. -Veamos si me vuelves a ignorar después de esto-

Poco a poco fue pegando su cuerpo contra el de ella, levantó sus dos manos y con una la sostuvo de ambas muñecas por encima de su cabeza, ella forcejeó incluso intentó usar sus piernas pero él era más fuerte; con la otra mano libre, Loan sacó una navaja de bolsillo de sus pantalones, con el filo la acarició, lo pasó por su cuello hasta su pecho, le cortó los tres primeros botones de la camisa por debajo de la corbata, después bajó la navaja hasta sus piernas, subiendole la falda, ella dio un movimiento brusco y...

-Por favor, Loan. No hagas esto...- Le dijo con voz cortante pero en tono suplicante.

-Tranquila amor, seré... cuidadoso- Le susurró al oído.

Seguidamente ella sintió un dolor punzante en su pierna, cerca de su ropa interior, apretó con fuerza sus labios y dejó escapar el aire con un pequeño gemido de dolor.

Ella escuchó a lo lejos las risas inconfundibles de los otros dos que estaban vigilando que nadie llegara.

Empezó a sentir las lágrimas en sus mejillas por la impotencia, quería gritar, pero simplemente el miedo y el pánico se apoderaron de ella.

Loan por su parte lo disfrutaba, y no tenía planeado parar.

-Ahh... Hoy te haré mía, así nunca podrás volverme a ignorar...- Acercó su cabeza a la de ella, sus labios estaban a tan solo unos centímetros de los de ella, hasta que...

Alhelí cerró los ojos con fuerza, pero de un momento a otro, sintió como sus manos cayeron sobre su cabeza, y sus piernas temblorosas se doblaron haciéndola caer al piso, Loan se había quitado de ella de un fuerte tirón.

Se escucharon unos gritos de dolor desgarrador muy cerca de ahí, a tan solo un metro; cuando fue capaz de abrir los ojos, sintió que unos brazos la rodeaban con suavidad, vio el rostro de Peter cerca del de ella...

-¿Alhelí, estás bien?- Preguntó con preocupación.

Ella solo desvió su mirada de él, y vio a Loan tirado en el suelo, pero no solo eso, alguien está sobre él, se movía rápidamente, con una mano sujetaba a Loan del cuello de la camisa y con la otra le daba puñetazos en la cara, también vio a los otros dos tirados en el piso, hacían pequeños movimientos con ruidos de dolor, Loan parecía inmóvil, quizá inconsciente, pero el que estaba sobre él no se detenía, ella se logró sentar en el piso aún con Peter abrazandola, y con voz débil fue capaz de hablar.

-Drogo, Drogo... Por favor- Dijo en un hilo de voz, con unas cuantas lágrimas recorriendo su rostro.

Drogo la volvió a ver, sus ojos se habían tornado rojos, como antes, escondio su mirada y volvió a ver a Loan, lo soltó con brusquedad y le escupió en el rostro.

-No te atrevas a tocarla, nisiquiera a mirarla de nuevo...- Le gruñó, aún podía escuchar sus pensamientos así que sabía que había entendido el mensaje.

Se levantó y fue hasta donde Alhelí, la cargó en sus brazos y miró a Peter...

-Descuida hermano, yo me encargo- Peter le respondió con un pensamiento.

Se la llevó de ahí, no en el auto, se fue corriendo hasta la mansión, algo fácil para él.

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